Después de casi ocho décadas, Ecuador se apresta a tener otro marco legal que regule las relaciones laborales. Ahora, se inicia una etapa en la cual el debate debe ser fundamental con todos los actores involucrados, para dar paso a la aprobación de un nuevo Código Orgánico de Trabajo. El documento, que contiene más de 550 artícu­los, ya está en manos de la Asamblea Nacional y busca actualizar las relaciones entre empleadores y empleados.

En los análisis previos de este documento, los temas que más atención y preocupación generaron se relacionan con las 'conquistas laborales', la mensualización de los decimotercero y decimocuarto sueldos, las modificaciones al pago de la jubilación patronal, la creación del sindicato único de trabajadores, la libre organización sindical por sectores, los tipos de contratos, etc.

Asimismo, un aspecto fundamental que deberá ser considerado tiene que ver con las nuevas tendencias en las relaciones laborales, como el teletrabajo, los trabajadores autónomos, los emprendedores o la participación de quienes se hacen cargo de las tareas domésticas.

Esta nueva ley debiera apuntar hacia el objetivo máximo de lograr el mayor porcentaje posible de pleno empleo y minimizar el subempleo, pero con base en un desarrollo productivo e industrial acorde a las necesidades económicas del país; ya que de nada sirve tener el mejor Código del mundo si de por medio no se fortalece al sector privado, el principal generador de plazas de trabajo.