Paúl Dávila y Michelle Pérez, compañeros desde el Colegio Rudolf Steiner,  son los fundadores de Capivara. Foto: Patricio Terán / LÍDERES

Paúl Dávila y Michelle Pérez, compañeros desde el Colegio Rudolf Steiner, son los fundadores de Capivara. Foto: Patricio Terán / LÍDERES

Diseño y colores autóctonos son su marca distintiva

30 de enero de 2017 12:17

Cuando decidieron emprender su negocio tenían claro que debía tener dos puntales: basarse en comercio justo y que su canal de distribución sea las redes sociales.

Michelle Pérez, graduada de ciencias políticas y relaciones internacionales, y Paúl Dávila, comunicador digital, escogieron las características de los nuevos negocios: que su base sea Internet que permite ahorrar costos y que tenga un impacto social.

El origen del negocio se remonta a un viaje que los jóvenes realizaron a Montañita (Santa Elena). En la playa se encontraron con un comerciante de botas y zapatos muy coloridos. Wilmer Pérez, un artesano riobambeño, manufactura el calzado junto con su familia y lo distribuía en el balneario.

Pérez cuenta que el artesano en principio elaboraba carteras y luego probó con calzado. Sus productos tuvieron éxito y poco a poco los fue perfeccionando.

El artesano creo diferentes líneas de zapatos y botas y sus creaciones se basan en tejidos con diferentes diseños y tonos vivos.

Los dos jóvenes emprendedores decidieron iniciar su negocio en septiembre del año pasado, con la expectativa de conseguir buenas ventas en la temporada navideña. Para arrancar invirtieron unos USD 3 000 con los que adquirieron 300 pares de zapatos, principalmente botas.
Las ferias artesanales y de diseño que se realizan en la ciudad también han servido de plataforma de promoción para la naciente marca quiteña.

Así nació Capivara, una marca que busca reflejar la diversidad del país a través del animal típico de la Amazonía.

Gracias a las ventas, los jóvenes adquirieron un ‘stock’ de 500 pares de zapatos más para su comercialización, pero en esta ocasión los diseños tienen un concepto más veraniego, pensando en la próxima temporada.

Por las ventas desde septiembre, Capivara facturó unos USD 5 000. Los precios de los zapatos oscilan entre los USD 28 y 44.

Los canales de distribución también se han ampliado. Facebook ya no es su única vitrina y también consignan su producto a tiendas turísticas de la Quito.

Entre los proyectos de Capivara está consolidar la marca y exportar sus productos.
Michelle Novillo, quien estudia un diplomado sobre migración en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), adquirió un par de botas de Capivara en diciembre del año pasado.

Ella comenta que actualmente usa las botas, al menos, tres veces por semana debido al invierno y las bajas temperaturas de la Sierra. Novillo destaca su comodidad y sobre todo el estilo del calzado.