Redacción Quito
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Celulares casi indestructibles

Supercelulares resistentes a derrames de agua, gaseosa o café. Aparatos que resistan caídas de más de 10 metros de altura, e incluso, hasta martillazos en la pantalla es el sueño de todo usuario que realiza una fuerte inversión cuando decide invertir en un teléfono inteligente.

¿Se imagina que en tan solo 25 minutos su artefacto adquiera estas características de resistencia? Esto es posible gracias a la nanotecnología.

Liquipel es una firma tecnológica que nació en Silicon Valley (EE.UU.), que hace posible que diferentes materiales puedan ser resistentes al agua, aplicando nanotecnología.

"La nanotecnología es bla bla bla… Para una persona común, esta área de la ciencia no influye en su vida cotidiana, hasta que se oferten soluciones que estén al alcance de su mano", afirma Xavier Ponce, CEO de Liquipel en Ecuador.

En dos semanas esta firma ofrecerá la posibilidad para que los dispositivos electrónicos puedan ser resistentes al agua.

Para conseguirlo, Ponce explica que los aparatos se introducen en una máquina parecida a una refrigeradora, que crea un vacío, luego de ello un líquido, que se convierte en gas, penetra por cada uno de los componentes del equipo; ese recubrimiento es imperceptible para el ojo humano y no altera visiblemente la apariencia de los materiales.

El ejecutivo sostiene que esta capa invisible "no convierte al celular en un dispositivo que funciona dentro del agua, pero lo protege de accidentes ocasionales, como la caída en una piscina".

Juan Carlos Narváez, gerente de Happy Phone, taller especializado en reparación de celulares, comenta que los tres tipos de daños más frecuentes que atiende son: roturas de pantalla por caídas, equipos que se han mojado y problemas que tienen que ver con el voltaje, debido al mal uso de los cargadores.

Los costos de las reparaciones están entre los USD 100 y 300, dependiendo de la marca del equipo y del daño.

Pero también, Liquipel ofrecerá sus soluciones para otras industrias, como la textil o la petrolera. Por ejemplo, comenta Ponce, se puede realizar el mismo tratamiento para impermeabilizar prendas que se usan en el ejército o proteger a piezas de maquinaria petrolera que operan en plataformas marítimas.

César Costa, catedrático de la Escuela Politécnica Nacional -especializado en nanotecnología-, comenta que la ciencia puede modificar características físicas o químicas de materiales para volverlos más resistentes y volubles.

La empresa

  • La creación.  La firma nació en el 2009 como Gadget Evolutions, para el 2012 se convirtió en Liquipel.
  • En la región. Ecuador es el primer país de Latinoamérica en el que opera esta franquicia tecnológica.
  • Los acuerdos.  La compañía está en conversaciones con Yachay, para el desarrollo de nuevas aplicaciones en diferentes ámbitos.