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Redacciones Guayaquil y Quito (I)
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La competencia para los textileros ecuatorianos aumenta

En el ámbito comercial, hace un año se comentaba de la próxima llegada a Ecuador de una de las tiendas de moda "low cost" (bajo costo) estadounidenses más grandes del mundo: Forever 21.

El 11 de diciembre, la apertura fue una realidad. La empresa, propiedad del surcoreano Do Wong Chang que el año pasado generó ingresos por USD 3 700 millones, abrió el primer local en Guayaquil en el centro comercial Mall del Sol.

El primer día de apertura generó tanta expectativa que se formaron filas para pagar que daban hasta la puerta del local.

En noviembre sucedió algo similar, cuando la firma española Inditex abrió dos locales de sus marcas Stradivarius y Pull&Bear en San Marino, Guayaquil, y sumó así 10 tiendas en el país. Ecuador se convirtió junto con Argentina, en el cuarto mercado sudamericano de Inditex por número de tiendas.

Con este escenario a las puertas del 2015 se enciende el debate en torno a los retos y la competencia que enfrentará la industria textil nacional, que este año creció 2% en comparación con el 2013, según datos de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador (AITE).

De todas maneras, el contrabando, la falta de créditos e incentivos, así como la necesidad de tener más mano de obra calificada, son algunos de los problemas que inciden en el sector, señalan quienes están al frente de este gremio. "Tenemos compañías que han atravesado un buen desempeño y son las que hacen que la industria textil no desaparezca en el país. Pero si juntamos a toda la industria textil y de confección se ve que nuestro crecimiento está siendo muy pobre", comenta Javier Díaz, presidente de la AITE.

A principios de este año, representantes del Ministerio Coordinador de la Producción y del Ministerio de Industrias recibieron las quejas de este gremio que señalaba que el 'microtráfico' de ropa traída mediante el sistema 4x4 (paquetes de 4 kg y USD 400) con fines comerciales estaba afectando al sector. En respuesta a esa queja, en octubre se estableció una tasa de USD 42 para este sistema que antes no pagaba arancel.

Dos meses después, en el Servicio Nacional de Aduanas (Senae) todavía no tienen cifras del porcentaje de reducción de importaciones dentro de la categoría 4x4, que era usada principalmente por compradores on-line. Sin embargo, en comparación con el 2013, las importaciones en todas las categorías bajaron. De enero a noviembre del 2013 se importó USD 302 millones, mientras que en el mismo período de este año la cifra bajó a USD 266 millones.

Aunque no hay datos todavía, los textileros esperan que los resultados de la tasa se hagan visibles en 2015.

EL CLIENTE TIENE LA PALABRA ENTRE LO NACIONAL Y LO IMPORTADO

Que las tiendas Forever 21, Pull&Bear y Stradivarius abrieran sus puertas en Guayaquil, no es casualidad. Un estudio realizado por la firma Deloitte sobre las expectativas de consumo para la Navidad del 2014 en América Latina, revela que las prendas de vestir son los productos que más se compran durante esta época.

Juan Francisco Farías, experto en análisis de mercados, explica que por el crecimiento del poder adquisitivo en Ecuador y una clase media más amplia, se ha beneficiado en buena parte a las firmas comercializadoras de ropa.

El especialista señala que el Ecuador se ha vuelto un mercado atractivo para este tipo de empresas extranjeras y también le ha dado realce las tiendas departamentales de venta de ropa.

María Susana Rivadeneira, diseñadora y promotora del evento de modas Designer Book, destaca que la apertura de estas tiendas para dar espacio a marcas nacionales incentiva el crecimiento de la industria y menciona como ejemplo el caso de la diseñadora Olga Doumet. Ella, este mes, lanzó una línea de ropa para comercializar en Río Store, de Corporación El Rosado y el de Gustavo Moscoso, que comercializa hace cuatro años sus líneas de ropa en Megamaxi, de la Corporación La Favorita.

En De Prati, por ejemplo, ya han emprendido estrategias para afrontar el nuevo escenario textil con más competencia que se produce en el Ecuador. Además,  esta firma estableció este año una alianza con el Grupo Cortefiel, un reconocido grupo español de moda y amplió la oferta de productos con el ingreso de nuevas marcas nacionales e internacionales, cuenta Soledad Ponce, gerente sénior de Marketing de la empresa.

La ejecutiva añade que la firma ha ido aumentando paulatinamente la oferta de los productos ecuatorianos. “Los proveedores locales de ropa representan alrededor del 70%; entre empresas, cooperativas y fundaciones nacionales, que nos abastecen de productos”.

Milton Altamirano, presidente de la Asociación de Confeccionistas Textiles y presidente de la Corporación Impaxtec, considera que hay potencial de crecer en las tiendas departamentales. Sin embargo, señala que un limitante es la capacidad de producción de los negocios de este sector que en su mayoría son artesanales. “Necesitamos más créditos y facilidades para invertir en tecnología que nos permita ser más productivos”, dice.

