La línea de negocio Mr. Chancho, de Pronaca, tiene su proceso de producción en la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas. Hace 20 años maneja esta marca en todo el país. Foto: Katy Delgado  para LÍDERES

La línea de negocio Mr. Chancho, de Pronaca, tiene su proceso de producción en la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas. Hace 20 años maneja esta marca en todo el país. Foto: Katy Delgado para LÍDERES

La producción porcina del país está a la baja

25 de enero de 2017 10:23

La producción porcina en el país cayó un 15% el año pasado, según estimaciones de la Asociación de Porcicultores del Ecuador (Aspe). Jorge Páez, presidente del gremio, afirma que entre enero y mayo del 2016, algunas de las granjas porcinas más grandes del país redujeron su producción un 20%; las más pequeñas, en cambio, cerraron operaciones.

Existen dos factores que contribuyeron a la caída del sector. El primero es el costo de producción de la carne.

El titular de la Aspe señala que procesar un kilo de carne de cerdo (cortar y tratar la carne) cuesta, en promedio, unos USD 2,15. Sin embargo, en otros países, como Colombia o Perú, el mismo proceso tiene un costo que bordea USD 1,70 o USD 1,80. Esto hace que la actividad local pierda competitividad frente a otros países.

La producción también es cara debido a que la principal materia prima, el maíz, es costosa según los productores. Por ejemplo, un quintal de maíz cuesta USD 14,90, cuando en los países vecinos el valor oscila entre USD 7 y 13. Ese valor se traslada al proceso de producción, según la Aspe.

El segundo factor que afecta a la crianza de cerdos es el contrabando. Según Páez, no se cuenta con cifras de cuántos animales ingresaron -en pie y en corte- al país de manera ilegal por las fronteras norte y sur. Según el dirigente del sector, como los costos de producción son más baratos en otros países el valor de la carne es más barato y eso fomenta el contrabando.
En Ecuador, la mayoría de granjas de cerdo se encuentra en Santo Domingo de los Tsáchilas, Guayas, Pichincha, Manabí y El Oro. No obstante, la porcicultura familiar -en granjas- aporta con el 30% de la producción que se desarrolla en todas las provincias del país, a excepción de Galápagos indica José Orellana, director ejecutivo de la Aspe.

Además, la compra de este alimento no disminuyó. Por ejemplo, Molinos Champion -la tercera empresa más grande del sector- vendió 4 500 toneladas el año pasado, cifra similar a la del 2015. En el país, el consumo de carne de cerdo por persona al año es de 10 kilogramos.

Para los productores más pequeños, el 2016 sí fue un año difícil. Juan Castillo, productor porcino de Santo Domingo de los Tsáchilas y afiliado a la Asociación de Porcicultores de esa provincia, se dedica a la actividad hace 17 años, en su granja familiar. Allí tiene invertidos USD
130 000 y trabaja con 800 animales al año, entre cerdos reproductores, madres, lechones y aquellos que están listos para la venta.

Pero el año pasado, sus ventas se redujeron aproximadamente un 40%, dice Castillo. El productor asegura que los costos le perjudican. “Algunas empresas dejaron de comprarnos”. Por esto empezó a comercializar su producto en ferias y mercados. Añade que otros porcicultores optaron por cerraron sus granjas.

Por estos motivos, el sector se apoya en la Subsecretaría de Comercialización del Ministerio de Agricultura. El año pasado se conformó un Comité de Control de Contrabando de carne de cerdo. Este organismo está integrado por la entidad estatal, Agrocalidad, el Servicio Nacional de Aduana del Ecuador, el Servicio de Rentas Internas y las asociaciones de porcicultores.
Otras firmas, en cambio, mantienen sus niveles de producción. Pronaca, con su línea Mr. Chancho, maneja estrategias comerciales y de ofrecer valor agregado, como productos listos para ser preparados.

Pronaca no precisa cifras de ventas e inversión para la línea Mr. Chancho, pero indica que dentro de sus procesos interviene la investigación y desarrollo.

Por ejemplo, para la crianza de cerdos la empresa tiene investigadores que producen semillas de maíz, arroz, sorgo, entre otras, para fortalecer así la producción de los agricultores con los que trabajan. Este primer paso es importante, debido a que el maíz es el principal ingrediente para el balanceado de cerdos.

Luego, la empresa se encarga de procesar la carne, elaborar el empaque y la comercialización. A lo largo del proceso también integran procedimientos amigables con el ambiente. Pronaca implementó los sistemas Deep Bedding en las granjas ubicadas en Santo Domingo de los Tsáchilas. Estas permiten el ahorro del agua; ­también se colocaron biodigestores, es decir, contenedores especiales para el tratamiento adecuado de los desechos.

Este año, el sector porcícola se enfocará en mejorar la producción de carne de cerdo. Y de la mano de Agrocalidad y diferentes asociaciones de porcicultores trabajan en la erradicación de la peste porcina clásica. A largo plazo, con estas mejoras esperan exportar el producto a otros mercados de la región.