Miguel Ruiz (derecha) puso el hombro para sacar adelante al negocio. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
Redacción Quito
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Desde lo artesanal hacia lo industrial, a la medida

Cedro en hebreo se escribe 'erez'. Son árboles de gran tamaño y muy conocidos por proveer una buena madera para muebles. Hace 25 años, Raúl Jaramillo y Mario Ruiz se asociaron para crear Erez Taller de Madera, un negocio que ofrece a los arquitectos trabajos específicos, hechos a la medida.

Aunque en un inicio, la empresa se llamaba Actel, la idea de renovación de la compañía hizo que hace dos años se adoptara esa imagen hebrea. De la mano, llegó una nueva generación de arquitectos de la familia comandada por Miguel Ruiz, quien se puso al hombro a las ocho personas que forman parte de esta microempresa quiteña (cuatro en la parte administrativa y de ventas, y cuatro entre carpintería y lacado).

La firma ha funcionado por muchos años en la av. General Rumiñahui, en el valle de Los Chillos, pero en este momento se vio en la necesidad de migrar al norte de Quito, para mejorar su conexión con proveedores y clientes.

"Lo que nos hace diferentes es que asesoramos a los arquitectos, desde que la idea está concebida por las amas de casa, por las empresas de ingeniería y de construcción".

Además estos emprendedores brindan asesoría en la parte técnica. "El valor agregado es, justamente, el servicio personalizado que tenemos, desde la idea hasta la terminación del producto. Y, en cualquier problema, podemos responder tanto en el diseño como en la parte técnica. Nosotros estamos ahí para responder en ese momento", dice.

Entre los clientes, la respuesta es positiva. Alejandro Tapia señala que el hecho de contar con asesoramiento y un trabajo minucioso sobre el pedido, ha hecho que sus ingenieros y arquitectos confíen en esta pequeña empresa para los trabajos.

En estricto sentido, lo que ha hecho este negocio es llevar la fabricación de muebles desde un nivel artesanal hacia uno más industrial. "Manejamos materiales como la chonta, la tagua, las semillas y ciertas artesanías que tienen que ver con tejidos. Estos insumos los incorporamos a los muebles, todo ello sin olvidarse de cómo se comenzó, que es ofrecer este servicio de exclusividad y servicio personalizado", añade Ruiz.

El futuro es promisorio para la pequeña empresa, que con su nueva imagen pretende llegar hacia otros mercados en el país. Por lo pronto, tal como los cedros, seguirá creando productos de alta calidad y complaciendo los detalles más exigentes de sus clientes.

La microempresa

Catálogo de productos. Pérgolas, muebles de sala, de oficina, sillones, escaleras, cubiertas..., todo ello se ofrece a los clientes.

Los materiales.  En bambú o en distintas combinaciones de madera, las opciones son múltiples.