La empresa carrocera Varma, en Ambato, cuenta con un sistema de producción lineal tipo ensambladora. La inversión y la capacitación son dos de sus fortalezas. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES

La empresa carrocera Varma, en Ambato, cuenta con un sistema de producción lineal tipo ensambladora. La inversión y la capacitación son dos de sus fortalezas. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES

El diseño de buses, su valor extra

15 de enero de 2018 09:53

En la empresa Varma el eslogan ‘A la vanguardia de las carrocerías’ se cumple. Sus 17 diseños de autobuses escolares, de turismo, urbano, interprovincial e intercantonal homologados por la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), recorren las carreteras de todo el Ecuador.

En la empresa ambateña la inversión, el diseño y la capacitación de la mano de obra son los sinónimos de calidad y los pilares de esta industria carrocera. Su fundador, Luis Vargas Mayorga, es el responsable de los modelos Inter City, City Bus y City Class fabricados para trabajar en distintas condiciones.

El año pasado,salió al mercado el último de sus diseños: el VM6. El diseño aerodinámico y el confort permitieron competir con otras firmas carroceras en el mercado. En la actualidad es uno de diseños con más acogida por los transportistas de Loja, Guayaquil, Cuenca y otras ciudades.

Los ingresos crecen. El año pasado, Varma facturó USD 3,2 millones y dio empleo directo a 120 personas e indirecto a 250 proveedores de pintura, asientos, ropa...

La historia de la empresa arranca en 1955 cuando Vargas viajó a Alemania para estudiar ingeniería mecánica. A su retorno en 1960 la empresa carrocera norteamericana Thomas, instalada en Quito, lo contrató. Luego de un año de adquirir experiencia y conocimientos retornó a Ambato para montar su propio taller con una inversión inicial de 30 000 sucres, obtenidos a través de créditos de las instituciones financieras.

Con los recursos levantó un galpón y compró las máquinas soldadoras, dobladoras, materia prima. También contrató ocho obreros y abrió las puertas en la avenida Pichincha, en el oriente de la ciudad. Vargas recuerda que uno de los primeros pedidos fue la construcción de un furgón para una empresa harinera de país. Luego se convirtió en la primera empresa en producir en Ambato una carrocería metálica, después de Thomas.

Juan Pablo Vargas, el actual gerente, dice que su padre buscó un nombre comercial para producir sus carrocerías de calidad, es así que usó parte de las letras de sus apellidos (Vargas Mayorga) para ponerle Varma. “Desde entonces no hemos parado y nos mantenemos firmes y a la vanguardia”.

Él explica que la fama y el prestigio, a más de la calidad, se dieron porque se acortaron los plazos de producción de las carrocerías. “Mi padre aplicaba sistemas y métodos alemanes en la manufactura, es decir, producía las carrocerías antes que llegue el chasís. Eso ayudó a producir hasta 25 buses mensuales. Además de furgones, autoferros, adaptaciones y más”.

Una de las mejores decisiones de su progenitor fue reinvertir las utilidades, lo que ayudó en el crecimiento. “El éxito de mi papá es que viajaba por todo el país ofreciendo nuestros diseños a los gerentes de las cooperativas de transporte urbano, interprovincial e interparroquial”.

La empresa tiene sus hitos. En 1970, luego de adquirir en 300 000 sucres una propiedad de 13 000 metros cuadrados, construyó una nueva planta de Varma. Esta funcionó hasta el 2004, cuando la firma se mudó nuevamente.

La inversión fue de USD 2,4 millones en la construcción de las naves, la infraestructura y el equipamiento con equipos de punta. “Es la única empresa de carrocerías en el país que tiene un sistema de producción lineal tipo ensambladora, donde el chasís va recorriendo las diferentes áreas de trabajo, dejando de ser artesanales”.

El gerente asegura que con el crecimiento logró instalar en los inicios un propio departamento con dos ingenieros diseñadores y en la actualidad trabajan ocho. Es por ello que cada dos años renuevan los modelos.

Una de las últimas inversiones fue de USD 200 000 en la instalación de un galpón solo para atender reparaciones, colisiones y mantenimiento. Ahora los directivos planean inyectar USD 500 000 para la ampliación de la planta y equipamiento tecnológico. La idea es construir 40 carrocerías mensuales.

Uno de sus clientes es la Compañía de Transporte Urbano Rapitrans de Quito. Juan Barrones, dirigente, dice que la calidad, el diseño y lo moderno les llamó la atención, por eso decidieron manufacturar 10 buses. “Visitamos las plantas y nos gustó la tecnología, la calidad del trabajo, por eso decidimos los socios quedarnos con Varma”.