Ecuador quiere copiar la receta

Los principales ejes de la receta surcoreana de desarrollo están en la agenda del Gobierno ecuatoriano, aunque algunos de ellos todavía no han cuajado o no se ven los resultados.

El primero es el tema de la inversión en educación, salud e infraestructura, factores en los que Seúl ha trabajado desde los años 60. Otro factor es el énfasis puesto sobre la planificación. El ente que en este sentido ha tenido un significativo interés es la Secretaría Nacional de Planificación.

A nivel de la industria, al igual que en la Corea de los años 60 y 70, el Ecuador ha venido delineando en los últimos seis años una serie de programas para identificar los productos y las industrias a desarrollar dentro del país.

Así desde 2008, el Gobierno lanzó el proyecto de las 10 apuestas productivas desde el Ministerio Coordinador de la Producción, desde donde se identificaron los sectores de acuacultura, flores, biocombustibles, silvicultura con madera y muebles, frutas y vegetales procesados, pesca, servicio de consultoría y 'software', metalmecánica, turismo y transporte y logística.

Un año después, la Senplades añadía a este grupo la bioquímica, petroquímica, medicamentos, bioenergía, hardware servicios y ambientales.

Todo ello estaba enmarcado dentro de un plan de impulso a las exportaciones, sustitución de importaciones y una serie de medidas proteccionistas como aranceles y cupos de importación para que no salgan los capitales al exterior.

Las mismas medidas tomó Corea del Sur entre los año 60 y 80 para impulsar su industria con resultados positivos.

Sin embargo, en el caso ecuatoriano aún no hay resultados visibles al respecto por la falta de reglas y estrategias claras según los empresarios. Según datos de la Senplades, la participación de la industria en la producción total del país (PIB) apenas creció una décima de punto, pasando del 15,4 al 15,5% entre el 2006 y el 2011. La misma entidad reveló el año pasado que no hay aún avances en la sustitución de importaciones.