El empresario añade que la llegada de más competencia internacional puede afectar al sector en parte, porque son empresas que tienen costos de producción mucho más bajos que los de la industria nacional. Eso, “por los salarios principalmente, que no se comparan a los que se pagan en otras grandes potencias”.

Javier Díaz, presidente de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador (AITE), coincide con Altamirano y resalta que en los centros comerciales, la oferta de ropa nacional todavía necesita ganar espacio. “En cuanto a la venta en centros comerciales, la relación de venta de ropa y textiles estimada es de 60% importados y 40% nacionales”, dice Díaz.

CON EL CONTROL AL CONTRABANDO SE ESPERA PROTEGER A LA INDUSTRIA

De enero a noviembre del 2014, el Servicio Nacional de Aduanas (Senae) registró un monto de aprehensión de textiles de contrabando por USD 10 832 085. Los textiles, según el Departamento de Comunicación de Senae, representa el 38%. Estas cifras preocupan al sector textil, de hecho, sus voceros consideran que el contrabando es el principal problema que enfrenta la industria nacional. “El tema del contrabando debe ser más controlado y sancionado”, dice Javier Díaz, de la AITE.

Aunque el monto de incautaciones de ‘prendas de vestir de contrabando’ ha crecido, en la Senae dicen que no se debe a que existe más contrabando, sino a que hay más controles. El monto en textiles fue de USD 8 197 943 en el 2013, mientras que la cifra en lo que va del 2014 sobrepasó los USD 10 millones.

En el 2015 se espera ver los resultados de una de las medidas tomadas por el Gobierno en octubre para beneficiar al sector. Se trata de la imposición de la tasa de USD 42 para las importaciones de paquetes de hasta 4 kg y USD 400 (4x4) que antes estaban libres de impuestos.

En la Senae aún no hay cifras de la reducción de importaciones por esta vía, pero los gremios de couriers reportaron bajas de hasta el 70% de importaciones en el primer mes de vigencia de la tasa.

LA INDUSTRIA ENFRENTA EL RETO DE AFIANZAR SU COMPETITIVIDAD

El 28 de octubre pasado se realizó en Guayaquil el primer Circuito de la Moda organizado por el Ministerio de Industrias y Productividad. La idea fue recopilar las inquietudes y necesidades del gremio y desarrollar estrategias para impulsar su productividad.

En una de las conferencias del encuentro, una estudiante de diseño de modas preguntó a Fabrizio Célleri, diseñador guayaquileño que participó como expositor: ¿por qué Ecuador está tan por detrás de dos países que destacan a nivel internacional en calidad de telas y moda como Colombia y Perú?

El diseñador se lamentó al reconocer que la aseveración de la joven es verdad; y comentó que se ha visto obligado a importar la mayor parte de las telas que usa para su trabajo. Eso, “porque en el país hace falta más tecnificación y capacitación para tener telas de mejor calidad”.

Para Alfredo Yagüé Núñez, presidente del sector textil de la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi), el sector textil se encuentra bastante reprimido y destaca que este problema en parte se debe a que algunas de las materias primas que se utilizan- no solo en la confección de prendas sino también para la elaboración de tela- no se consiguen con facilidad. “Existen algunas prohibiciones de importación de algunos productos”, comenta.

Ecuador no produce todos los tipos de tela que se usan para la confección de prendas, añade Yagüé. Por ejemplo, se produce tela para jeans, pero no ciertas telas para camisas. “Esto se debe a que para las fábricas no representa negocio un stock pequeño de cierto tipo de telas que estén de tendencia, cuando se puede encontrar importado a un valor mucho menor”, explica Yagüé.

Milton Altamirano, presidente de la Asociación de Confeccionistas Textiles, también reconoce que esa debilidad del gremio debe pulirse, pero enfatiza que es necesario que se atienda al sector con más facilidades de crédito. De esa manera, asegura, se podrá invertir en mejoras dentro de las fábricas y en capacitaciones para que los actores de este sector que trabajan de manera artesanal incursionen en la asociatividad.

En entidades como la Corporación Financiera Nacional (CFN), por ejemplo, sin embargo, se reporta crecimiento en el otorgamiento de crédito para este sector. Entre enero y noviembre de este año se otorgaron USD 31 millones en créditos para el sector textilero y del calzado, unos USD 19 millones más de los entregados en el mismo período del año pasado. Para este segmento, los créditos van desde los USD 50 000 y están dedicados a la adquisición de insumos y materias primas, señalaron voceros de CFN.

Para Yagüé la solución puede estar en crear un instituto nacional de la moda, que difunda las tendencias que se desarrollen en el país y que así Ecuador se pueda convertir de a poco en un referente internacional. “Seremos capaces de generar moda y podremos crear nuevas tendencias para el 2015 e incluso para el 2016”, señala el dirigente gremial.