El panorama optimista se convirtió en una pesadilla

La situación del sector inmobiliario español pasó en cinco años de la calma a la inestabilidad absoluta. En el 2007, el entonces ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, descartaba una crisis como la que atravesaba EE.UU. “No existen los créditos hipotecarios de alto riesgo y la morosidad de las hipotecas sigue siendo baja. Nuestra preocupación es muy, muy pequeña (0,4%)”, declaraba a diario El País en marzo de ese año.

Para enero del 2008, el mismo medio en su editorial ya advertía que el sector de la construcción atravesaba un período de ajuste. Hoy, los españoles con sus casas hipotecadas, viven una pesadilla. Desde el 2008 a la fecha unas 300 000 personas han sido desalojadas de sus hogares.

Un análisis de la agencia Reuters señala que los desalojos, hasta 200 al día, son un símbolo de la crisis económica que vive España, que comenzó hace cinco años cuando el hundimiento del mercado inmobiliario y de la construcción dejó a millones de personas sin trabajo.

¿Qué factores generaron esta situación? Una década de bajas tasas de interés alimentó la burbuja inmobiliaria. Con el desplome del 2007 y 2008, cientos de miles de personas se vieron adeudando más de lo que valía su casa. Finalmente, las tasas de interés subieron y los pagos mensuales de las hipotecas a una tasa variable se dispararon, analiza Reuters.

Entonces, los desalojos de las personas que no pudieron pagar su hipoteca arrancaron y se aceleraron. En el 2008 fueron 27 000 y para el año pasado la cifra subió a 50 000. Todo esto a medida que el desempleo llegó hasta el 23%, según el Consejo General del Poder Judicial.

En la crisis, los inmigrantes ecuatorianos residentes en España (se calcula que suman 400 000), también resultaron afectados. Actualmente se calcula que unas 15 000 familias ecuatorianas están con problemas por sus hipotecas.

Ahora, a pesar de que no ha habido una investigación sistemática de las prácticas hipotecarias en España, la alarma pública sobre los desalojos hizo que el Gobierno del Partido Popular tomara medidas.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, pidió a los bancos que perdonaran la deuda hipotecaria de las propiedades de valor inferior a 200 000 euros (USD 262 000), y cuando todos los miembros de la familia estuvieran desempleados. La mayoría de los bancos se comprometió a respetar el nuevo código.