Wendy Trejo, colaboradora de Seguros Equinoccial, aplica al Teletrabajo desde el 2015. La aseguradora instaló en su hogar todos los sistemas para que ella cumpla su trabajo. Foto: Paúl Rivas/ LÍDERES

Wendy Trejo, colaboradora de Seguros Equinoccial, aplica al Teletrabajo desde el 2015. La aseguradora instaló en su hogar todos los sistemas para que ella cumpla su trabajo. Foto: Paúl Rivas/ LÍDERES

Las empresas locales dan sus primeros pasos en el teletrabajo

1 de marzo de 2017 08:53

Cerca de 15 500 personas en el país trabajan desde sus casas u otros espacios, fuera de su empresa. Ellas cumplen sus tareas bajo el modelo del teletrabajo.

La práctica consiste en la prestación de servicios en la que no es necesaria la presencia física del colaborador en la oficina; las actividades las puede realizar desde su casa u otros espacios como las salas de ‘coworking’ o trabajo cooperativo según Jaime Guerrero, gerente de la firma G60 Consultores y gestor del proyecto en el Ministerio del Trabajo.

En el Ecuador, las personas que se beneficiaron de esta modalidad -hasta el año pasado- se encuentran principalmente en áreas como la enseñanza, la administración pública y actividades profesionales, según un reporte del Ministerio del Trabajo.

En cuanto a las edades de los trabajadores, estos se encuentran entre los 18 y 59 años, pero la mayoría está en edades comprendidas entre 30 y 39 años. Además, los hombres son mayoría y la modalidad se concentra en las zonas urbanas el país.

En cuanto al número de empresas que aplican esta modalidad no existen cifras consolidadas, aunque Guerrero explica que el número crece con el tiempo.

Las autoridades del Ecuador ya dieron los primeros pasos para formalizar y legalizar el teletrabajo. En agosto del año pasado, el Ministerio del Trabajo emitió un acuerdo ministerial para regular esta condición, por ahora solo en el sector privado.

El reglamento indica que los empleados de una empresa pueden aplicar al teletrabajo en dos modalidades: el permanente, que es cuando el trabajador realiza siempre sus actividades fuera de la oficina; y el parcial, en el que el colaborador realiza su jornada habitual fuera de la oficina hasta un máximo de 24 horas por semana. El resto de tiempo tiene que acudir a su empresa.

Con la normativa se espera que 76 000 trabajadores cumplan sus funciones de manera remota o a distancia hasta el próximo año; y se espera llegar al 2% de la Población Económicamente Activa en los próximos cuatro años, es decir unas 156 000 personas.
En cuanto a las condiciones que aplican para el colaborador, la normativa señala que los trabajadores gozarán de los mismos derechos y obligaciones que los compañeros que asisten todos los días a la oficina.

Las empresas están obligadas a tomar medidas para evitar el aislamiento del trabajador. Además, deben proveer de todos los recursos tecnológicos que se requieran, de ser el caso.

Francisco García, gerente general de Soluciones de Talento Humano, sostiene que la incidencia del teletrabajo es aún incipiente en el país debido al desconocimiento. Comenta que las pocas empresas que aplican el sistema, en su mayoría son multinacionales, que a través de políticas internas permiten una mejor gestión del talento humano.

Para el experto, la modalidad tiene diversos beneficios. Uno es la movilidad: para los colaboradores que viven lejos de su sitio de trabajo el teletrabajo les permite ahorrar entre una o dos horas diarias que usan para el traslado.

También se reduce el consumo de energía en la oficina, impresiones, papel, entre otros. Según un estudio de Microsoft, los gastos de oficina pueden bajar un 40%.

Otro punto a favor del teletrabajo es la retención del talento humano que encuentra en este mecanismo una motivación.

Guerrero detalla que hay un solo aspecto negativo que podría presentar el teletrabajo: el aislamiento del colaborador. Por eso el experto reitera que es importante que las empresas tomen en cuenta políticas y programas que permitan la comunicación diaria y directa con los empleados que aplican esta modalidad.

Por ejemplo, el envío de comunicación institucional y la convocatoria a actividades deportivas, jornadas de integración y reuniones por lo menos una vez al mes.

La normativa del teletrabajo en el sector público aún no está vigente. Esto porque hay una serie de ajustes que se deben realizar y que están a cargo del Ministerio del Trabajo, en donde se implementó un programa piloto.

La disciplina es vital para ser productivo

Las 04:30 de la mañana es la hora en la que Wendy Trejo, de 44 años, se despierta todos los días. Primero alista a sus hijos para dejarlos en la escuela en el sur de Quito y luego prepara el desayuno para su esposo.

Luego, a las 08:00, organiza su material de trabajo para empezar su jornada laboral, desde casa.

