En Los Almendros se ofrecen 300 variedades de dulces, elaborados con productos de la zona como la leche. Fotos: Juan Carlos Pérez para LÍDERES

En Los Almendros se ofrecen 300 variedades de dulces, elaborados con productos de la zona como la leche. Fotos: Juan Carlos Pérez para LÍDERES

La dulcería que conserva el sabor tradicional

31 de julio de 2017 15:58


Una variedad de 300 dulces manabitas se exhiben en cuatro vitrinas de la dulcería Los Almendros, ubicada en Rocafuerte (Manabí).

Ese negocio, que fue inaugurado en 1998, rescata los sabores tradicionales de los dulces manabitas como el alfajor, huevo moyo, rollitos, conitos, limón relleno, rompope, cocadas, troliches, galletas, bizcochuelos, entre otros.

La dulcería, ubicada en la vía Rocafuerte - Portoviejo, nació como un proyecto familiar de los esposos Ondina Delgado y Jimmy Romero. Lo instalaron en un pequeño local en esa misma vía. Empezaron con un pequeño horno y una cocina casera. Pero poco a poco fueron implementando nuevos utensilios de cocina.

Ahora tienen un nuevo local que está dividido en dos. El primero se utiliza para exhibir y comercializar los dulces, helados y lácteos. En la parte externa se instalaron mesas y sillas para que los turistas degusten los productos. En el local trasero se instaló una planta de alimentos, donde se elaboran los dulces.

El olor a canela y leche que emana ese lugar se esparce por todo el barrio. “Muchas veces los clientes llegan por el olor. Porque saben que todos los días se preparan dulces y que por tanto el producto es fresco”, señala Fernanda Romero, administradora de la dulcería.

En la planta trabajan unas 12 mujeres montuvias, que son las encargadas de preservar el sabor tradicional. Pero en temporadas turísticas altas como la de las vacaciones escolares en la Sierra, el Día de los Difuntos y Carnaval se contratan hasta 30 personas más porque la clientela fija, de 100 personas diarias, se triplica.

Durante el día, en la dulcería se fabrican más de 200 variedades, que cuestan entre USD 0,05 y 1. Estos se exhiben en las perchas y los clientes pueden escoger los que más le gustan. Los productos que más se comercializan son los helados caseros, el bizcocho relleno y los alfajores.

Jorge Merino compra cada semana los cuatro tipos de alfajores (cacao, sal, dulce y de manjar) que se venden en la tienda. “Me gusta que puedo elegir lo que yo quiero. Mientras que en otros lugares las tarrinas ya están hechas y no todos los dulces son de mi agrado”, señaló el cliente.

Hasta hace dos años, los productos se elaboraban artesanalmente en las estufas y hornos manabitas. Pero por la demanda del producto debieron invertir en hornos y cocinas industriales. “Solo se cambió el instrumento porque la receta y la elaboración es la misma”, explica Romero.

Las mujeres que elaboran el manjar y las galletas cuentan que la fabricación de esos productos tarda aproximadamente dos horas. En el caso del manjar se debe batir constantemente con una cuchara de madera para que adquiera consistencia y la leche no se queme. “La mujeres montuvias de Rocafuerte aprendimos de las monjitas a elaborar los dulces con los productos que habían en nuestro entorno como la leche, el coco, la harina y la azúcar”.

Romero señala que los productos tradicionales se han vendido a escala nacional. El año anterior, una tarrina con varios tipos de dulces se podía adquirir en los locales de la cadena de pollos KFC. “Cada año esa multinacional selecciona emprendimientos y los promociona en sus locales. Nosotros estuvimos por cuatro meses”.

La quiteña Marlene Velasco viaja cada año a Rocafuerte por los dulces manabitas. “El sabor siempre es el mismo. Cuando KFC los vendía en Quito los compraba cada semana”.