Un estudio presentado el año pasado por Startup Genome, muestra que el 73% de los fundadores de startups en el mundo, gana entre USD 0 y 50 mil al año. El gran grueso, eso sí, parece estar más cercano a cero.

De hecho en EE.UU. es muy popular el término "Ramen profitable", que hace referencia a la fase en la que las empresas recién comienzan a hacerse rentables y sus ingresos sirven para pagar los gastos y para que sus fundadores coman sopa de fideos (ramen).

De acuerdo a los datos que consiguió Startup Genome, con un promedio de USD 72 363 al año, Australia es el país donde los fundadores de startups reciben los salarios más altos del mundo. Los sueldos en ese país superan así a los de los emprendedores en Los Angeles y Silicon Valley y - aunque no existen cifras oficiales-, también a los de los chilenos.

Sebastián Vidal, director ejecutivo de Start-Up Chile, dice que por lo que ha podido ver, los sueldos de los fundadores locales tienden a ser bajísimos o simplemente inexistentes.

El tema de los sueldos a los trabajadores parece ser esencial cuando una startup está partiendo.

Chris Pruijsen, fundador de Sterio.me, por ejemplo, cuenta que desde que comenzó su compañía hace más de un año, no ha tenido un sueldo fijo, sin embargo, siempre se ha preocupado de ordenar las finanzas para pagar a sus empleados. De acuerdo a su experiencia, los fundadores deben mantener su foco puesto en el equity (participación en la empresa) y no en sus sueldos, al menos hasta que consigan levantar dinero, por varios cientos de dólares, como mínimo.