La tsáchila Flor Aguavil lleva ocho años trabajando en los centros culturales de la comuna Chigüilpe. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES

La tsáchila Flor Aguavil lleva ocho años trabajando en los centros culturales de la comuna Chigüilpe. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES

Chigüilpe es una comuna para el turismo

15 de enero de 2018 09:38

Tres nuevos emprendimientos turísticos se han creado en la comuna tsáchila Chigüilpe.
Los nativos han utilizado los espacios verdes y el pequeño bosque para mostrar a los turistas, las tradiciones ancestrales.

El centro cultural Ka-tiluli, que en tsa’fiki significa árbol de palma real, fue inaugurado hace cinco meses y está integrado por 18 tsáchilas de todas las edades.

Ellos construyeron dos espacios para el proyecto turístico. En el primero se encuentra el área musical y el taller de artesanías.

Mientras que al cruzar una calle de tierra se puede observar la entrada hacia el bosque nativo. Allí se construyó un sendero con plantas decorativas y escaleras de madera. Al transitar por el lugar, el turista se encuentra con más de cinco estaciones en las que se exponen las costumbres tsáchilas como los telares donde se confecciona la indumentaria tradicional.

También se puede ver las plantas de la caña de azúcar con la que preparan la chicha o malá en tsa’fiki o el consultorio chamánico, la vivienda ancestral e incluso hay una estación en la que se le rinde tributos a los ancestros tsáchilas, entre otros.

Una de las novedades de Ka- tiluli es que los turistas pueden aprender sobre las tradiciones agrarias nativas. Los guías tsáchilas le explican al visitante cómo se cultiva el cacao e incluso les venden la mazorca por USD 0,50.

Para construir esos dos espacios, los tsáchilas debieron conseguir más de 18 000 toquillas y
10 000 cañas guadúa. “Fue un trabajo en minga con materiales del medio”, señala la líder del proyecto, Flor Aguavil.

Al frente de Ka-tiluli se creó otro emprendimiento nativo llamado la Isla Tsáchila.
En este lugar se ofrecen caminatas por el río Chigüilpe en las que se pueden observar animales como aves, peces, guantas, sapos, escarabajos, mariposas e insectos.

Según Leonardo Aguavil, representante de Isla Tsáchila, la idea del emprendimiento es fomentar el ecoturismo en la provincia.

Hace unos meses este centro cultural firmó un convenio con Ka-tiluli para ofrecer un paquete de USD 2 por persona, que incluye la caminata por el río y una exposición de las costumbres y tradiciones tsáchilas.

La guía turística tsáchila, Cruz Calazacón, explica que este tipo de alianzas son importantes porque se unen esfuerzos y se le brinda una mejor atención al turista.

Ella señaló que a través de las redes sociales se están promocionando y en cinco meses ya han tenido la visita de dos grupos extranjeros.

A unos 200 metros de estos emprendimientos, la familia Calazacón también instaló un centro cultural llamado Tradiantsa (Tradición ancestral tsáchila).

Este emprendimiento aún está construyéndose, pero ya recibe turistas. Los mayores atractivos de este centro cultural es el grupo de música, que ha participado en concursos nacionales y la medicina ancestral.

Esta actividad es realizada por una mujer: Albertina Calazacón. “Antiguamente la medicina solo la podían practicar los hombres. Pero se ha demostrado que el don también lo tenemos las mujeres”, señala Melina Calazacón, guía nativa de Tradiantsa.

Según el gobernador tsáchila, Javier Aguavil, Chigüilpe se ha convertido en una de las comunas más visitadas por su cercanía a la ciudad (15 minutos del centro). Por eso, ya se han instalado siete centros culturales.

Según Augusto Calazacón, historiador tsáchila, esta comuna fue la primera en recibir turistas que buscaban curaciones de los chamanes hace más de 40 años.

Hace dos décadas se creó el primer emprendimiento turístico que fue el Museo Tsáchila. “Allí se formaron los líderes de los otros centros culturales, quienes incluso le enseñaron a los tsáchilas de otras comunas”, dice Calazacón.

Según la Directiva Comunitaria de Chigüilpe, la primera actividad económica de la comuna es el turismo, seguido de la agricultura. Al año se reciben a unos 4 000 turistas nacionales y extranjeros.