En la foto, los empleados de la filial de Toyota Motor Kyushu verificando los vehículos Lexus en una línea de montaje en la planta de Miyata en Miyawaka, Fukuoka Prefecture (isla al sur de Japón).

En la foto, los empleados de la filial de Toyota Motor Kyushu verificando los vehículos Lexus en una línea de montaje en la planta de Miyata en Miyawaka, Fukuoka Prefecture (isla al sur de Japón).

Agencia Bloomberg
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La estrategia de Toyota para el 2015: no construir más plantas

23 de enero de 2015 16:20

La creciente demanda de vehículos utilitarios deportivos, incluyendo el RAV4 compacto y el Highlander de tamaño mediano, aceleró el aumento de cuota de mercado en Estados Unidos de Toyota el año pasado, estimulando planes para impulsar la producción local y las exportaciones desde Japón en el 2015.

Mientras que Volkswagen y General Motors (GM) añaden fábricas para reforzar su posición ya dominante en China, la estrategia del presidente Akio Toyoda de renunciar a la construcción de nuevas plantas de automóviles, por lo menos hasta el próximo año, podría dar lugar a la primera reorganización en el liderazgo de ventas de automóviles desde 2011.

Toyota prevé un descenso del 1 por ciento en las ventas anuales, a 10,15 millones de vehículos, en 2015, dijo en un comunicado el fabricante de automóviles con sede en Toyota City, Japón. Volkswagen y GM no han anunciado proyecciones para este año.

Toyota predice una caída en las ventas este año debido a una caída esperada de la demanda en Japón, donde el aumento del impuesto al consumo el año pasado hizo que se apresuraran muchas compras, dijo la vocera Kayo Doi.

El año pasado, las ventas de Toyota aumentaron en los EE.UU., Europa, China y Brasil, mientras que las entregas en Tailandia e Indonesia cayeron, según la compañía.

Toyoda, de 58 años y nieto del fundador, ha suspendido la construcción de nuevas plantas tras los retiros de automóviles por aceleración repentina, no intencionada, en el 2009 y el 2010; y el tsunami de Japón el año siguiente.

La suspensión de la fábrica fue una respuesta a esas crisis tempranas durante la presidencia de Toyoda. La expansión excesiva antes de ser nombrado presidente había contribuido a la primera pérdida anual del fabricante de automóviles en casi seis décadas.