El mercado alcanzará un punto de equilibrio

La oferta de energía de las nuevas centrales hidroeléctricas prácticamente coincidirá con las nuevas exigencias industriales, de transporte y el consumo de los usuarios en el país, hasta el 2018.

De acuerdo con el Ministerio de Electricidad, entre octubre de este año y enero del 2016, entrarán a operar ocho centrales hidroeléctricas que añadirán una potencia de 2 756 megavatios (MW) a la capacidad actualmente operativa.

Pero el ingreso de las cocinas de inducción, la Refinería del Pacífico, el proyecto de cobre Mirador, el Tranvía de Cuenca y el Metro de Quito elevarán la demanda de potencia en 2 767 MW, en un escenario medio hasta el 2018. Esto, según los datos del Plan Maestro de Electrificación 2013 - 2022 del Consejo Nacional de Electricidad (Conelec).

Es decir que quedaría un déficit de alrededor de 11 MW que podrían ser cubiertos con los proyectos termoeléctricos Termoesmeraldas II, Guangopolo II y ciclo combinado en Termogas Machala.

En conjunto, estas nuevas centrales termoeléctricas sumarán una potencia de 333 MW e ingresarán entre mediados de este año y marzo del 2016.

Estos proyectos consumen combustibles, como residuo de petróleo y gas natural. Pero, aunque el país produce excedentes de estos combustibles, el costo de generación de ellos es mayor que el de las centrales hidroeléctricas.

El consultor en temas eléctricos, Ricardo Buitrón sostiene que el hecho de que la nueva demanda de energía coincida con la nueva oferta de la hidroeléctricas, exige coordinación en ambas aristas del mercado eléctrico.

Es decir, que el nuevo equipamiento hidroeléctrico debe ingresar antes de proyectos que exigirán más energía, como las mismas cocinas de inducción.

Ello, porque de lo contrario, el país deberá suplir la nueva demanda energética con combustibles que resultan en un precio mayor de generación.

Un problema adicional que desequilibraría la ecuación sería el ingreso con retraso de las centrales hidroeléctricas, señala Buitrón. En ese caso, la nueva demanda también tendría que suplirse con energía termoeléctrica de mayor costo, como el ejemplo anterior.

Pero por el contrario también podría haber un retraso en la entrada de los proyectos que demandarán mayor energía. Ese es el caso de la Refinería del Pacífico, que el Conelec calcula que ingresará en el 2016. Sin embargo, hasta el momento este proyecto aún no concreta su financiamiento, por lo cual podría ingresar luego de ese plazo estimado.

En ese caso, dice Buitrón, pese a que el país dispondría de excedentes eléctricos, la duración de estos sería muy corta lo que dejaría en duda que el país pueda exportar energía. Adicionalmente, el experto indica que tanto Colombia como Perú están también invirtiendo en ampliar su parque hidroeléctrico, por lo cual la exportación es menos probable.

Datos

La demanda. Además de los grandes proyectos, en el aumento de la demanda de energía se contempla la introducción de 1 000 vehículos eléctricos hasta el 2018.

La oferta. El Conelec también estimó en sus proyecciones el impacto de programas de eficiencia, como la sustitución de refrigeradoras.