Foto: cortesía UDLA Estudiantes y profesores viajaron la semana pasada a Manabí para realizar la entrega de los productos.

Estudiantes y profesores viajaron la semana pasada a Manabí para realizar la entrega de los productos. Foto: Cortesía UDLA

La innovación pensada en el no vidente

5 de octubre de 2016 10:02

En las aulas, a través de la innovación y la creatividad, se buscó mejorar la vida de personas con discapacidad visual.

300 estudiantes de la Universidad de las Américas (UDLA) -en coordinación con 15 docentes de este centro de estudios- llevaron adelante el proyecto Desarrollo de material didáctico, interactivo e informático para niños y niñas con discapacidad visual.

Esta iniciativa culminó el pasado 24 de septiembre con la entrega del material didáctico elaborado durante cuatro semestres, a niños de la Fundación Oswaldo Loor, en Portoviejo (Manabí).

Paulina Donoso, directora de la carrera de Multimedia y Producción audiovisual, estuvo al frente de la iniciativa. La docente cuenta que el proyecto surgió hace dos años, cuando la profesora manabita de esta casa de estudios, Johanna Quijano, se puso en contacto con la fundación Oswaldo Loor. Además, dice Donoso, la alta incidencia de personas con esta discapacidad en la provincia motivaron a ejecutar el proyecto.

Según estadísticas de la Fundación Oswaldo Loor, 9 718 personas de área urbana y 12 108 del sector rural sufren de discapacidad visual en Manabí.

En los primeros 12 meses de trabajo en el proyecto la universidad realizó un estudio sobre las herramientas interactivas que los niños podrían necesitar en la fundación, apoyados en docentes y estudiantes de video, animación e interactividad.

Con la información previa, profesores y estudiantes desarrollaron durante un año varios productos lúdicos para no videntes. Donoso cuenta que se entregaron un total de 15 productos, que incluyen cinco videos (campañas publicitarias para levantar fondos para la fundación), ocho cuñas radiales, un reportaje radiofónico, 10 audiolibros, un juego Twister de texturas para no videntes, 20 cajas interactivas incluidas en peluches con sonido o braille, 61 ábacos y 300 láminas en braile para que aprendan sobre el cuerpo humano o el sistema solar.

Con esta entrega, asegura Donoso, se tiene previsto que 400 niños con discapacidad visual utilicen estas herramientas. De acuerdo con sus proyecciones para tres años se espera que alrededor de 4 370 niños y adolescentes sean los beneficiados.

Paola Herrera, estudiante de octavo semestre de la carrera de multimedia y producción audiovisual, creó una caja interactiva incrustada en peluches.

Este sistema, explica Herrera con satisfacción, tiene el objetivo de enseñar braille a niños no videntes. La estudiante, junto el docente Paulo Guerra, trabajó en su idea durante un año, incluso en vacaciones.