María del Pilar Mora y Gustavo Guerrero, muestran su bebida y uno de los premios que ha ganado Frutichocho. Foto: Paúl Rivas / LÍDERES

María del Pilar Mora y Gustavo Guerrero, muestran su bebida y uno de los premios que ha ganado Frutichocho. Foto: Paúl Rivas / LÍDERES

Chocho y frutas son la base de esta bebida

17 de enero de 2017 12:30

La intolerancia a la lactosa que sufre la ingeniera en alimentos María del Pilar Mora y la limitada variedad en las alternativas de bebidas para personas con su misma condición en el Ecuador fueron los motores que activaron la creación de una leche vegetal.

Mora y su esposo, Gustavo Guerrero, de profesión ingeniero agroindustrial, diseñaron el primer prototipo del producto en Barcelona, España, mientras cursaban una maestría como becarios Senescyt, entre 2013 y 2014.

Cuando regresaron al país decidieron pasar al desarrollo del producto. Empezaron a investigar sobre gramíneas que, además de ser un alimento ancestral y tradicional ecuatoriano, brinden buenas dosis de proteínas, calcio y hierro. Así dieron con el chocho.

Con ello, los emprendedores dieron inicio a su empresa AlimentArte, con su producto estrella Frutichocho. Guerrero, gerente general de AlimentArte, asegura que vieron la oportunidad en una necesidad de mercado insatisfecha, ya que en el país hacía falta cumplir con las personas intolerantes a la lactosa y con los diabéticos, que requieren cuidar lo que consumen.

“No estamos compitiendo con la leche. Ofrecemos una bebida rica en proteínas, hierro y calcio no agregado, sino naturalmente obtenido del chocho”, aclara Guerrero, al explicar que si bien están dirigidos a este nicho de mercado mencionado, también apuntan a toda persona que busque una alternativa saludable en el segmento de bebidas con proteínas.

El producto Frutichocho es una leche de chocho con pulpa de frutas (sabores mora, maracuyá y natural), que no contiene azúcar, pues es endulzado con stevia; tampoco tiene preservantes y posee un alto componente de proteínas y minerales de origen vegetal.

Este emprendimiento se incubó durante un año en ConQuito, donde trabajaron en la idea de gestación, desarrollo de prototipo, testeo y definición de mercados. Actualmente se distribuye en cinco tiendas orgánicas y ya empezaron las conversaciones con otros negocios del sector alimenticio.

Para este año la expectativa es ingresar a cadenas de retail, ya que disponen de registro sanitario y han logrado varios contactos gracias a su participación en varias ruedas de negocios.

Lo obtenido en las ventas y los aportes ganados en diversos concursos se reinvierten para subir sus volúmenes de producción. Mora, quien es la gerenta técnica de Alimentarte, explica que se están enfocando en terminar los prototipos finales para ampliar su línea de productos.
Sus ventas iniciaron a finales de junio de 2016, alcanzando cerca de USD 1 000 mensuales, aunque el trabajo en el emprendimiento viene desde septiembre de 2015.

Hay varias presentaciones como parte del ‘feedback’ de sus consumidores. La más pequeña fue en atención a los clientes que buscaban el producto en un tamaño más cómodo de llevar en la lonchera o en la cartera. “Nos adaptamos al mercado”, dice Guerrero.

David Montenegro, consumidor de la bebida, enfatiza el beneficio para las personas con intolerancia a la lactosa. “Es saludable y al mismo tiempo sabe muy bien”, comenta al añadir que su sabor favorito es el de maracuyá.