Santiago Ayala Sarmiento Redacción Quito/ LÍDERES ayalas@elcomercio.com
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Alpina: 666 ecuatorianos empujan a esta empresa colombiana

Cuando abrió sus operaciones en Ecuador, en 1995, la firma láctea colombiana Alpina tenía solo una persona en su nómina, que se encargaba de importar los productos y comercializarlos. Hoy, la empresa tiene un 'staff' de 670 empleados; 666 son ecuatorianos.

El arranque fue duro, según relata el gerente General, Juan Fernando Maya, uno de los cuatro extranjeros que trabajan en la compañía. En ese entonces, la situación económica del país estaba deteriorándose, hasta llegar a su clímax con el feriado bancario y la crisis financiera.

Con una inversión de alrededor de USD 4 millones, se empezó la construcción de la fábrica en pleno 1998, a las puertas del peor momento del país. La planta empezó a operar en el 2003.

Pero lejos de huir despavoridos por el escenario, decidieron invertir y comprar los terrenos en Machachi para edificar la planta de producción. "Vimos al Ecuador como una gran oportunidad y no nos equivocamos", dice Maya.

En efecto, la sustitución de productos importados por producción local fue cada vez el objetivo. Hoy, el 92% ya tiene exclusivamente componente ecuatoriano. El resto (8%) se mantendrá, pero por razones de que ciertos insumos no se producen en el Ecuador, solo por eso.

La constante inversión para sustituir importaciones ha hecho crecer a la compañía. Alpina destina alrededor de USD 5 millones anuales para innovar productos, generar nuevas estrategias y abrir otros potenciales mercados.

En este escenario, dado el éxito logrado en estos casi 20 años de operación en el país, la casa matriz delegó al equipo ecuatoriano para que lidere el proceso de ingreso al mercado peruano. Maya explica que se está haciendo lo mismo que pasó en 1995 en Ecuador y se replicará el modelo que dio réditos. "En Perú estamos en estos momentos como en Ecuador hace 19 años. Será un interesante reto para los próximos años".

La casa ecuatoriana significa para el conglomerado regional de Alpina (Colombia, Venezuela, EE.UU.) el 8% de su facturación y está por encima del promedio de la corporación. Por eso, el próximo paso será enfocarse en la exportación desde Ecuador hasta otros países.

El trabajo, además, no solo se concentra a la nave productiva. También se acompaña el trabajo de 200 ganaderos y sus asociaciones, a quienes se les apoya en temas de calidad y de buenas prácticas.

Adicionalmente, la firma apoya al trabajo de Quesinor, una procesadora de lácteos en San Gabriel, conformada por asociaciones de productores de leche del Carchi. Tras un momento difícil hace varios años, el Gobierno Provincial decidió rescatar la actividad. Y en abril del 2012 también se involucró Alpina, a través de un convenio por medio del cual la empresa proveía asesoría, mientras Quesinor comercializaba los quesos.

Para el ganadero Rodrigo Lasso, la relación actual con los industriales es muy buena y, por eso, la permanencia de Alpina en el país ha sido positiva, produciendo varios tipos de productos (yogures, quesos y otros) apegados a la gastronomía y costumbres nacionales.

"Ecuador tiene un gran potencial de exportar lácteos. Perú es un importador neto, Colombia también importa y Venezuela en estos momentos está comprando mucho. A ello se suma que el país tiene fuertes ventajas competitivas. Y, además, el mercado interno todavía tiene mucho por crecer", dice Lasso.

Dos datos adicionales

Segunda planta. La empresa lechera abrió otra complejo productor en San Gabriel, que se especializa, principalmente, en la elaboración de quesos.

El proceso. Tiene cuatro centros de distribución que atienden aproximadamente a 41 000 clientes.


El insignia

Vinicio hidalgo Gerente de Costos y Productividad

'Estamos todo el tiempo en modo vanguardista'

Uno de los momentos más difíciles que he vivido durante estos 16 años de trabajo fue cuando una banda de 15 delincuentes nos asaltó. Nos sometieron con armas de fuego, por tres horas, y se llevaron todo. Fue una experiencia personal muy fuerte. Y, a la vez, nos demostró la calidad de nuestro equipo. Seguimos trabajando, porque debíamos cumplir con nuestros clientes. Ingresé como cajero y fui ascendiendo.

Lo mejor de trabajar en esta empresa es que se está innovando permanentemente. Pasó de ser una empresa típicamente plana, en sus inicios, a ser muy vanguardista, que evoluciona todos los años. En la compañía estamos siempre preocupados por el servicio y por la calidad del producto. Mantenemos un constante aprendizaje, todo el tiempo.