Una de las firmas afectadas por el terremoto del 16 de abril fue Empacadora del Pacífico, que tiene sus instalaciones en Pedernales. Allí se cumplen ahora trabajos de rehabilitación. Foto:  Julio Estrella / LÍDERES

Una de las firmas afectadas por el terremoto del 16 de abril fue Empacadora del Pacífico, que tiene sus instalaciones en Pedernales. Allí se cumplen ahora trabajos de rehabilitación. Foto: Julio Estrella / LÍDERES

Redacciones de Quito y Guayaquil
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USD 150 millones es el impacto del terremoto en exportaciones

20 de mayo de 2016 18:08

Un total de USD 150 millones se dejarán de exportar, por el terremoto que vivió el país el pasado 16 de abril. A este cálculo llegó la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor) luego de analizar, la producción, infraestructura y logística de las firmas exportadoras que se asientan en Manabí y Esmeraldas, las dos provincias más afectadas por el sismo

Las exportaciones desde ambas provincias representan el 8% del total nacional. Pero según Fedexpor esta cifra puede estar subestimada porque no toma en cuenta que hay productos de la zona que se envían por puertos ubicados en otras provincias de la Costa.

Camarón, cacao, conservas de atún, café, oleaginosas, artesanías de tagua y sombreros de paja toquilla son las exportaciones más impactados por el terremoto (ver página 13).

Según Daniel Legarda, presidente de Fedexpor, la afectación no es generalizada y, de alguna manera, el sector exportador logró resistir a la situación. “En el sector con más evaluación de daños, por desarrollar su actividad -en su mayoría- en el cantón Pedernales, es el camaronero. Allí se cuentan 14 000 hectáreas afectadas, de las cuales 6 000 fueron totalmente destruidas”.

Según datos proporcionados por la Cámara Nacional de Acuacultura, la reactivación en estas zonas podría llegar a costar USD 40 millones y demoraría entre seis y ocho meses. Las áreas afectadas representan entre el 8 y el 10% del volumen de exportaciones de camarón en el país.

Las ventas de este sector venían creciendo, pero con el terremoto se prevé un descenso en esa curva.

En el caso de pesca y, en particular la de atún, la mayoría de empresas registró daños menores. “Un muro que se cayó, una máquina que se desconfiguró, entre otros. En ciertos casos paralizaron la actividad unos días hasta que todo volviera a la normalidad y luego continuaron con el procesamiento y exportación”, señala Legarda.

Los pescadores también esperaron que las aguas del mar vuelvan a la normalidad ya que sí hubo una alteración en la cantidad de peces. El impacto no fue alto porque existía stock de producto.

El año pasado las ventas del sector pesquero alcanzaron, de acuerdo a datos de la Cámara Nacional de Pesquería, alrededor de USD 3 300 millones. El peso de las empresas de Manta en el negocio es de alrededor del 55% del total.

Una de las empresas afectadas fue Empacadora del Pacífico, con base en Pedernales. El 20% de la planta de procesamiento resultó afectada por el sismo, según Roberto Ruales, jefe de Recursos Humanos. “La rehabilitación de la parte afectada tomará unos seis o siete meses”, según Ruales.

Pese al mal momento esta empresa se muestra con ánimo. “El terremoto nos golpeó pero tarde o temprano teníamos que reactivarnos. Son casi 800 familias que dependen de la empresa. A veces es un poco complicado con la gente que está un poco dolida, pero se les dijo que aquí están sus plazas de trabajo y que una vez que pase el impacto las actividades se reanudarán por completo”.

Bruno Leone, directivo de este gremio, explica que las plantas procesadoras en Manta resistieron el sismo y que el impacto fue en el puerto. “No es una cosa mayor, pero sí se registraron desniveles; se afectaron muros y pilotes del muelle, etc. Las empresas ahora están operando normalmente”.

Legarda indica que pese a estas afectaciones la operación en el puerto de Manta se reactivó de forma rápida y, de la misma manera, comenzó el proceso para reparación gracias al seguro -y reaseguro- de esta infraestructura.

Otros de los sectores que sufrieron impactos, aunque de tipo marginal, fueron los de tagua y paja toquilla. Se trata, incluso, de empresarios de la economía popular y solidaria de las provincias.

Fedexpor calcula que hay cinco empresas que resultaron mayormente afectadas, vinculadas con la venta al exterior de productos oleaginosos, chips, agroindustria de conservas de ají, de conservas de pesca, entre otros.

Para ayudar, entre otros sectores, a los exportadores la Alianza para el Emprendimiento e Innovación (AEI) cuenta con un fondo de apoyo que incluye donaciones y créditos, dijo Legarda. Compañías de varias áreas colaboraron.

Otro impacto para las exportadoras de las provincias es en los trabajadores. Se calcula que entre el 15 y el 20% de estos tienen una afectación directa, principalmente de falta de vivienda.


