Las socias Susana Fuerez, Susana Chiza, Virginia Guamán, Luz María Arias y Luz Cachimuel elaboran las joyas. Foto: Francisco Espinoza para LÍDERES

Las socias Susana Fuerez, Susana Chiza, Virginia Guamán, Luz María Arias y Luz Cachimuel elaboran las joyas. Foto: Francisco Espinoza para LÍDERES

José Luis Rosales  (F)    
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Joyas de La Calera conquistan Francia

2 de abril de 2018 09:13

Los tonos rojo, fucsia, verde, terracota, azul y naranja priman en los diseños de temporada de collares, pulseras y aretes de tagua, que confeccionan cinco mujeres indígenas de la Asociación Artesanal Pacha Calera.

Esta bisutería de fantasía se comercializa en Francia, bajo la marca Nodova. El emprendimiento se gestó tras un viaje que hizo al Ecuador, en el 2009, Elodie Guillerm, fundadora de la firma.

Ahí, conoció la parcialidad indígena de La Calera, en Cotacachi, Imbabura. Tras permanecer 15 días por vacaciones, la francesa se empapó de la realidad que vivía las mujeres de esta zona rural.

Es por ello que agrupó a 19 comuneras y les ofreció regresar en un año para empezar con el negocio de joyas elegantes.

Guillerm cumplió su palabra. Sin embargo, la mayoría de integrantes se retiraron porque no obtuvieron los resultados que esperaban, recuerda Susana Fuerez, líder de la organización.

Solo cinco damas continuaron aprendiendo a tejer, hacer los lazos, las combinaciones y formar los colgantes. Incluso, durante un año recibieron formación en el Servicio Ecuatoriano de Capacitación Profesional. También, Elodie contrató a una especialista para que pula la técnica local para producir bisutería de tagua.

Para socias como Susana Chiza era la primera vez que conocía el denominado marfil vegetal. Como la mayoría de compañeras, la mujer, de 49 años, se dedicaba a las tareas de su hogar, la agricultura y al bordado de prendas de vestir.

Una de las primeras acciones fue lograr el reconocimiento jurídico de la organización. Prácticamente empezaron de cero. Chiza explica que durante los primeros meses sortearon dificultades cómo el poder identificar la materia prima ideal, la forma de empacar y hasta conquistar los mercados.

Los diseños originales y vanguardistas ayudaron a posicionar este emprendimiento productivo, al que le sumaron un nuevo componente social.

Elodie Guillerm motivó a las artesanas kichwas a que una parte de las ventas de estas prendas las destinen a apoyar la educación de los niños de escasos recursos económicos de La Calera.

Cada septiembre, la organización recibe USD 4 400 que son invertidos en la adquisición de útiles escolares para 40 niños.

Después de cinco años, la empresa Nodova fue adquirida por Marion Andron y Cécilia Chatenoud. Cada seis meses, un equipo de la firma europea visita La Calera para definir con las artesanas el nuevo catálogo. Luego, realizan la promoción de la nueva colección y precios a los clientes europeos, para realizar los pedidos al taller de Pacha Calera. Así lo hicieron en diciembre pasado. Ahora, estos productos también han ganado mercado en Japón.

Las integrantes de la Asociación Artesanal Pacha Calera realizan al año entre ocho y nueve envíos al país europeo. Hasta el 12 de abril próximo deben despachar, por ejemplo, 500 collares, 800 pares de aretes y 700 pulseras, de diversos modelos y tamaños.

En el taller, que está equipado con una máquina de coser y una de cortar, mesas, estanterías y herramientas de joyería, se hace un trabajo coordinado. Incluso, han calculado el tiempo que se invierte para hacer cada artículo.

Un diseño de un colgante con más detalles demanda 45 minutos. En tanto, para pulseras y aretes se invierte menos tiempo.

Luz María Arias, otra de las socias, explica que, incluso, ellas aprendieron a elaborar sus propios empaques, que son fabricados con una tela de paño.

Una de las metas de este grupo es tener un local propio para trabajar. Por lo pronto, adquirieron un terreno de 1500 metros cuadrados para levantar el taller.

Para la compra obtuvieron un crédito de USD 16 000. Hasta mientras, en la casa de Susana Chiza se acondicionó el obraje.

Este lugar se ha transformado en uno de los sitios de visita de La Calera más concurridos por los turistas, especialmente extranjeros. La mayoría se convierte en cliente de esta tienda de bisutería.

Otros detalles

El horario. El taller funciona de lunes a viernes, de 08:00 a 12:00 y de 14:00 a 18:00.

El salario. Cada una de las cinco integrantes percibe USD 300, cada mes.

Los turistas. Pueden visitar y conocer de cerca el arte de crear joyas de fantasía.

Los precios. Se comercializa al por mayor. El costo de un collar oscila entre USD 3,50 y 7. Los aretes USD 5 y las pulseras 3. Todo depende del acabado.

La empresa. Nodova posee 43 puntos de venta en diferentes sitios de Europa y Japón. Se promociona como una firma con responsabilidad social.