Redacción Cuenca
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El postre miniatura hace crecer a este negocio

Masas de pie con relleno de Nutella, recipientes con crema batida, frascos con mermelada de frambuesa, bandejas con trozos de chocolate son los protagonistas de la oferta culinaria de Chantilly Bake Shop.

Esta iniciativa surgió en el 2011 porque su propietaria, María Angélica Calderón, entregaba -desde el 2006- postres a domicilio y sus clientes le pedían que abriera un punto de venta. Actualmente, su facturación bordea USD 4 000 al mes.

Calderón tiene una voz suave y al hablar de su trabajo transmite pasión por lo que hace. Conoce las técnicas para elaborar y rellenar chocolates, experimenta nuevos sabores y fusiona sus creaciones con los postres tradicionales. Por ejemplo, al suspiro limeño le añadió una franja de dulce de frambuesa para dar un toque cítrico.

Además de su experiencia, Calderón tomó de sus ahorros USD 20 000 para hacer realidad este negocio. Compró tres mesones de acero inoxidable; un horno y batidora industriales; recipientes y moldes especiales para pastelería y repostería. Al inicio, con dos empleados, su facturación promediaba USD 500 al mes.

Mousse de limón, de chocolate, galletas, muffins, suspiro limeño, cheesecake, pasteles, entre otros postres se comercializan en Chantilly.

La gerenta de On Time Café (local de comidas en el aeropuerto Mariscal Lamar), Fernanda Amoroso, compra estos postres desde diciembre del 2011. Le gustan por su presentación en miniporciones, que son atractivas para quienes están en la sala de espera de la terminal aérea cuencana.

Calderón también tienen una buena relación comercial con sus proveedores. Por ejemplo, el gerente de la firma Galapé, Diego Galarza, que le proporciona chocolates, nueces, leche condensada etc., manifiesta su satisfacción por el cumplimiento de esta emprendedora en sus obligaciones y en los pedidos.

Galarza no recuerda las cantidades, pero “cada mes aumenta sus pedidos, porque es un negocio que está creciendo”.

Evidencia de esa expansión también se observa en el número de colaboradores: ya suman cinco personas. Calderón indica que esta ‘suerte de éxito’ se debe a la dedicación de su equipo. No solo ofertan postres en el local, sino que preparan pasteles y dulces personalizados para bodas, primeras comuniones, bautizos...

Mientras explica el servicio en los eventos, muestra las fotos en su celular de los dulces que ha creado para estas festividades. Explica que está atenta a las tendencias y lo que el mercado demanda.

Patricia Tamayo es una de las clientas de Chantilly. Le gusta comprar postres individuales para acompañar el café en su casa. Destaca que cada vez que visita el local ve nuevas opciones. Esa diversidad sumada a la calidad del producto es clave.