Casa del Cable

La compañía tiene su planta principal en el sector de Mapasingue, en el norte de Guayaquil. Además, cuenta con otro local en la urbe, y un tercero en Quito. Foto: Gabriel Proaño/ LÍDERES

Redacción Guayaquil (I)
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La conectividad es su fortaleza

9 de agosto de 2015 16:12

Como muchas, esta empresa comenzó con la consigna de cubrir una demanda insatisfecha. Hacerlo en el mundo de los sistemas de conectividad, sin embargo, no resultó sencillo.

La firma Casa del Cable, constituida en Guayaquil, ubicó ese requerimiento insatisfecho de las compañías y buscó como suplirla. Lo hace desde hace 27 años, proveyendo a las empresas de una gama cada vez más creciente de sistemas de conectividad.

Fue la iniciativa de su fundador y actual presidente, Daniel Faour Saab, un libanés que llegó al país en 1984 para colaborar con su hermano, quien para entonces ya tenía un local de venta de cables en las calles Baquerizo Moreno y 9 de Octubre, en el centro del Puerto Principal. La colaboración se mantuvo a lo largo de tres años.

En el camino, las ideas de especializarse en la provisión de otro tipo de sistemas de cableado, el electrónico, fueron madurando, hasta concretarse en un negocio aparte, con sus propios clientes.

Bajo la premisa de que el sistema de cableado para electrónica es totalmente diferente al cableado eléctrico, el negocio fue progresivamente incorporando productos con mayor tecnología.

La compañía evolucionó con la rapidez con la que lo hacen los productos que comercializa. Para la firma era hacerlo o quedarse rezagada frente a la competencia. Así, progresivamente fue ampliando sus productos hacia sistemas de ‘networking’ y telefonía, fibra óptica, redes de vigilancia y seguridad, y equipos de medición. Además, hoy provee servicios de capacitación a sus clientes.

El negocio comenzó de una forma poco convencional. En sus inicios, la por entonces pequeña compañía compraba el cableado que quedaba de obras que se ejecutaban en Estados Unidos. Para las constructoras de ese país, los sobrantes de sus obras significaban costos adicionales -y a veces elevados- por el servicio de almacenaje. Casa del Cable, que nació en 1999, tras la fusión de la comercializadora del mismo nombre y de la importadora Radiotel, compraba todo ese material a un costo menor del que suponía el precio por el embodegaje.

Progresivamente, el negocio empezó a adquirir los productos a los propios fabricantes. Fue en parte una necesidad, porque los clientes crecieron y la firma quería tener una fuente segura de insumos y así garantizar un abastecimiento permanente.

No siempre hubo un crecimiento constante. El ‘shock’ bancario que sufrió Ecuador en 1999 resultó un golpe para la compañía. Antes de la crisis, las instituciones financieras competían en la implementación de redes de datos cada vez más amplias y modernas. Los bancos, por ello, resultaban los grandes compradores, pero entraron en recesión.

Para esta firma, el crecimiento posterior de su negocio en el país vino de la mano de la necesidad de las propias empresas de estar cada día más conectadas y, por otro lado, de la transformación constante de la tecnología que provee.

“Por ejemplo, antes, las empresas manejaban la seguridad como un universo aparte, pero ahora está todo integrado en redes, sistemas, y eso ha hecho que este negocio crezca muchísimo”, considera Faour.

Ese criterio lo comparte Alejandro Gagliardo, gerente de Proyectos de la firma de electrónica CompuHelp, cliente desde hace 15 años de la Casa del Cable. “En el campo de la tecnología, debemos estar caminando a un ritmo vertiginoso, tenemos que dar la pauta para el resto de empresas”, considera el ejecutivo.

Thalía Torres, jefa de Producto de Cableado Estructurado de la Casa del Cable, menciona que en este tipo de negocios resulta muy importante posicionar el producto, entender muy bien el mercado y armar una estrategia de ventas. “Nosotros vendemos tecnología, porque lo que está en el mercado hoy, ya no estará mañana”. Agrega que el contacto permanente con sus clientes se traduce en fidelidad. “Tenemos que adelantarnos a lo que va a pasar, y comunicarlo a los clientes, a través de charlas, capacitaciones, para que así tomen decisiones oportunas”.

La compañía posee cuatro certificaciones ISO de calidad.

Aunque el negocio de esta firma está centrado en la importación y comercialización de al menos 24 marcas, también fabrica sistemas de tierra, desde conductores bimetálicos, hasta monitores, conexiones externas y equipos de medición de resistencia.

El CEO


Daniel Faour

Yo vine a Ecuador en 1984 y aquí trabajé tres años con mi hermano. Empecé con una asistente y yo que era el gerente, también hacía el papel de vendedor. Recibía a mis clientes en la bodega del negocio de mi hermano.

Para mí, la especialización hace la diferencia. La tecnología ha evolucionado hasta poder manejar muchas aplicaciones bajo un solo medio. Dentro del mismo cable puedes utilizar más de una aplicación y más de un sistema: voz, datos, Internet y seguridad.