Si la sociedad ecuatoriana honrara los compromisos de palabra, la crisis institucional que se destapó en el Consejo Nacional Electoral (CNE), a propósito de las miles de afiliaciones fraudulentas para la reinscripción de las organizaciones políticas, estaría superada. Los mensajes que Domingo Paredes ha tratado de incorporar al debate público, caracterizado por el nerviosismo, la incomodidad y la desconfianza de ciudadanos y organizaciones políticas, buscan dar una respuesta institucional.

Pero ¿es este el momento y están dadas las condiciones para su mensaje? Paredes habla de la acción transparente y oportuna de quienes ahora dirigen el CNE; y que desde su despacho lucha contra 30 años de una función electoral que jamás dio respuestas oportunas a los ciudadanos.