En el 10% de la felicidad de una persona inciden las condiciones externas. Inimagine
Por José Antonio Torres Presidente de The Edge Group
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La importancia que tiene la ciencia de la felicidad

Ser humano es ser feliz. Esta frase quizá suena falsa si pensamos en las enfermedades, dificultades en las relaciones, problemas de autoestima y crisis financieras. Sin embargo, si nos enfocamos en la esperanza, la gratitud, el amor y el aprendizaje, quizá situaciones similares se vean como retos y logremos la motivación para superarlas.

El nivel de felicidad de una persona es la última línea de su estado de pérdidas y ganancias personales. Cuando las personas profundizan detrás de sus objetivos personales, sean estos tener un mejor trabajo, comprar una casa propia, cambiar de auto, comenzar una relación de pareja, se dan cuenta que esta es la búsqueda final. Con esto en mente, en 1988 nace la Psicología positiva para entender qué promueve y fomenta estados de bienestar y felicidad.

Según Shawn Achor, existe una ecuación muy arraigada que es incorrecta: cuando tenga éxito seré feliz. Esto pone a la felicidad en un lugar muy vulnerable, anclada en objetivos móviles: "una vez alcanzadas mis metas de ventas tendré unas más retadoras el siguiente año" o cuando haya comprado el carro que quería, tomará poco para que salga el nuevo modelo. De acuerdo con Achor, la ecuación es al revés: una persona feliz tiene más probabilidades de ser exitosa.

En esta línea, sus investigaciones reflejan datos muy interesantes: las personas felices son un 31% más productivas, un 37% mejores cerradores de ventas y un 300% más creativos e innovadores.

Después de múltiples investigaciones en el Departamento de Psicología de Harvard, encuentran que solamente el 10% de la felicidad de una persona puede ser predicha por condiciones externas, dejando un 90% a cómo el cerebro procesa el mundo y por consiguiente, cómo reacciona ante él.

Este es un dato de especial interés para las personas y las organizaciones, porque afectar ese 90% es mucho más cercano y barato que transformar las condiciones externas.

El experto Dan Gilbert, profesor de Psicología de Harvard, propone que las acciones que incrementan la felicidad de las personas son hábitos simples que toman poco tiempo y que se arraigan al repetirse en el día a día.

Nic Marks, investigador inglés y creador de la encuesta organizacional de bienestar y clima Happiness Works, ha definido cinco caminos para el bienestar: conectarse emocionalmente, realizar actos altruistas, mantenerse activo físicamente, entrenar la mente para ver lo positivo y salir de la zona de confort para mantenerse aprendiendo.

Estos cinco caminos pueden ser traducidos a programas que no requieren inversiones grandes y producen resultados sorprendentes.

Si la felicidad es el fin que todos buscamos, y si las personas felices son más exitosas y productivas, hace todo el sentido del mundo que las mejores organizaciones estén enfocando sus esfuerzos en el bienestar organizacional.

No se trata de pintar 'caritas' felices, sino de hacer cambios reales a nivel personal y cultural que impacten el bienestar a largo plazo, basados en ciencia.

Accediendo a la posibilidad humana de manejar pensamientos y emociones positivamente, podemos ser felices y productivos a través de las más diversas circunstancias.