Natalia Argüello

Natalia Argüello estuvo en NY Designs durante 12 años. Sus actividades incluían encuentros con emprendedores así como reuniones de trabajo en las oficinas en Manhattan. Foto: Diego Pallero / LÍDERES

Pedro Maldonado
redaccion@revistalideres.ec
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Nueva York conoce del talento de esta diseñadora

24 de enero de 2016 16:24

El 2001 fue un año que marcó la vida de Nueva York y sus habitantes. Los ataques terroristas del 11 de septiembre dejaron una huella imborrable en la historia de la ciudad cosmopolita por excelencia. Pero también se convirtió en una oportunidad para que Nueva York levantara cabeza y confirmara su liderazgo como un polo de desarrollo económico.

En julio de ese año, la diseñadora ecuatoriana Natalia Argüello llegó a la ciudad estadounidense para estudiar una maestría de Diseño y Tecnología en Parsons School of Designs. A las pocas semanas de su llegada, en septiembre, Argüello vivió muy de cerca el dolor que soportó la ciudad tras los atentados a las Torres Gemelas. “Fue traumático ver una ciudad así, paralizada, pero también me sorprendió ver cómo a los pocos días las actividades se regularizaron en la medida de lo posible, en esas circunstancias”.

Un par de años después del 11-S, el entonces gobernador del estado de Nueva York, George Pataki, lanzó un plan para potenciar el desarrollo industrial de la ciudad. Allí se abrió una puerta que conectó a Argüello con el mundo del diseño y de las ‘startup’, en una ciudad de vanguardia. Era el 2003, cuando esta diseñadora quiteña había culminado sus estudios y un conocido le comentó del proyecto de una incubadora de diseño, que estaba a cargo de la Universidad de Nueva York.

Argüello, quien conoció de cerca el mundo del emprendimiento con un estudio de diseño que montó en Quito, se reunió con autoridades de la universidad. Fue contratada para elaborar un estudio de mercado, para determinar la factibilidad de la incubadora.

“Tuve cerca de 60 reuniones con emprendedores, diseñadores, académicos, con el ecosistema de la industria del diseño de Nueva York”. Con la información obtenida se trazó la estrategia de la NY Designs. “Fui de las fundadoras de la incubadora”.

La diseñadora ecuatoriana -que practica natación y promueve la sustentabilidad- inició entonces una relación con NY Designs que duró hasta el año pasado. En ese tiempo, Argüello ocupó cargos como la Dirección de Operaciones, Directora Asociada, hasta convertirse en la Directora Ejecutiva. Ella recuerda que en ese período trabajó con profesionales de primer nivel y describe como una grandiosa oportunidad de aprender. “No podía dejar pasar esa oportunidad que tuve al frente”.

En principio, NY Designs trabajó solo con diseñadores, pero desde hace seis años abrió sus servicios hacia el mundo de las ‘startup’. Las tareas de Argüello incluían planificación de estrategias, conectar emprendedores, así como recaudar fondos para financiar la incubadora y sus proyectos (ver nota compartida). Otra de sus responsabilidades fue mantener a los financistas alineados con la visión de la incubadora.

Mary Howard, directora fundadora de NY Designs, recuerda que desde la primera reunión que mantuvieron, Argüello mostró ser una persona extraordinaria y una profesional consumada. “Ella es el ejemplo de lo que EE.UU. puede ganar con un programa de apoyo a estudiantes educados para quedarse en el país”.

Según Howard, Argüello se destacó por sus habilidades en el diseño, la capacidad de administración de equipos y por ser una gran comunicadora. “Natalia tuvo la madurez para mirar en perspectiva un proyecto y convertirlo en una actividad autosustentable, que hoy en día es reconocido como un modelo de desarrollo económico de Nueva York”.

El programa que la ecuatoriana manejó, añade Howard, creció y fue reconocido por la Fundación Robin Hood y por la Corporación Regional de Desarrollo Económico. “NY Designs recibió apoyo financiero gracias a los sólidos resultados que logró”.

Argüello se separó de la incubadora el año pasado, por motivos personales. Ahora su nuevo objetivo está al otro lado del Atlántico, en España. En Barcelona está por iniciar un nuevo capítulo profesional con una empresa dedicada a la innovación.

Entre sus sueños para el futuro, ella también piensa en volver a su país natal. “Me he reunido con gente del país para ver cómo usar mi experiencia en un área emergente como la innovación”.

Una de las personas con las que mantiene contacto es Michelle Arévalo, directora de la agencia de emprendimiento Impaqto Quito. Ella la describe como una persona centrada, profundamente humana, apasionada por el diseño y con una gran mente para los negocios. “Por su experiencia, entiende bien el mundo del emprendedor”. Mientras el futuro llega, Argüello sigue disfrutando del diseño y del arte, así como apoyando a nuevos emprendedores.

HOJA DE VIDA

Formación.
 Estudió Diseño en la Universidad Católica de Quito. Se graduó en el 2001. Ese mismo año inició una maestría en Parsons School of Designs, en Nueva York. Allí se inclinó hacia lo digital.

Emprendimiento. Durante cerca de siete años, mientras estudiaba en la universidad, montó un estudio de diseño y trabajó con empresas de distintos sectores.

USD 11 millones obtenidos con aportes

Las tareas de Natalia Argüello en NY Designs crecieron y se ampliaron con el tiempo. Esta diseñadora ecuatoriana lo reconoce sin falsa modestia.

La búsqueda de recursos fue una de las responsabilidades que enfrentó. “Levanté USD 11 millones de fondos públicos y privados. Fue una de las responsabilidades más complejas que tuve en NY Designs y de las más satisfactorias”.

Argüello recuerda que fue una tarea compleja, porque era indispensable conocer a profundidad las motivaciones y la misión de cada uno de los auspiciantes e inversionistas y alinear estas ideas con la misión de NY Designs. “Para lograr esta alineación fue necesario ampliar nuestro campo de acción y mantener una flexibilidad constante en el momento de diseñar nuevos programas y servicios; además, ser profundamente creativos”.

Como directora de NY Designs, Argüello tuvo la responsabilidad de cumplir las metas y objetivos planteados en las propuestas financiadas. La medición del impacto económico de cada programa fue siempre precisa y puntual. “Con mi equipo creamos sistemas que proporcionan información sobre este impacto en tiempo real y esto fue una diferenciación que nos caracterizó”.

Con nostalgia recuerda que la parte más satisfactoria fue que a través del apoyo recibido se crearon programas y servicios para promover y desarrollar iniciativas enfocadas en emprendimiento, sustentabilidad, capacitación y creación de empleo. “Así aportamos al desarrollo económico de la ciudad de Nueva York y especialmente de su economía creativa”.