Los emprendedores deben resistir las crisis. Foto: Archivo

Los emprendedores deben resistir las crisis. Foto: Archivo

Prepara tu mente, vuélvete un emprendedor ahora

22 de julio de 2015 18:41
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Emprender con éxito no sólo requiere recursos o un buen producto qué llevar a la práctica. Es un proceso que no es nada sencillo y que en muchas ocasiones pone a prueba el carácter y la fuerza interna de quien empieza esta aventura. Porque la realidad es que es una carrera de obstáculos.

El miedo a fracasar o a no tomar buenas decisiones serán seguramente un par de fantasmas que estarán rondando la mente del emprendedor y hay que reconocer que no es un miedo infundado. 

Pero más allá de tratar de evitar las emociones negativas, es importante que el emprendedor se prepare mentalmente para subirse a este barco, el cual ya se ha comprobado no es nada fácil de timonear.

“Si el emprendedor no trabaja consigo mismo y con sus creencias, no va a llegar muy lejos. Se tiene que preparar él porque ésta es la mejor inversión ya que así podrá dirigirse así mismo y a su gente”, sostiene Arturo Chávez, coach de la Business Coaching Firm, una aceleradora de empresas.

El especialista asegura que el éxito del emprendedor no va a depender ni del producto, ni del servicio, ni de la buena idea que pueda tener, sino de la capacidad del dueño de ejecutar y de resistir a las dificultades. “Si no tiene la pasión y el liderazgo va a ser muy complicado atravesar el camino del emprendimiento”, explica.

Una mente que aprende

Carol Dweck, una psicóloga de la Universidad de Stanford, denominó como “mentalidad de crecimiento” a aquella que permite lograr grandes metas.

Su trabajo encontró que los niños y los adultos tienen diferentes ideas sobre sus propias habilidades y talentos. Mientras que unos piensan que éstas son fijas, otros que pueden ser mejoradas con entrenamiento y ellos entienden que pueden convertirse en más inteligentes si ellos se lo proponen. Éstos especialmente son los que se mantienen comprometidos con el aprendizaje y la resiliencia que es esencial para conseguir grandes logros.

Dweck hace la diferencia entre mentalidad fija y mentalidad de crecimiento para explicar el por qué las personas que practican la segunda crean un entorno propicio para la motivación y la productividad no sólo en el mundo de los negocios, sino también en otros, como en el de las relaciones personales.

“El cerebro y el talento son sólo el punto de partida”, sostiene la profesora. De ahí que mantener una mente abierta al cambio y al aprendizaje sea esencial para emprender y obtener buenos resultados.

Siempre en positivo

También es esencial que el empresario se prepare para ser positivo. Suena trillado pero a la vez es algo complicado de lograr porque los embates a la hora de ejecutar un negocio suelen ser muchos y al final del día, no sería extraño que alguien quisiera tirar la toalla.

Aquí es necesario ubicar qué es lo que te dará la energía para arrancar y para continuar, asegura Gabriela Carrique, faculty de la American Management Association Capítulo México.

“Ese optimismo se basa en autoconfianza, si no te tienes confianza difícilmente vas a poder tener una visión optimista”, explica la especialista. Es necesario que el emprendedor confíe en lo que sabe y en lo que quiere hacer. Es decir, él debe saber para qué, para quién y para cuándo lo hace.

Positividad más energía

Además del optimismo, es necesario que te vuelvas un generador de energía tanto para ti como para tus colaboradores. Esto se logra si estás completamente motivado por lo que haces. Se relaciona directamente con la autoconfianza, la visión que obtengas de tu negocio y qué tanto creas en lo que estás haciendo.

“Hay que ver en qué momento se necesita usar esta energía que se convierte en comunicación. Necesitas entender qué es lo que más te entusiasma de tu negocio y de ahí tomar la energía, ¿por qué es importante este negocio para ti? tiene que ver con la visión”, sostiene la especialista.

