En el sector de La Forestal, en el sur de Quito,se encuentra el taller de producción de muebles. USD 475 000  suman las últimas inversiones. Foto: Julio Estrella / LÍDERES

En el sector de La Forestal, en el sur de Quito,se encuentra el taller de producción de muebles. USD 475 000 suman las últimas inversiones. Foto: Julio Estrella / LÍDERES

Muebles que saltaron a lo digital

22 de diciembre de 2020 12:55

De un golpe, este negocio tradicional saltó hacia la cuarta revolución industrial, hace tres años. Se trata de Corporación Terán, que se dedica a fabricar muebles inteligentes.

Esta empresa quiteña nació en 1995 en una carpintería de propiedad de Samuel Terán, ubicada en el sector de La Colmena. Elaboraba muebles tradicionales (cómodas, armarios y más), que se vendían en la zona de San Roque, en el centro de Quito, directamente a los consumidores finales.

Su hijo Édison, gerente general de Corporación Terán, siguió sus pasos, pero abrió hace 15 años un taller independiente en el sector de La Forestal, en el sur de la ciudad. Los productos tradicionales continuaron vendiéndose en San Roque y en su almacén de fábrica; en el primer sitio se llegó a tener cinco puestos comerciales.

La empresa creció pero, en 2011, debido al aumento de la competencia, dejó de fabricar y únicamente se dedicó a comercializar muebles de otros productores. En la última década ingresaron de lleno al negocio los hijos de Édison: Mauricio, quien es gerente del área Comercial, y Javier, gerente de Desarrollo e Innovación.

Ellos le dieron un giro a la empresa ya que se enfocaron en la digitalización. Lo nuevo, sin embargo, nació de una situación grave para la familia.

Miriam Ortega, esposa de Javier, enfermó hace tres años de lupus y poco a poco perdió la movilidad. Eso impulsó a su marido a innovar en un mueble que le permitiera a ella, a través de un comando de voz, dar órdenes al reclinable para que este se mueva.

Fue un proceso muy duro, dice Javier. La investigación tomó un año y medio, a la par de los tratamientos de su pareja. Finalmente, el 19 de diciembre del año pasado obtuvo el mueble reclinable con control de voz; el invento ingresó al registro de patente de modelo de utilidad, en ese mes.

Ese fue el inicio del desarrollo de otros muebles a los que la Corporación los denomina como ‘smart’. La empresa cuenta también con juegos de sala, camas, mesas de centro y otros en esta categoría, que atienden a diferentes órdenes de la persona.

“Los reclinables, por ejemplo, tienen modo de lectura. Esto permite que a un llamado del humano el mueble permita que suba solo la parte de los pies”, explica Javier. También se ofrecen posiciones de descanso, masajes, colocación de música relajante, luces, activación de bares y otros comandos para este y otros muebles.

En el caso de las camas se puede pedir que se active el baúl y se levante la cama para guardar en un cajón en la parte baja, sábanas, cobijas y más. Esto, dicen los empresarios, es ideal para departamentos con poco espacio.

Mauricio agrega que antes de empezar con los muebles ‘smart’, la empresa ya había comenzado a incorporar elementos digitales como puertos USB para carga, luminaria y otros.
De hecho, desde hace tres años, la compañía volvió a fabricar productos. Corporación Terán cuenta con su propio laboratorio tecnológico y su área de producción; de sus insumos el 50% importa de forma directa y el restante es de proveedores locales.

Uno de ellos es Chaide. Raúl Estévez, gerente de Ventas e Innovación de esta firma, indica que la Corporación es un cliente histórico. “En un inicio nos compraban colchones, pero en los últimos años, espuma de poliuretano para sofás, camas y otros. Destaco que están trabajando desde una perspectiva tecnológica, es un mérito en investigación. Fue una microempresa que se profesionalizó”.

Los avances de la Corporación le han permitido que su producto atraiga interés en países como España, Chile, Colombia y EE.UU. Para el próximo año, comenzará a exportar.

En Ecuador, los muebles de la empresa se comercializan en el ‘show room’, ubicado en La Forestal, y vía comercio electrónico (página web y redes sociales). De hecho, tras la pandemia, la mayor cantidad de ventas se hace a través de este último canal.

Los productos se venden en Quito, pero también van a Santo Domingo, Lago Agrio, Ambato, Guayaquil, Tulcán, Ibarra y otras urbes. La línea tradicional tiene su fuerte en tres locales en San Roque, que aún tiene la firma.

El 85% de la venta es directa y el resto va para subdistribuidores.

Verónica Grueso es una de los clientes, ella destaca de la Corporación su trato personalizado y la disposición para guiar a los clientes como valor agregado. El año pasado compró una sala ‘smart’ y antes pidió que le fabricaran un mueble en su cocina.

La compañía cuenta con su propio laboratorio para temas digitales. Continúa innovando en aspectos tecnológicos.

La compañía cuenta con su propio laboratorio para temas digitales. Continúa innovando en aspectos tecnológicos.

Las cifras

6 años
 tiene el departamento de Innovación. Nació de la necesidad de ofrecer algo diferente.

1 reclinable produce la firma para personas con problemas de salud.

90 por ciento de la venta es de muebles smart. El resto, tradicionales.

3 locales tuvo la empresa en la av. República, Cayambe y Sangolquí.
Se cerraron en este año.

5 funciones tiene un mueble básico, 12 uno completo. 

El gerente / Mauricio Terán
Esta empresa representa la unión familiar. En tiempos difíciles nos hemos tomado de las manos y hemos seguido. En la innovación y el emprendimiento ninguno de nosotros dimos un paso al costado. Lo que nosotros hicimos fue seguir adelante. Tenemos la certeza de que podemos salir adelante. Han existido personas ajenas a la familia que también nos han apoyado en todos los desarrollos y los procesos que hemos impulsado.