El collar tradicional saraguro es circular con los colores del arcoíris. Eso lo destaca Angelina Paqui, en su local. Foto: Julio Estrella / LÍDERES

El collar tradicional saraguro es circular con los colores del arcoíris. Eso lo destaca Angelina Paqui, en su local. Foto: Julio Estrella / LÍDERES

Las joyas que mezclan diseño y tradición

22 de enero de 2018 06:41

Angelina Paqui es oriunda de la comunidad indígena Saraguro, que habita principalmente en la provincia de Loja. Siguiendo las enseñanzas de su madre, Angelina aprendió desde niña sobre la elaboración de la joyería indígena, esencial para su vestimenta.

Los saberes de su cultura han sido su principal fuente de empleo. Con 31 años de edad emigró a Quito, junto a su esposo y cuatro hijos pequeños.

Mientras su esposo trabajaba como asesor para las Naciones Unidas, Angelina comenzó a recorrer las calles del Centro Histórico de Quito ofreciendo sus collares artesanales, en compañía de sus hijos.

Fueron más de 10 años vendiendo en las calles del Centro, de manera informal. Inti, su único hijo varón, mantiene vivo el recuerdo, incluidas todas las veces que les tocó correr por la llegada de los policías municipales.

Con el tiempo, las condiciones de trabajo fueron cambiando. Por dos años, arrendaron un local en el Centro Comercial La Merced, en el Centro Histórico.

También, desde hace unos ocho años, comenzaron a participar en ferias para emprendedores y artesanos. En la Feria Texturas & Colores, organizada por la agencia Conquito, han participado por cuatro años seguidos.

En el 2014, cruzaron fronteras, con su participación en la feria Micsur (Mercado de Industrias Culturales del Sur), celebrada en Mar del Plata, Argentina. A este evento llegaron con el apoyo del Ministerio de Turismo, en representación del Ecuador.

Actualmente, la artesanía de Angelina y sus hijos se ofrece en un local del Centro Comercial Quitus, en el centro-norte de la ciudad. Desde que ocupan este espacio, hace unos cuatro años, el negocio fue bautizado con el nombre Arawy (poeta y cantor, en lengua quechua).

El modelo de collar tradicional es circular, con los colores del arcoíris, simbolizando la diversidad cultural de los saraguros. Pero los diseños han ido variando con el tiempo, según la demanda del mercado. Los hay de un solo color, pero en diferentes tonalidades, largos multicolores e incluso con formas de flores.

Gisela Vinueza es cliente de Angelina desde hace 10 años. En principio le compraba para proveer una tienda de artesanía, que mantuvo por 13 años. Luego, comenzó a adquirirlos para ella. Dice que les compra cada vez que sale un nuevo modelo. Hoy día tiene unos 30 collares.
Esta cliente destaca la originalidad de los productos, la calidad de sus materiales, la durabilidad de sus colores y los módicos precios.

El precio de los collares depende de sus dimensiones. Uno pequeño puede costar USD 20; mientras que uno de gran tamaño, cuya elaboración demora unas tres semanas, cuesta USD 120.

En Arawy también se elaboran pulseras, aretes, llaveros y cinturones. Además, en el local ofrecen productos artesanales de Otavalo, como camisetas, ponchos, pantalones y alpargatas.
María Sol Vallejo conoció los productos de Arawy en una feria artesanal y desde hace cinco años es cliente frecuente. Para ella ha comprado unos 10 collares; también los ha adquirido para regalar a amigos de diferentes países de la región.

Adicional a la calidad del trabajo, lo que garantiza su durabilidad, María Sol considera que es de lo más económico que ha encontrado en el mercado, en joyería artesanal. “En otros lugares puede costar el doble o el triple”.

El negocio factura alrededor de USD 700 al mes, siendo los meses más fuertes en ventas agosto (mes de las artes) y diciembre.

Los productos además se venden en la tienda del hotel JW Marriot Quito, desde hace cinco años. También los adquieren otros distribuidores.

Al igual que ella, los cuatro hijos de Angelina aprendieron a trabajar la joyería desde pequeños. A pesar de que hoy algunos son profesionales y otros estudian la universidad, aún se mantienen ligados al negocio familiar y le colaboran a su madre en la producción o en las ventas.

Datos

Los precios  de los collares de Arawy van desde USD 20 hasta USD 120, dependiendo de sus dimensiones.

Los productos se venden en un local ubicado en el Centro Comercial Quitus, en el centro-norte de Quito. También se encuentran en la tienda del hotel JW Marriot, en Quito.

El negocio factura alrededor de USD 700 al mes. Los mejores meses de ventas son agosto y diciembre.

Arawy no solo ofrece collares. También, aretes, pulseras, llaveros y cinturones. Además, en el local se pueden encontrar prendas de vestir, elaboradas en Otavalo.