Rieko Oiso y Carlos Maigua son los propietarios del Café París y la Crepería del Mediodía. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES

Rieko Oiso y Carlos Maigua son los propietarios del Café París y la Crepería del Mediodía. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES

El estilo bohemio y el buen café son parte de su oferta

12 de marzo de 2018 06:57

El estilo romántico y tranquilo de París inspiró el diseño y el menú de una cafetería riobambeña con una propuesta gastronómica novedosa. El café preparado en varias formas sobresale en el menú, también hay postres y frapés.

El emprendimiento surgió cuando Carlos Maigua y su esposa Rieko Oiso, oriunda de Tokio, Japón, buscaban un sitio tranquilo para pasar la tarde y conversar en Riobamba, una ciudad a la que acababan de mudarse por trabajo.

“Notamos que no había cafeterías de este estilo. Mientras que en Japón esos sitios son muy populares, así que decidimos emprender”, recuerda Rieko.

Eso ocurrió en el año 2014. Los esposos invirtieron USD 10 000 en la adecuación de un local y en la adquisición de materias primas,

Buscar un buen café que se diferenciara de los demás fue el primer desafío, pero lo encontraron en Loja, ciudad natal de Carlos. Ganar la confianza de los clientes y posicionar la marca de la cafetería fue la siguiente prioridad.

“No fue necesaria la publicidad. Cuando la gente veía nuestra presentación y los empaques novedosos de los frapés venían a preguntar qué era eso que lucía tan bonito”, cuenta Maigua.
De hecho, los frapés de café, caramelo, frutas y té verde se convirtieron en el producto estrella de la pequeña cafetería. Los sabores originales y la decoración en un envase plástico los convirtió en los favoritos de los jóvenes.

Para inicios del 2015 el negocio se volvió tan popular que el espacio resultó pequeño, por lo que fue necesaria una expansión. Nuevos platillos se sumaron al menú, incluyendo desayunos saludables hechos con frutas frescas, pan ligero y un buen café caliente. También se ofrecen pasteles.

“Me encanta pasar el tiempo en esta cafetería. Llegué atraído por el olor del café, y se volvió mi favorita porque tienen postres fuera de lo común ideales para una tarde fría en Riobamba”, cuenta Francisco Jaramillo, un cliente.

Una receta popular en Japón inspiró a los emprendedores a ampliar su negocio. Así nació la Crepería del Mediodía.

Mientras la forma convencional de servirlas era en un plato, en Japón también se vendían en forma de conos. Eso facilitaba comerlas al caminar o en el interior del restaurante acompañadas de una taza de café o chocolate.

“Notamos que las crepes que vendían en otros sitios eran demasiado caras. Nos propusimos crear nuevas crepes a precios asequibles para todos”, cuenta Rieko.

Las crepes cuestan entre USD 1,40 y 4,60, por lo que rápidamente ganaron la atención del público joven, especialmente de los estudiantes que salen de los colegios en la tarde para pasear por la avenida Daniel León Borja.

Solo cuatro meses después el éxito fue tan grande, que se motivaron a abrir una sucursal en el Paseo Shopping. Hoy cuentan con ocho locales en Guayaquil, Durán, Quito, Latacunga y Ambato.

A mediano plazo esperan llegar a más ciudades. Sin embargo, el pequeño local que alberga al Café París no crecerá a pesar del éxito.

“A esta cafetería le tenemos mucho amor. La crepería crecerá hasta llegar a todas las ciudades del país, pero el Café París siempre será ese pequeño lugar tranquilo donde puedes conversar”.

Algunos datos

Facturación. En promedio, el Café París factura USD 12 000 mensuales y atienen a unos 200 clientes diarios.

Personal. 40 personas trabajan en el Café París y en los ocho locales de la crepería del Mediodía.

Precios. Postres y frapés a precios asequibles son parte de la estrategia del negocio. Cuestan entre USD 0,50 y 5.

Diseño. El estilo ‘chic industrial’ predomina en los locales. Rieko Oiso diseñó y decoró.