El memo de la semana: Hipotecas y arriendos

De un momento a otro, en la agenda legislativa se han incluido dos propuestas de reforma legal que buscan influir en el sector de la vivienda. Por un lado está el proyecto de Ley de Regulación de Crédito de Vivienda, cuyo informe para primer debate está listo y que sería aplicable a quienes se endeuden para adquirir o construir la única vivienda familiar, que el crédito no exceda las 500 remuneraciones básicas unificadas y que exista una hipoteca como garantía de ese crédito.

En el proyecto se establece que las obligaciones contraídas por un crédito hipotecario señalado en esta ley y que sean declaradas de plazo vencido, podrán ser cobradas a través de la respectiva ejecución o dación en pago del bien hipotecado. Al respecto, las instituciones del sistema financiero privado han comentado que de aprobarse la propuesta tal como fue planteada se desacelerará la expansión crediticia, que se ha desarrollado en este segmento.

Pero el tema de la vivienda no solo ha sido abordado desde los créditos hipotecarios. La Asamblea Nacional debatió la semana pasada sobre la necesidad de reformar la Ley de Inquilinato, para promover un adecuado balance entre los derechos de los inquilinos y de los arrendadores.

Esa reforma legal apunta a incrementar el control de las condiciones de las denominadas viviendas renteras; así como establecer con más claridad los mecanismos para la fijación de los cánones de arrendamiento. Por ejemplo, la garantía de pago de dos meses anticipados de renta.

Sobre la base de estos dos proyectos de ley cabe un profundo análisis técnico, más aún si el objetivo es solucionar el problema del déficit habitacional que persiste en el país.