Cmarón: Piscinas dañadas en Manabí

Uno de los sectores productivos más afectados por el terremoto del pasado 16 de abril es el camaronero, particularmente concentrado en las provincias de Manabí y Esmeraldas.

En la primera provincia la producción se concentra en los cantones Pedernales, Bahía de Caráquez y Jama. Allí se encuentran alrededor de 20 000 hectáreas (ha) de piscinas camaroneras, lo que representa aproximadamente el 10% de todas las tierras dedicadas a esta actividad en el país.

Manabí también contribuye con alrededor del 10% de todo el crustáceo que exporta Ecuador, que fluctúa entre las 5 y 5,8 millones de libras del crustáceo al mes, según datos de la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA), gremio que agrupa las empresas del sector.

José Antonio Camposano, representante de la CNA, considera que el sector camaronero más afectado en Manabí se ubica en el cantón Pedernales. Según el dirigente, en este cantón el 90% de sus ingresos los genera la actividad camaronera y los negocios que dependen de este cultivo. “Pedernales es eminentemente camaronero, de allí la magnitud de la afectación en esa zona”, indica el empresario camaronero.

Los daños en las camaroneras de Manabí se evidenciaron en la destrucción de las piscinas, que provocaron que el agua salada inunde los estanques, y dañe la producción. El movimiento telúrico también destruyó maquinaria, especialmente la utilizada para el bombeo del agua. Igualmente, las vías utilizadas para sacar la producción se cortaron.

Según Camposano, de los 600 productores en Manabí, unos 500 quedaron afectados. El gremio acuicultor del país estima que solo en esta provincia existen unas 4 500 personas asociadas a la cría de camarón.

La destrucción fue tal en esta zona productora del crustáceo que el gremio considera que tardará al menos nueve meses en poner nuevamente en pie.

“Cualquier afectación directa al volumen de exportación golpea a toda la cadena del camarón, porque hay costos fijos que no se pueden reducir”, asegura Camposano.

Miguel Uscocovich, productor de la zona de Bahía de Caráquez, en el cantón Sucre, y presidente de la Asociación de Camaroneros de Manabí, dice que el 70% de todas las piscinas de cría del crustáceo resultaron afectadas por el sismo.

El sector productivo privado anunció el pasado jueves, en Guayaquil su intención de emprender en un gran programa de apoyo para la recuperación económica de las zonas afectadas por el terremoto, que incluye la asistencia técnica.


Cacao: Centros de acopio, afectados

Los volúmenes de las exportaciones de cacao no se vieron mayormente afectados por el violento movimiento telúrico del pasado 16 de abril, según voceros del sector.

Una evaluación del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (Magap) del pasado 23 de abril determinó que las afectaciones en la producción agropecuaria se enfocaron en el sector pesquero de las provincias de Esmeraldas y Manabí, y en cultivos como plátano, cacao, maíz, arroz, café y banano.

La Cartera de Estado detalló que un total de 692 000 hectáreas agrícolas están sembradas en la zona de afectación. De ellas, aproximadamente el 30% estará en temporada de cosecha a partir de junio próximo.

En las zonas afectadas por el terremoto se espera la cosecha de 27 000 toneladas de cacao hasta junio.

Los daños provocados por el movimiento telúrico se reflejan en la infraestructura relacionada con el cultivo de cacao. En Manabí, ocho de los 15 centros de acopio de cacao sufrieron algún grado de afectación, mientras que en la provincia de Esmeraldas sufrió daños un centro de acopio, de un total de 20.

Ecuador exportó 236 066 toneladas de cacao en el 2015, un incremento importante frente a las 199 000 toneladas del producto enviadas en el 2014, según estadísticas del Banco Central del Ecuador.

Manabí es un importante actor en la producción de la pepa de oro. Hasta abril pasado se contabilizaban 144 611 hectáreas sembradas en toda la provincia, especialmente en las zonas de Chone y el cantón Pichincha.

Iván Ontaneda, presidente de la Asociación de Exportadores de Cacao del Ecuador (Anecacao), considera que aunque los daños en su sector no resultaron significativos y no influirán en el nivel total de las exportaciones, si demandó una ayuda urgente para los productores de cacao que se vieron afectados. Una de esas ayudas ya la anunció la Corporación Financiera Nacional, con la prórroga para el pago de los créditos.

En el cantón Pedernales, epicentro del terremoto, existen 593 fincas cacaoteras, que suman 1 916 ha sembradas, según el Censo Agropecuario del 2012. Allí hubo daños estructurales en los centros de acopio.

“En este momento no tenemos una línea clara de incentivos a las exportaciones, que Ecuador requiere con suma urgencia”, indicó Ontaneda.

En el caso de la provincia de Esmeraldas, en el sector productor del cantón Muisne, el más afectado por el movimiento telúrico, alrededor de 423 predios están dedicados al cultivo de cacao, con 1 838 ha sembradas, según el Censo Agropecuario.

