Redacción Quito
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Carrera de gigantes con precios ‘chicos’

Alrededor de 100 000 motocicletas se venden anualmente en el Ecuador. De ellas, el 98% es de la gama baja (por su pequeño cilindraje) o popularmente llamadas como “utilitarias”. Pero además, de toda la oferta de este tipo de motocicletas, el 90% es de procedencia china ensamblado dentro del país.

La avalancha de estos vehículos desde el gigante asiático no es algo que ocurra solo en Ecuador, sino que se ha instalado en todo el mundo debido, principalmente, a que son productos de bajo precio. Por ello, las grandes marcas japonesas, que históricamente han liderado los mercados, han decidido entrar a la competencia y producir modelos de baja gama.

Y esa política ya se siente en el país, donde los representantes de estas casas niponas confirman que, dada la alta demanda de este tipo de motocicletas, se ha decidido en los últimos meses incorporar una mayor oferta en este segmento. Por ello, ahora es posible encontrar motocicletas de menos de 250 centímetros cúbicos a valores menores a los USD 3 500.

“Ahora podemos tener modelos con precios más competitivos. Pero principalmente nos estamos enfocando en vender nuestra marca, la seguridad de tener un buen producto, con garantía, no desechable”, asegura el gerente de Marketing de Honda, Francisco Cornejo.

Carlos Manuel Hervas, de Kawasaki, también dirige su análisis en la misma línea y explica que el problema de las motocicletas chinas es que su vida útil no supera los tres años, y su precio es sumamente bajo: entre USD 800 y 1 000.

“Hace un par de años ofrecíamos una moto de baja gama que era Bajaj, que se vendía en alrededor de USD 2 500. Pero la fábrica en Japón decidió dejar de fabricarla. No sé por qué. Pero sí sería bueno volver a sacar modelos económicos ya que la demanda es muy alta”.

Por su parte, Adrián Neira, de Yamaha, señala que las marcas japonesas han logrado alcanzar un 4% del pastel en este mercado, en estos dos últimos años, y que la proyección es llegar al 15% en el futuro.

“La gente ya se dio cuenta y busca calidad. No es lo mismo comprar una moto desechable, que se le dañará en poco tiempo, a una de nuestra marca que ofrece una garantía de 25 000 kilómetros”.

Del lado de las ensambladoras locales, las cifras muestran la confianza de los compradores. Las motocicletas cuestan entre USD 1 000 y 1 800, en promedio, y solo Motor Uno, por ejemplo, ensambla alrededor de 20 000 unidades por año.

Eso sí, todos coinciden en observar un fenómeno que se ha dado en los últimos años: la progresiva demanda de estas motocicletas por parte de las mujeres. Y, aunque aún solo constituyen el 2% de la demanda total, la expectativa de crecimiento es optimista para los próximos años.

Carla Dávila es una de ellas. Cuenta que adquirió una moto, pese a disponer de vehículo, “por tres razones: precio, facilidad para movilizarse y ahorro de gasolina”.