La empresa preparó una feria para mostrar las creaciones de los niños del programa SEED, en la Amazonía. Foto: Cortesía: Schlumberger

La empresa preparó una feria para mostrar las creaciones de los niños del programa SEED, en la Amazonía. Foto: Cortesía: Schlumberger

La ciencia y el juego son las claves de ‘Semilla’

21 de diciembre de 2016 12:53

El amor a la ciencia desde la niñez y la creación de aparatos para mejorar la vida de las comunidades son los objetivos que persigue el programa Schlumberger Excellence in Education Development (SEED), que surgió en el 2001.

El proyecto surge con la idea de que se eduque a los niños en materia de ciencia y tecnología, según explica Nelson Baldeón, quien es director de Comunicaciones de la empresa petrolera Schlumberger, firma francesa, que desarrolla campos petroleros en el Ecuador.

Esta iniciativa busca que los estudiantes de educación básica se inmiscuyan por medio de laboratorios donde pueden vincularse con la ciencia. “Hay tarjetas con las que pueden hacer música. Se hace un piano de frutas y tocan lo que les guste”, dice Baldeón.

Según él, este es un ejemplo práctico, que hace que se despierte la curiosidad en los menores de edad. “Ya le queda la inquietud y en este ejercicio hay electricidad, energía que provocan el sonido”.

El proyecto busca además que se despierte el instinto de los estudiantes por materias como la Física, Química y demás materias que permiten a los niños crear e innovar. “A través de la ciencia podemos encontrar la verdad”.

El juego, la curiosidad y el aprendizaje están estrechamente vinculados, opina Baldeón. “Si uno no es curioso se limita. Hay que cambiar modelos por medio de las tecnologías”.

Baldeón señala que otro de los objetivos es agregar valor agregado a los productos que se preparen dentro de los laboratorios, que se armaron dentro de las 32 escuelas que están inmiscuidas en el proyecto, que traducido al español se llama semilla.

Se han formado a 15 000 niños que se han beneficiado con esta iniciativa de la firma petrolera.

Los laboratorios se instalaron en provincias como Orellana, donde trabaja la empresa en sus labores de extracción de petróleo. La compañía además levantó sus laboratorios en escuelas de la costa ecuatoriana. “No podemos limitar este tipo de conocimientos que son positivos para los niños”.

La capacitación con los maestros de las escuelas es importante para desarrollar estos proyectos. “Se cambia la mentalidad de niños, y la de los maestros”.

El próximo año, la empresa desarrollará nuevos proyectos pilotos para que la iniciativa principal se extienda a otros establecimientos educativos. Se busca firmar un contrato con entidades públicas para instalar los laboratorios en seis instituciones a escala nacional. “Estamos a las puertas de firmar un proyecto piloto”.

Paola Vega, quien es madre de un niño de seis años, señaló que este tipo de proyectos es importante para el desarrollo de los niños. En su caso considera que se debería ampliar el proyecto en todas las instituciones educativas.

Adicionalmente, este programa abarca a los universitarios y a personas con capacidades especiales, señala Baldeón.