Luis León está al frente de Freshcosta. La iniciativa surgió en el 2012 y hoy su producto llega a Suecia, Holanda, Australia, Corea del Sur, EE.UU. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
Redacción Guayaquil (I)
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Con cacao y frutas llegan a 4 continentes

Parecía una combinación imposible. Pero Luis León, un joven arquitecto mexicano radicado en Guayaquil, pensó ¿por qué no mezclar cacao con frutas tradicionales del Ecuador? Así nació, en agosto del 2012, Freshcosta, una empresa familiar que elabora barras de chocolate cuya materia prima proviene de cultivos orgánicos de la Amazonía. León, gerente de la pequeña empresa, puso en marcha su idea y la plasmó en un primer producto, un 'pack' de cinco barras de chocolate orgánico que en su interior llevan trocitos de mango, piña, orito -una variedad pequeña de guineo-, cáscara de naranja, y ají.

El producto, bautizado como Chocoé, no tardó en generar interés entre los visitantes de las ferias donde la pequeña empresa familiar empezó a exhibirlo. Con tan solo dos meses de haber lanzado las barras de chocolate, sus creadores empezaron a recibir pedidos del exterior. Los primeros fueron de Colombia, donde ahora tienen contactos con locales que venden sus productos.

Poco después, Freshcosta empezó a trabajar en una barra de chocolate gourmet. El producto se bautizó como Kuná, una barra con un 71% de contenido de cacao, que se combina con sabores a cardamomo con sal, uvilla con sal de mesa, y con vainilla. Las tres barras se comercializan en un 'pack', con un diseño de reminiscencias precolombinas, desde la forma del chocolate hasta los dibujos de la envoltura, en papel reciclable.

La firma adquiere el cacao a dos cooperativas agrícolas, Wiñak y Kallari, ambas del Napo. Son alrededor de 600 hectáreas distribuidas en chacras -pequeñas parcelas de tierra- pertenecientes a 800 familias de campesinos de Napo y Archidona. Los agricultores orgánicos de estas zonas entregan el 100% de su producción, en el caso de la cooperativa más pequeña; y hasta el 10% de su cosecha, en el caso de la más grande. "El sabor del cacao de estas zonas es muy marcado, con sabores florales como flor de jazmín, frutos rojos y tierra húmeda", explica León.

La empresa ha invertido alrededor de USD 100 000 en sus casi dos años de trabajo. Cada temporada de cosecha, que va de marzo a junio, obtiene 1 250 quintales de cacao, que se transforman en aproximadamente cuatro toneladas de chocolate para la exportación.

Europa es su principal destino, con compradores en Suecia, Holanda y Bélgica. Pero también hace envíos a Australia, Corea del Sur, EE.UU. y Canadá.

Los creadores de estos chocolates también prevén incursionar este año en el mercado ecuatoriano. Sus dos productos orgánicos, y la variedad de sabores llamaron la atención a negocios especializados en este segmento de alimentos.

Ana Zúñiga, una promotora del consumo de alimentos orgánicos, espera ofrecer los productos de Freshcosta en el local que abrirá en Guayaquil. "El chocolate es delicioso. Lo conocí en una feria y me interesó como insumo para elaborar los bombones y 'snacks' energéticos".

La empresa familiar consiguió las certificaciones de producto orgánico para poder ingresar a la Comunidad Europea y Estados Unidos. A este último mercado planea ingresar formalmente con distribuidores, debido a la buena demanda. Actualmente, Freshcosta vende el 20% de su producción a través de pedidos por Internet.

EL DATO:

USD 30 000 facturó en el 2013, este negocio.