Miguel Iturralde, ingeniero agronómo, se especializó en la nutrición de animales. El diseño y construcción de la planta se hizo en cuatro años. Foto: Francisco Espinoza para LÍDERES

Miguel Iturralde, ingeniero agronómo, se especializó en la nutrición de animales. El diseño y construcción de la planta se hizo en cuatro años. Foto: Francisco Espinoza para LÍDERES

Esta planta le da valor agregado a la alfalfa

1 de mayo de 2018 09:46

Durante 33 años, Miguel Iturralde vivió en Chile, pero hace cuatro retornó al país para ponerse al frente de Master Cubox S.A., una firma especializada en alimento para animales.

En la capital de Imbabura está aplicando los conocimientos que adquirió trabajando en empresas agroindustriales chilenas como Iansa, una de las mayores productoras de azúcar, e Invertec, que se especializa en productos de deshidratación de alimentos.

Cuando tenía 18 años, este ibarreño viajó a la nación sudamericana por estudios. En la Pontificia Universidad Católica de Chile se graduó de ingeniero agrónomo, con mención en zootecnia.

Sin embargo, el ‘boom’ de desarrollo agrícola que registraba el país araucano le cautivó para quedarse. Tras la larga estancia volvió al Ecuador para emprender en este proyecto innovador. Ocupa la gerencia general.

Desde enero de este año empezó a funcionar esta planta industrial que transforma las matas de alfalfa en harina o en cubos, dirigida a la dieta de caballos estabulados, explica Iturralde.

La factoría, que abarca un área de 4,5 hectáreas, está ubicada en la parroquia de Salinas, en el norte de la capital de Imbabura.

Éste es un sitio ideal para este cultivo. Los técnicos explican que aquí los cortes se pueden hacer cada 28 días, durante los cinco años que dura la vida útil de las plantas. Mientras en otras zonas del país se cosecha cada 35 días.

El área industrial mide 1 800 metros cuadrados. Ahí se instaló el complejo que tiene equipos automatizados, distribuidos en tres líneas de producción. La primera es de secado y posee un horno de 38 metros de largo por 4 de ancho. La segunda es de producción de harina y la otra de cubos.

Miguel Iturralde, ingeniero agronómo, se especializó en la nutrición de animales. El diseño y construcción de la planta se hizo en cuatro años. Foto: Francisco Espinoza para LÍDERES


Éste último es el producto principal. Hoy procesa 250 sacos de 25 kilos de cubos y 120 de harina. Pero, la capacidad instalada es de 1 080 000 kilos, por turno.

Los cubos, que miden 3 x 3 centímetros, se obtiene con un método de extrusión. Mientras que el largo puede variar hasta por 10 cm de acuerdo a la necesidad del cliente, indica Andrés Montalvo, jefe de la planta. En cubos o en harina, el producto tiene una similar la composición nutritiva.

El software Escada que se implementó en Master Cubox permite manejar todos los equipos desde un computador. Así se puede prender o apagar cada una de las líneas, regular los tiempos, la velocidad del aire, la temperatura, tener reportes de procesamiento diario, explica Montalvo. Por eso, actualmente en la empresa trabaja una decena de personas.

Antes de ingresar a la planta, la materia prima pasa por una estación de control de calidad. Ahí se mide varios parámetros como color, contenidos de materia seca y malezas. Luego, pasa a una torre de descarga con el que se cierra el ciclo de recepción del material.

Ahí recién empieza el proceso industrial. El primer paso es un presecado al aire libre.
Enseguida las fibras de esta planta herbácea continúan en el proceso de deshidratado que se realizan en un horno. Por la humedad que tiene el producto es sometida hasta un temperatura de 95 °C, en un tiempo muy corto para conservar sus propiedades.

La cosecha ingresa a la fábrica, a través de un sistema que consta de un pozo de descarga, una mesa vibrante y una cinta transportadora, que alimenta de manera homogénea el honor de la factoría. Este sistema fue desarrollado por los técnicos de Master Cubox.

Todo inicia en el campo con la siembra, seguimiento y cosecha de la alfalfa. La firma cuenta con una logística exterior, que incluye máquinas recolectoras y camiones para el traslado de la materia prima, que se corta y se pica.

En esta primera fase cuentan con 160 ha de sembríos. La meta es extenderse a 1 800 ha en los próximos cinco años. La mayoría son cultivos propios, pero también se abastecen de productores asociados. Han ensayo con algunas variedades de esta planta. Pero, entre las de mejor resultado está la alfalfa nacional.

Con la Corporación Financiera Nacional obtuvieron dos líneas de crédito. La primera, que bordea USD 1 millón, sirvió para la compra de maquinaria y edificaciones. La otra, de USD 450 000, se destinó a capital de trabajo. La inversión total es de USD 3 millones.

El próximo objetivo es la fabricación de balanceados para otro animales de granja. Unas de las alternativas es la hidrolización del bagazo de la caña de azúcar. También potenciar los cubos de alfalfa con minerales y vitaminas.

Otros datos

El diseño   del software de la planta estuvo a cargo de técnicos locales. Eso posibilita un manejo automatizado.

El horno tiene una capacidad para procesar cuatro toneladas de productos terminados por hora. Tiene seis etapas.

Los quemadores, que permiten regular la temperatura en décimas de grado, fueron diseñados por la firma Luccini.

La firma Master Cubox tiene 16 accionistas, que integran esta sociedad anónima.
Los planes  de exportación busca aprovechar las ventajas comparativas con cultivo permanente de alfalfa.