Dennise Calero enseña sus diseños. Su taller está ubicado en el sector de El Condado, en Quito. Foto: Patricio Terán  / LÍDERES

Dennise Calero enseña sus diseños. Su taller está ubicado en el sector de El Condado, en Quito. Foto: Patricio Terán / LÍDERES

Las joyas diseñadas por Dennise Calero tienen un toque urbano

6 de junio de 2018 09:16

En el taller de la diseñadora Dennise Calero el orden es una prioridad. Las herramientas cuelgan de la pared, varios de sus diseños aparecen en un mueble de madera, mientras la luz penetrante de la mañana abrigaba el lugar.

En el taller ubicado en el sector de El Condado, en el norte de Quito, esta mujer diseña y elabora una serie de accesorios para mujeres, elaborados con materiales reciclados que otras personas los catalogan como desechos inutilizables.

La creatividad, el estilo, la originalidad y la pasión por los accesorios femeninos llevaron a la diseñadora de productos, egresada de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, a desarrollar su emprendimiento que en la actualidad es su fuente de ingresos. La idea arrancó en el 2014.

En la búsqueda de los materiales para el desarrollo de su proyecto, la joven emprendedora se planteó la idea de los ‘Frutos Urbanos’. Fue a partir de esto que la diseñadora encontró gran potencial en la recolección de vidrios rotos y el bambú, materiales que llamaron la atención de Calero debido a sus propiedades físicas y ecológicas.

El proyecto tuvo cabida dentro del mercado dentro del museo Nahim Isaías, en
Guayaquil. Fue en el 2014 cuando la joven empezó a exhibir sus productos a través de las redes sociales y su página web,. En esos espacios virtuales se gestionan las ventas de los diseños de Calero.

Actualmente el desarrollo del producto ha llegado a tener altos estándares estéticos, ergonómicos y de calidad, lo que ha permitido a esta joven conectarse cada vez más con los compradores.

El emprendimiento tiene una serie de beneficios para quien adquiere sus diseños. Las pulseras, los aretes y los collares, por sus dimensiones, favorecen a estéticamente a la mujer, según la forma de su rostro y cuello, explica la diseñadora quiteña.

A los materiales reciclados Calero le suma la plata, lo que da un toque distinto, al mismo tempo que evita una reacción alérgica en la oreja del consumidor.  La plata proviene de Chordeleg una población de Azuay que se caracteriza por ser fuente de materiales para joyeros de todo el Ecuador.

A partir del 2015, la marca ha recibido apoyo por parte del Centro Iberoamericano de Artesanías y Artes Populares y de la Junta Nacional de Defensa del Artesano, instituciones que han sido sus gestores para exponer su producto en ferias.

Además, el emprendimiento se ha expandido a escala nacional, gracias a ferias de emprendedores, e internacional. La bisutería de Calero se expone en la Boutique Équatorianne, ubicado en París, Francia. Otra vitrina es una plataforma en línea en EE.UU.

La emprendedora manifiesta que la temporada en la que las ventas de sus diseños aumentan son el Día de la Madre, San Valentín y Navidad. Sus joyas son solicitadas como obsequios.

Betzabé Cepeda ha adquirido diseños de Calero. Ella manifiesta que compró más de un accesorio de la bisutería, especialmente aretes debido a la comodidad y estética que le brindan estas joyas elaboradas a mano. Cepeda añade que lo puede combinar con ropa deportiva o casual, con la seguridad de que no le generarán alergias a comparación de otras bisuterías.

Datos

Las ventas anuales inicialmente eran de, aproximadamente USD 10 000. En la actualidad los ingresos pueden llegar hasta los USD 25 000 al año.

La inversión inicial hecha por Calero fue de USD 2 000, para preparación académica y la compra de materiales.

Tiene una producción anual de 420 piezas que varían entre aretes, collares y pulseras.

El número de clientes varía de 30 a 35 compradores mensuales.