Nelson Calle es el fundador de Abysmo, un negocio de cerveza artesanal. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
REDACCIÓN QUITO (I) Twitter: @RevistaLideres
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La cerveza de este local tiene secretos de Múnich y Chicago

El segmento de la cerveza artesanal está en plena expansión en Quito y sus protagonistas afinan sus estrategias para enganchar a los consumidores. Nelson Calle, ingeniero en alimentos, planificó meticulosamente su entrada a este dinámico mercado.

Su familia contaba con un local en el norte de Quito, que podía funcionar como taller de producción y punto de venta. Eso lo animó a viajar a EE.UU. para estudiar un diplomado en Tecnología Cervecera en el Siebel Institute, en Chicago. Eso se dio en el 2012.

Su siguiente paso fue aprender al detalle todas las técnicas en la elaboración de la cerveza artesanal. Como parte del diplomado también viajó a Múnich, Alemania, para completar la formación.

De retorno al Ecuador, empezó el trabajo para montar lo que hoy es Abysmo, un local de cerveza artesanal que en la actualidad oferta ocho variedades a sus clientes. La inversión inicial fue de USD 25 000 en la maquinaria que Calle diseñó con sus conocimientos adquiridos en EE.UU. y Alemania. "Emprender es bastante difícil. Hay muchos requisitos que exigen las autoridades". Calle no se desanimó y empezó a producir hace unos dos años. "Lo hacía bajo pedido".

Pero él intuía que podía crecer más. Así, adecuó el local de su familia que hoy tiene 400 metros cuadrados y lo convirtió en una suerte de 'pub'. Allí la demanda de oficinistas y extranjeros crece sostenidamente, desde mayo de este año. En sus inicios Abysmo elaboraba 300 litros al mes; hoy produce alrededor 4 800 litros.

En este crecimiento es clave el trabajo en equipo. Tres personas se encargan de la producción y 15 colaboran en la cocina, la caja, en el servicio...

Ana Nájera es proveedora de materia prima para Abysmo. "Nelson se contactó con nosotros en busca de materia prima. Hoy le entregamos malta, lúpulo...". Nájera añade que en Quito la competencia de estos productos está creciendo.

Nicolás Pinzón es cliente de Abysmo. Él comenta que este emprendimiento tiene dos ventajas: la primera es que tiene local propio, lo que le permite conocer de cerca a sus consumidores. "Además al conocer las opiniones de sus clientes puede incrementar la variedad de las cervezas que oferta".

Calle está contento con lo alcanzado con su iniciativa, pero sus planes no se han detenido. Este momento Abysmo tiene un solo local en el norte de Quito, pero para los siguientes años planea crecer en la capital y en otras ciudades.

El mercado

Las ventas. Abysmo factura un promedio de USD 35 000 al mes. La mayoría de esa cantidad corresponde a cerveza artesanal.

La oferta. Este emprendimiento también ofrece a sus clientes empanadas y picaditas.