Smiby saldrá a la venta a fines de enero y costará 68 000 yenes (511 euros, aproximadamente).

Smiby saldrá a la venta a fines de enero y costará 68 000 yenes (511 euros, aproximadamente).

Agencia EFE
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En Japón crean bebé robot para acompañar a los adultos mayores

26 de enero de 2015 14:14

Smiby es la nueva apuesta robótica de las empresas en Japón, país con la población más longeva del mundo, para paliar la sensación de aislamiento de los mayores que viven solos.

Se trata de un bebé ávido de mimos que demanda constantemente la atención de su veterano "progenitor”.
Smiby mide 44 centímetros de largo y pesa 1,2 kilos. Es de plástico y silicio. Está dotado de un sensor diseñado para reaccionar cuando sus "padres" lo acunan.

El bebé robot viste un mono blanco aterciopelado, está coronado con un cordón rosa y dos suaves pompones. Ríe cuando lo agarran y sus mejillas se sonrojan cuando está contento.

También llora si se lo balancea con violencia o se lo deja demasiado tiempo solo. En ese momento sus ojos negros se tornan azules, simulando lágrimas. Si tras un lapso nadie acude a atenderlo, se duerme solo.

Masayoshi Kanoh es quien dio vida al neonato autómata. El profesor de la Universidad Chukyo de Nagoya explica que desarrolló un robot que no sabe hacer nada con el fin de ofrecer a los adultos mayores un ambiente donde tengan un objetivo vital: cuidar a su robot.

El proyecto comenzó en 2008, pero no fue hasta 2010 cuando Kanoh comenzó a colaborar con la empresa Togo Seisakusyo. Allí nació Smiby.

El robot saldrá a la venta a fines de enero y costará 68 000 yenes (511 euros, aproximadamente). Emite 500 tipos de voces, según la situación. Reproduce sonidos de niños de un año que los desarrolladores grabaron durante seis meses.

Kanoh asegura que aquellos que lo han probado experimentan una "sensación de cariño", y que su expresión y forma, además de su voz, "los relaja".

Pero Smiby no es el primer robot creado expresamente para la tercera edad por los nipones, que cuentan con la sociedad más envejecida del mundo. Casi 33 millones de personas mayores de 65 años, más de la cuarta parte de su población.

El más conocido es Paro. Un robot que tiene forma de cría de foca arpa, desarrollado por el Instituto Nacional de Ciencia Industrial Avanzada y de Tecnología nipón. En 2008 sus bondades terapéuticas se reconocieron en el Libro Guiness, año en que se le calificó como el robot más terapéutico del mundo.

Paro mide 57 centímetros. Está cubierto por piel artificial, se comporta de manera cariñosa cuando se le acaricia. Además, diversas pruebas demostraron sus poderes curativos en personas de avanzada edad, como la reducción del estrés y depresión.

También existe Tocco. Un robot-peluche con forma de oso panda, que la Universidad de Waseda, en Tokio, creó para asistir a quienes hacen ejercicios de locomoción o rehabilitación. Sus creadores afirman que para las personas ancianas es más entretenido ejercitarse a través de un muñeco de ese tipo.