La elección presidencial llegó a su etapa final. Sin lugar a dudas que el futuro de México dependerá de los resultados electorales, en donde se definirá qué pasará con sectores estratégicos como el petrolero. Solamente en naciones poco desarrolladas no se valora a un recurso energético, que ha llegado a cotizarse sobre los USD 100 por barril, en los últimos meses.

Basta recordar que la mayor parte de los sectores productivos dependen del petróleo y sus derivados, por lo que debemos definir si seguimos desperdiciando la riqueza que yace en el subsuelo de México.

En el mundo se obtienen ganancias con gasolinas, químicos, plásticos y otros derivados del petróleo. ¿Por qué México ha de ser un importador de dichos productos si tiene el recurso natural y gente calificada para transformarlo? Hay que tomar una decisión sobre qué hacer para resolver problemas como el de la pobreza, la precarización el empleo y la inseguridad.

También se debe definir si la sociedad está de acuerdo con los resultados que en materia de educación, salud, combate a la corrupción y a los monopolios se han alcanzado. Implícitamente se decide si queremos continuar viviendo en las actuales condiciones o si es necesario cambiar el rumbo de México.

De igual manera es importante recordar sobre los resultados de nuestras decisiones pasadas. En los últimos 12 años el crecimiento económico de México promedia 2,5%, una cantidad similar a la de los últimos 30 años.