Zahir 360

Estefanía Cando, Juan Carlos Quito y Daniela Cando son los inversionistas y propietarios del hotel Zahir 360, que funciona frente al estadio Alejandro Serrano Aguilar de Cuenca. Fotos: Xavier Caivinagua/LÍDERES

Giovanni Astudillo (I) 
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Su inversión impulsa el turismo

10 de May de 2015 15:52

Su secreto es la perseverancia. Los esposos Juan Carlos Quito y Daniela Cando invirtieron en el courier Envíos JD en el 2004, que lo abrieron en Brooklyn, en Nueva York. Al inicio este negocio casi generaba pérdidas, pero a los dos años despuntó y tuvo réditos para pensar en otros proyectos. La clave fue esforzarse en la atención.

Con la apertura de esta agencia de envíos hacia el Ecuador, Cando quiso aprovechar la experiencia que obtuvo durante el año y medio que laboró en Delgado Travel, en Nueva York. A esa ciudad emigró en el 2002 desde su natal Cuenca en busca de nuevas oportunidades y de regresar para tener un negocio propio.

Dos años antes viajó Juan Carlos Quito y en Nueva York se casaron. Cuando apostaron por su agencia de envíos para emigrantes, él no dejó de laborar en una empresa de telecomunicaciones para mantener el hogar porque ella sí renunció a su empleo.

A los dos años llegaron a tener entre 800 y 1 000 transacciones al mes. Incluso, Quito llegaba de su trabajo para ayudar a su esposa en el courier, que estaba abierto hasta las 23:00. “Había que sacrificarse para salir adelante”, recuerda esta pareja de cuencanos.

En el 2008, Estefanía Cando viajó a Nueva York para colaborar con su hermana en el negocio y, de forma paralela, estudiar Gastronomía y Administración de Restaurantes en el Institute of Culinary Education de esa ciudad.

Pero esta familia pensaba en un proyecto más ambicioso porque siempre quisieron regresar al Ecuador y buscaban aprovechar los dos terrenos contiguos que compraron en el 2006 frente al estadio Alejandro Serrano Aguilar, en El Ejido. Es una de las zonas de más plusvalía de Cuenca. Lo hicieron con un crédito otorgado por la CFN por USD 250 000.

En los viajes que realizaron a Dubái, por ejemplo, se alimentaron de ideas para el diseño de su proyecto, un hotel que sea único en la capital azuaya. Según Quito, no querían una estructura monótona sino aprovechar la vista que ofrece este lugar de la urbe antigua y patrimonial y de la ciudad moderna.

En el 2012 retornaron para iniciar la construcción de Zahir 360, que demoró casi dos años. Son 45 habitaciones desde ejecutivas estándar hasta suites y suite presidencial. Este hotel funciona desde septiembre pasado, pero antes ya atendía al público el restaurante Zircus, que es parte del proyecto y que cuenta con diferentes ambientes como el salón principal, zona vip y bar. La idea es ofrecer un restaurante dinámico para cualquier necesidad. Su nueva propuesta es ofrecer los platos en piedra volcánica para que allí se culmine la cocción de acuerdo con el gusto del cliente.

Daniela Cando es la encargada del área Comercial de este emprendimiento. Ella busca clientes visitando a las empresas para promocionar el servicio que ofrecen en el hotel y el restaurante y posicionar la marca.

Esta familia tiene un nuevo proyecto y consiste en aprovechar la terraza de este hotel, que tiene seis niveles. Allí, prevén instalar un bar-lounge al que se pueda ingresar con previa reservación, dice Daniela Cando, quien antes de emigrar a Estados Unidos laboró como recepcionista en un hotel de la capital azuaya.

Para el presidente de la Cámara de Turismo de Azuay, Patricio Miller, la inversión en este emprendimiento fue muy importante porque se crearon fuentes de empleo y se mejoró la oferta turística para posicionar a la ciudad como un destino internacional.

La historia de este emprendimiento será difundida en el encuentro Dream Makers, que organiza la Asociación de Jóvenes Empresarios para el próximo miércoles en Cuenca. El representante de este grupo, Javier Egües, explica que allí se busca empresarios jóvenes. “Identificamos esta iniciativa que nos interesó porque está liderada por mujeres, quienes regresaron al país para invertir”.

El insignia

‘Una atención personalizada’


Luis Gutiérrez. Adm. Zircus restaurante

En esta empresa todos somos parte de un engranaje que buscan el mismo objetivo: un servicio de calidad. Para lograrlo somos un equipo, una familia y cada uno aporta independientemente de su cargo. Colaboro desde febrero del año pasado cuando se abrió al público el restaurante Zircus, que es parte del hotel. Aquí ofrecemos un servicio personalizado a nuestros clientes para ofrecer confort y que se conviertan en clientes frecuentes. Además, nos preocupamos por conocer qué quiere o qué necesita, sus gustos, preferencias...

En definitiva, que la primera experiencia sea inolvidable. Ya tenía experiencia en el manejo de un restaurante; sin embargo, en Zircus gané más conocimientos en el trabajo diario para cumplir nuestros objetivos.