El gasto público es el sustento para Ecuador

Si hay algo que ha logrado la 'Revolución ciudadana', durante los seis años que está al frente de la economía ecuatoriana, ha sido cambiarle el rostro -físicamente hablando- al país.

La histórica cantidad de recursos que durante este tiempo ha manejado el Estado le ha permitido imponer políticas económicas apegadas a un fuerte gasto público. Al no disponer de una política cambiaria, el objetivo se centró en armar todo una estructura donde los recursos ingresen permanentemente.

De esta manera, vio en la política tributaria una herramienta vital para asegurar los fondos presupuestarios. Según explica el analista Andrés Romo, "el ajuste de tuercas en materia impositiva ha permitido poco a poco disponer de mayor cantidad de fondos. Sumado a esto precios del barril promedios del orden de los USD 90, ha facilitado el escenario para tener carreteras de primer orden, edificar infraestructura necesaria y sostener un gordo aparato burocrático".

Ese cambio en la fisonomía es el orgullo del Gobierno ecuatoriano, quien asegura de manera constante que las inversiones en salud y educación han sido históricas y que hoy más que nunca el desempleo y la pobreza han disminuído.

Sin embargo, todo este andamiaje también ha tenido una cara B: el fuerte impulso al consumo ha desarrollado una economía con fuerte presencia de importaciones. Además, los requerimientos para financiar los presupuestos anuales han obligado a incrementar la deuda externa (con China) e interna (emisión de bonos) y a diseñar leyes que cada vez presionan más al sector privado.

La aplicación de la metodología socialista es similar con la de sus socios: renegoció su deuda e incumplió los compromisos asumidos con los Global 12 y 30; mantiene un control, vía impuestos, a la salida de divisas; entró a los mercados a regular los precios; y, aunque no lo ha hecho, también abrió la opción de expropiar bienes de firmas extranjeras.


La receta
Manejo cambiario.  Aumento paulatino del Impuesto a la Salida de Divisas, para mantener la moneda estadounidense y proteger la dolarización.

Control de precios.  Regulación y control de los precios de 46 productos y evitar los fenómenos especulativos.

Nacionalización. Se renegoció los contratos petroleros. Y se advirtió de expropiar a quienes incumplen.

Manejo de recursos. Total dirección de los puntos clave: petróleo, minería a gran escala, combustibles, etc.

Comercio exterior. Congelados los tratados comerciales con EE.UU. y la Unión Europea, socios principales.