El BCE compra desde marzo deuda pública y privada de la zona del euro por una cantidad de 80 000 millones de euros mensuales. Foto: Wikicommons

El BCE compra desde marzo deuda pública y privada de la zona del euro por una cantidad de 80 000 millones de euros mensuales. Foto: Wikicommons

El BCE temió los efectos negativos del brexit, pero después se ha relajado

7 de julio de 2016 10:23

El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) temió en su última reunión, celebrada el 2 de junio antes del referéndum en el Reino Unido, que el brexit tuviera efectos negativos importantes en el crecimiento de la zona del euro, pero después se ha relajado.

En las actas de esa reunión, publicadas hoy (7 de julio), el BCE señala que el máximo órgano ejecutivo de la entidad coincidía en que el brexit era una importante fuente de incertidumbre, pese a que en los mercados la preocupación por un posible voto a favor de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) en la consulta había disminuido a comienzos de junio.

Los mercados de divisas "habían reflejado una disminución de la incertidumbre al reducir la volatilidad implícita", según se desprende de las actas.

"Los miembros del consejo de gobierno también intercambiaron opiniones sobre el posible impacto en la zona del euro del inminente referéndum en junio en el Reino Unido", indica el documento que resume las deliberaciones.

"Hubo un acuerdo general de que esto era una importante fuente de incertidumbre respecto a las perspectivas económicas y que en caso de que el Reino Unido votara abandonar, en el caso de un brexit, podría haber efectos negativos significativos, aunque difíciles de anticipar, para la zona del euro a través de una serie de canales, incluidos el comercio y los mercados financieros", según el BCE.

Al mismo tiempo, el consejo de gobierno del BCE consideró en aquella reunión que, en caso de que el Reino Unido decidiera permanecer en la UE, se podría producir un efecto al alza en las perspectivas de crecimiento de la zona del euro.

Un 52% de los británicos votó el pasado 23 de junio a favor de que el Reino Unido abandone el bloque comunitario.

Al día siguiente, las bolsas de todo el mundo se desplomaron y la libra esterlina ha caído hasta su valor mínimo frente al dólar desde hace 31 años.

Pero posteriormente se ha producido una estabilización en los mercados financieros, aunque se mantiene una elevada volatilidad, y el BCE se ha mostrado más relajado.

El presidente del BCE, Mario Draghi, dijo a los líderes europeos que el brexit puede restar entre 0,3 y 0,5 puntos porcentuales de crecimiento a la eurozona en tres años, cifras que son pequeñas, a juicio del analista de Commerzbank Michael Schubert.

Además, Draghi advirtió a los dirigentes europeos de que ahora deben comprometerse a trabajar "juntos".

Otros miembros del BCE también se han mostrado relajados respecto a las implicaciones del brexit en la economía de la zona del euro.

Benot Coeuré, miembro del comité ejecutivo del BCE, ha considerado que es demasiado pronto para acordar cómo responder a la decisión del Reino Unido, por lo que es probable que la entidad monetaria espere a ver la reacción de los bancos y las empresas antes de actuar.
El presidente del Bundesbank (banco central alemán), Jens Weidmann, no ve necesidad de que el BCE aplique más estímulos monetarios por el brexit.

El BCE compra desde marzo deuda pública y privada de la zona del euro por una cantidad de 80 000 millones de euros mensuales.

La entidad monetaria prevé adquirir deuda hasta, como mínimo, marzo del próximo año.
Desde marzo de 2015, la entidad monetaria compró durante un año 60 000 millones de euros mensuales.

El consejo de gobierno está convencido, conforme a las actas, de que los estímulos monetarios apoyarán la recuperación económica de la zona del euro y llevarán la inflación hasta cerca del 2 %.

Junto a las compras de deuda, el BCE ha bajado su tasa de interés rectora hasta el 0%, cobra a los bancos un 0,4% por sus depósitos y ha vuelto a inyectar dinero a cuatro años, también al 0 %.

Las actas reflejan que el BCE también consideraba positivo a comienzos de junio que la Reserva Federal estadounidense (Fed) subiera los tipos de interés, algo que los mercados consideran cada vez menos probable.