David Langer, un empresario que formó parte de Seedcamp, una de las incubadoras más reconocidas en Europa, coincide con la necesidad de mantener una mente positiva y un motor que te impulse a seguir. Para explicarlo, hace la comparación entre los emprendedores europeos y los localizados en Sillicon Valley, la cuna del emprendimiento tecnológico, y asegura que la ubicación no es un problema para emprender, sino que los “ingredientes correctos” para hacerlo son una gran visión y una fe genuina en ti y en cómo ese equipo está ejecutando esa visión. “Esto es lo que creo que le hace falta a muchos europeos”, asegura.

Y en México también falta. El primer error que cometen los emprendedores mexicanos, de acuerdo con un conteo realizado por la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros, es el de no tener una visión, misión y valores, es decir, no saber hacia dónde van. Así, es difícil generar la mentalidad positiva y con propósito.

El fracaso

En la mente del emprendedor también, por doloroso y poco grácil que suene, tiene que existir el fracaso.

“Es necesario aceptar esta posibilidad del fracaso porque esto hace que te abras al aprendizaje. Perder el miedo al ridículo, al rechazo, tu estado mental cambia y entonces ya no necesitas ser perfecto sino más bien intentar y ver qué pasa y vas aprendiendo en el camino”, explica Carrique.

Un estudio realizado por profesores de la Universidad Duke y de la Universidad del Sur de California encontraron que el aprendizaje de errores previos (así como de éxitos, también) jugó un rol muy importante en sus éxitos presentes. Tanto éste como el estudio de la Universidad de Stanford derivan en que la mente más exitosa es aquella que está abierta al aprendizaje y el fracaso es una gran oportunidad.

No necesitas ser perfecto. Éste es otro punto que debes entender e interiorizar. Muchas veces se actúa a partir de la exigencia y no de la excelencia y esto se vuelve insostenible, explica la coach. “No necesitas ser un Steve Jobs, no tienes que ser ningún estereotipo del deber ser, tienes que encontrar tu propia fuerza y talento”, explica Gabriela.

¿Qué pasa si fracasas? La respuesta sería volverlo a intentar. Hay quienes naturalmente se levantan y lo hacen sin tanto problema, hay a quienes les cuesta más trabajo. Se le llama resiliencia a la capacidad de levantarse ante un fracaso (en sicología se utiliza el término pero para reponerse de un hecho traumático) y es posible desarrollarla.

Vivir en el presente

En inglés se le denomina “mindfulness” y “es la cualidad de atención que dota a los emprendedores a minimizar los errores, a permanecer vigilantes y a responder efectivamente a los eventos inesperados”, según explica Claus Rerup, profesor asistente de la Escuela de Negocios Richard Ivey en el estudio Aprendiendo de la experiencia pasada: notas al pie de página sobre la atención plena (mindfulness) y sobre emprendimiento habitual.

Ésta va mucho más allá de dónde está puesta la atención sino que tiene que ver con la conservación de ésta y con lo que la gente hace cuando se da cuenta del propio suceso.

“Es necesario que te conectes con lo que realmente necesita tu negocio, estar en el presente y en el aquí y el ahora, tratando de escuchar tu diálogo interior sin dejar de escuchar a los demás porque es básico para tomar decisiones”, asegura la especialista de la AMA.

La especialista asegura que es necesario avivar la intuición y las corazonadas que te hacen cambiar de rumbo, ya que son fenómenos emocionales que se dan sólo si estás conectado con el aquí y ahora.

En este camino, es necesario tener claras tus fortalezas y tus debilidades.

El consejo es que te enfoques en lo que haces bien ya que esto hará que emocionalmente estés mejor y a la vez que seas más productivo, porque es desde ahí desde donde podrás realmente hacer más sin tanto esfuerzo.

“Luego actuamos al revés, no sabes de finanzas y quieres hacerte el experto, pero es más fácil que te apoyes en alguien que te ayude y te enfoques en tus fortalezas”, explica Chávez.