Hansjorg Gotz, gerente de operaciones para América Latina y socio principal de la empresa que opera en el país desde 1994. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES

Hansjorg Gotz, gerente de operaciones para América Latina y socio principal de la empresa que opera en el país desde 1994. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES

Kiwa BCS crece al ritmo del mercado orgánico mundial

8 de mayo de 2017 10:55


El aroma natural de la madera de eucalipto y capulí se siente con fuerza en las oficinas de la certificadora alemana Kiwa BCS Oko Garantie. La infraestructura, situada en el ingreso al cantón Chambo, en Chimborazo, fue construida con la misma filosofía que promueve la empresa: volver la mirada a lo orgánico.

Esta firma se fundó en Alemania en 1990, y opera en Ecuador desde 1994. En esa época Hansjorg Gotz, gerente de Operaciones para América Latina y socio principal de la empresa, asesoraba el proyecto de producción de quinua orgánica de las Escuelas Radiofónicas Populares.

Él, un ingeniero agrónomo apasionado por la naturaleza y el trabajo colectivo, conoció Ecuador y se enamoró del potencial agrícola del país. Por lo que meses después decidió instalar una oficina sucursal de la firma Alemana.

La empresa ofrece servicios de certificación orgánica, un sello necesario para la exportación al extranjero de todo tipo de productos agrícolas o elaborados. Sus certificados permiten a sus clientes llegar con sus productos a Estados Unidos, Europa, Japón, entre otros países. “Cuando iniciamos las operaciones en Ecuador teníamos cinco clientes, hoy certificamos a 240 clientes y alrededor de 12 000 productores”.

Según él, el crecimiento constante de la empresa se debe a la tendencia mundial en el mercado, que es optar por lo orgánico. Eso obligó a los exportadores a cambiar sus procesos para volverlos más ecológicos, naturales y saludables.

Pero la evolución de Kiwa BCS también se debe a un trabajo arduo del equipo integrado por 32 técnicos que se formó en Ecuador. “Nuestro personal conoce el medio en el que se desenvuelve, a nuestros clientes y la cultura”, afirma Gotz.

Para él esta estrategia fue necesaria para ganar la confianza de clientes y consumidores que adquieren los productos con el sello de Kiwa BCS. Los técnicos de la empresa son minuciosos al revisar los procesos agrícolas e incluso hablan kichwa, por lo que mantienen una comunicación fluida con los productores.

Los principales clientes en Ecuador son las asociaciones de productores, fincas y haciendas agrícolas que producen banano, cacao, café, quinua, amaranto, entre otros productos. Para ellos los mercados más importantes están en Europa y EE.UU., donde hay grandes mercados orgánicos.

Pero la oficina en Ecuador ya no solo certifica a productos nacionales, sino que se convirtió en la base de operaciones para toda América Latina. El equipo de trabajo ha logrado tan buenos resultados que las expectativas de crecimiento son aún mayores.

A mediano plazo se espera instalar una oficina crítica en Chambo. Los técnicos de esta oficina son los encargados de la segunda fase del proceso de certificación, que es la deliberación. Ellos deciden, en base a informes que reciben de sus técnicos si un producto recibe el certificado o no.

La instalación de esta oficina es un paso importante para la empresa, porque sería la primera oficina crítica fuera de Alemania e implica que todos los clientes de América Latina certificarán sus productos en Ecuador. Por lo que también se espera un crecimiento económico. El año pasado la firma facturó USD 1,2 millones y este año calcula crecer a 1,4 millones.