A partir de abril del 2015, Trejo quien es ejecutiva senior de Operaciones en Seguros Equinoccial, usa esta modalidad de trabajo.

Desde su oficina instalada en la sala de su casa, ubicada en el sur de Quito, todos los días realiza el pago a proveedores, ingreso de cheques al sistema de la empresa y cobros por indemnizaciones.

La quiteña detalla que su productividad se mide de acuerdo a las metas plantadas cada mes por la firma. Por ejemplo, la compañía le entrega de manera diaria, un número de facturas que debe ingresar al sistema. “La disciplina es la clave para cumplir los objetivos” cuenta Trejo. Por eso, su rutina de trabajo en casa, no ha cambiado en los últimos cuatro años en comparación cuando asistía a las oficinas de la aseguradora.

Para que la compañía valide su solicitud, le realizaron pruebas psicológicas. Incluso la visitadora social y el encargado de salud ocupacional en la aseguradora acudieron al inmueble de Trejo en diciembre del 2014, para dar el visto bueno a su pedido.

Al aceptar su solicitud, Seguros Equinoccial instaló en su casa un escritorio, el sistema para que cumpla sus tareas y los equipos informáticos para que Trejo cumpla su trabajo.
En otras empresas también se aplica esta modalidad entre los colaboradores.

María Isabel Peñaherrera, gerente de Educación de Microsoft Ecuador, se mueve bajo el sistema de teletrabajo desde hace un año. Todos los días tiene videoconferencias, reuniones y agendas que se gestionan a través de aplicaciones en la nube. Detalla que cada mes la compañía evalúa su gestión, de acuerdo a un esquema de competencias y esquemas.

La idea es que desde su casa, su trabajo sea más productivo y rentable. Por eso Peñaherrera cumple con los parámetros planteados. Pero también, una vez por semana acude a la oficina para trabajar desde allí. De esa manera se mantiene en contacto con sus compañeros.

Para María Cecilia Holguín, el teletrabajo también ha sido clave para generar su propio emprendimiento. La especialista en marketing, en noviembre pasado creó una bolsa de empleo para madres llamada Lila Working Moms.

Ella afirma que antes de ser madre primeriza trabajaba en el área de marketing de una empresa estatal. Pese a que la compañía le dio la licencia de maternidad -de acuerdo a la ley- sintió que necesitaba compartir más tiempo con su hija recién nacida.

Por eso renunció. Y al cabo de unos tres meses empezó a desarrollar su proyecto. La bolsa de empleos Lila Working Moms ayuda a encontrar trabajo flexible o por proyectos a las madres.

A la fecha, al portal se inscribieron 1 570 madres y 26 pymes y emprendimientos inscritos.
Impaqto es un espacio de coworking que cuenta con 14 oficinas en el norte de Quito. Su gerenta, Michelle Arévalo Carpenter, explica que esos espacios son usados por empresas pequeñas y también hay espacio para 90 emprendedores y teletrabajadores.

Hasta el momento unas 12 personas utilizan este espacio. Ella comenta que desde este año, se evidencia que el coworking es un complemento del teletrabajo.


Las empresas tienen que facilitar las tareas

Las empresas también deben propiciar espacios para el teletrabajo.

La normativa vigente indica que en los contratos con los trabajadores deben establecer las labores a realizarse, así como la remuneración y otros beneficios. También debe indicar las modalidades para la entrega de informes de trabajo y proveer las tecnologías que necesiten los empleados.

El director de Recursos Humanos de Seguros Equinoccial, Héctor Castillo, explica que 20 colaboradores, de 354 que están en nómina, aplican al teletrabajo completo y parcial.
El ejecutivo explica que hace seis años se implementó la modalidad, como una necesidad de apoyo a los colaboradores que tenían limitaciones médicas o de cuidados especiales de familiares.

Los resultados que ha obtenido la firma es el incremento de producción entre un 20% y un 30%, dice Castillo. Es decir si un empleado emitía ocho pólizas de seguros al día, ahora coloca entre 10 y 11 pólizas.

Mientras que Francisco Villagómez, gerente de Servicios de Business IT, explica que en el caso de su firma el primer paso para determinar si alguien puede aplicar el teletrabajo es el levantamiento de un perfil social. Con esta evaluación se determina si el empleado podrá trabajar solo y cumplir las tareas encomendadas.

Robert Minga, gerente de Soluciones en la Nube de Microsoft Ecuador, indica que la compañía paga en algunos casos el servicio de Internet y también provee de las diferentes sistemas que se utilizan para videoconferencias.

Minga detalla que los beneficios son múltiples como ganar dos horas para mejorar la productividad y el fortalecimiento de las relaciones familiares. Pero la cercanía con los compañeros de trabajo se puede debilitar un poco, dice. Por eso Minga aconseja que por lo menos una vez a la semana, el teletrabajador acuda a la oficina.