César Ron, estudiante de la Politécnica, recicla basura tecnológica para su proyecto de recuperación de tierras raras. Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES

César Ron, estudiante de la Politécnica, recicla basura tecnológica para su proyecto de recuperación de tierras raras. Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES

USD 15 millones para tareas de investigación en la EPN

21 de febrero de 2016 14:47

La basura tecnológica resultó el mayor atractivo para César Ron, un estudiante de la Escuela Politécnica Nacional (EPN). Él apostó por la extracción de metales raros, para graduarse como ingeniero químico, y acceder al financiamiento que entrega la institución para proyectos innovadores.

Él se graduará en dos meses y su tesis la desarrolló basado en la recuperación de “tierras raras” (metales como europio, itrio y lantano), que están en los televisores y monitores desechados.

Ron decidió reciclar los artefactos y extraer esos metales de su interior, porque considera que la explotación de los recursos ya no está en las reservas naturales, sino en el reciclaje. Para él, el futuro del mercado está reciclar las cosas.

Los metales o “tierras raras” se utilizan en la fabricación de pantallas LCD, motores de autos híbridos, baterías recargables, magnetos permanentes, turbinas, focos ahorradores y otros bienes.

Al joven estudiante le tomó seis meses revisar documentos y empaparse de la información respectiva para adquirir conocimientos; solo así pudo descubrir qué podía utilizar en su proyecto y cómo hacerlo.

En la fase práctica se demoró un año. Él logró extraer el metal y sometió a las pantallas un proceso químico. Primero hizo un raspado manual para sacar esas ‘tierras raras’ y luego las introdujo en ácidos para su disolución. Una vez ahí extrajo el itrio y el lantano con solventes.

Ron es parte de los planes de innovación que impulsa la EPN. La Universidad, este año, decidió enfocarse en tres áreas para desarrollar investigación: el agua, la energía y la seguridad alimentaria. Temas de los cuales se hablará en los próximos 50 años, describe Jaime Calderón Segovia, rector de la Politécnica Nacional.

El interés por innovar ha tenido tal peso dentro de la institución, que en los últimos cinco años el rubro destinado a investigación aumentó: pasó de USD 199 453 en el 2012 a 15 millones en el 2016. Esto, de un presupuesto total de USD 90 millones, que se distribuyen en las ocho facultades y una escuela, que conforman la ENP.

Para este año se han calificado 109 proyectos que empezarán a ejecutarse, de manera paralela, desde finales de febrero. El año anterior se impulsaron 64 planes. De ese total, 60 proyectos los desarrollará la Facultad de Ingeniería Química y Agroindustria y el departamento de Metalurgia, de donde es decano y jefe Ernesto de la Torre. Los restantes 49 los trabajarán las otras facultades, en proyectos multidisciplinarios.

En el tema del agua, continuará el proyecto alternativo de purificación del líquido vía carbón biocida, cuyas funciones son similares a una esponja, con la diferencia de que absorbe solo contaminantes, así como también del uso de la energía eléctrica para descontaminar el agua. El mencionado carbón también utiliza el sistema ECU911 para ‘intentar salvar’ la vida de quienes se envenenan.

En energía, la EPN seguirá con la indagación sobre el uso de residuos para generar biocombustible y usarlo en generadoras termoeléctricas y otras aplicaciones. Y en seguridad alimentaria, con planes que permitan mejorar cultivos, aumentar su calidad y reducir la contaminación ambiental.

A futuro también espera apuntar la investigación hacia lo que es la Ciencia del Hábitat, una rama que se relaciona con los requerimientos del avance demográfico, los cambios industriales, los mercados, los procesos y la percepción que ahora tiene la población con respecto a su entorno ambiental. La EPN decidió fortalecer esas actividades, porque son temas vinculados con la comunidad y con el desarrollo del país.

Para impulsar esos proyectos, la Politécnica cuenta con fondos propios y con la Unidad de Apoyo para el estudiante emprendedor. El apoyo económico mayoritario, sin embargo, se entrega a grupos consolidados como Matemática, Física, Geofísica, Alimentos, Ingeniería Mecánica, Eléctrica, Informática, porque de ahí salen la mayoría de soluciones.

Por ejemplo, una aplicación que mejore la calidad de vida de las personas con capacidades diferentes, a través de sensores electrónicos.El dinero se entrega, en especial, a los proyectos dirigidos a la adquisición de maquinaria y equipos especializados y reactivos.