Oleaginosas: Las estructuras, con daños

Las exportaciones de oleaginosas resultaron afectadas tras el sismo, según el balance de Fedexpor.

Uno de los golpes más fuertes se vivió con la caída de la planta de la empresa Ales. Datos presentados luego del terremoto revelan que la planta de envasado se desplomó y los diferente equipos quedaron totalmente inservibles.

La infraestructura de la compañía con base en manta y una historia de 73 años, registró daño en mampostería y en las vigas. Según Daniel Legarda, presidente de Fedexpor, luego del sismo la firma concretó un convenio para producir las mismas marcas que tenía con otras empresas del sector. “Igualmente, le tomará entre seis y ocho meses recuperarse”.

La empresa, además, ha desarrollado mecanismos para apoyar a sus empleados que se dedican, además de la producción de aceites, al desarrollo de artículos de limpieza . Una acción planeada es mantener los puestos de trabajo y así apoyar a 1 009 familias.

En la actualidad Ales exporta su producción a destinos como Argentina, Colombia, Perú, EE.UU., Japón, Cuba, etc. Entre los productos de exportación se encuentran aceites y grasas, jabones y semielaborados industriales (aceite puro de palma que se encuentra refinado, blanqueado y desodorizado).

El sismo también afectó las plantas procesadoras y áreas de cultivo de palma de otras empresas de la zona.

César Loaiza, director ejecutivo de la Federación de Fomento de Exportaciones de Aceite de Palma y sus derivados a escala nacional (Fedapal), indica que hubo ciertos daños en infraestructura y tanques de almacenamiento de extractoras. “La verdad no son muy graves. En la infraestructura de puertos que tenemos para exportaciones también hubo daños en tanques. Se detectaron fisuras y eso exige una revisión. En algunos casos hubo derrames, inclusive”.

Según Loaiza, la mayor afectación la tuvo la parte industrial. Sin embargo, al momento las plantas se encuentran totalmente operativas y exportando.

Una información enviada a EL COMERCIO a fines de abril por otra de las empresas procesadoras, La Fabril, revela que su planta no sufrió daños estructurales, pero que luego del terremoto suspendieron sus operaciones en el complejo industrial de Montecristi. Desde la última semana de abril, sin embargo, la empresa trabaja al 100% de su capacidad, en tres turnos.

La compañía también apoyó a sus trabajadores, quienes enfrentaron pérdidas materiales y humanas , a través de diferentes mecanismos, como entrega de kits y ayuda psicológica.

Café: Los impactos son menores

L a producción y exportación de café también sintieron efectos del terremoto. Según Fedexpor, en unas pocas áreas de cultivo se registraron ciertos daños porque se abrieron grietas en las plantaciones. Sin embargo, el daño es algo marginal y no hay una cuantificación de los daños.
Cada empresa maneja los datos de su situación en cuanto a plantaciones e infraestructura.

Astley Delgado, presidente de la Asociación Nacional de Exportadores de Café (Anecafé), explica que no perdieron frutos y, por lo tanto, la afectación no fue mayor, debido a que aún estaban verdes. “Si hubiesen estado maduros con el remezón del terremoto se hubiesen caído. Pero, una afectación sensible no existe por ahora”.

Hasta marzo se exportaron USD 29, 3 millones de café. Rusia es uno de los principales destinos, aunque el producto también se envía a Polonia, EE.UU., Ucrania y otros países.
Ecuador exporta café industrializado, arábigo (lavado y natural) y robusta, de acuerdo a información de ProEcuador.

Delgado señala que el sector enfrentó daños en infraestructura en determinadas haciendas. Ese es el caso de la de Igor Ayala, quien también es directivo del gremio exportador de café.
Este empresario asegura que los principales daños fueron en las áreas de secado. “En los tendales, en la infraestructura. Como se cayeron paredes esto afectó a las máquinas. También se dañó la parte eléctrica. En realidad son daños no muy grandes, pero sí detienen la producción de la firma”, dijo.

Según datos de ProEcuador, desde 1860 se cultiva café en el Ecuador. En Manabí, la zona de Jipijapa es uno de los lugares en los que más se produce el fruto, pero también se registran plantaciones en otros sectores.

Actualmente, indica la entidad, hay más de 100 000 familias dedicadas a la producción cafetalera en el país.

Ayala está entre los productores. Él explica que en estos momentos se encuentra en proceso de reparación de las maquinarias. Calcula que la afectación de la planta bordea los USD 100 000.

Con relación a la parte de cultivos dice que están habilitando para arrancar de nuevo y que espera que “cuando ya empiece a salir el café no tengamos ningún inconveniente adicional”.
Contando desde la semana pasada se espera que en un mes esta empresa esté operativa por completo. Para solventar los gastos, la compañía no tiene previsto hacer un crédito sino reparar con los propios recursos.

En el caso de los daños a los cerramientos, la reparación de los daños la concretarán a través del seguro que tiene la firma.