Dávila escogió el nombre de Arawi porque significa poesía, en kichwa. Foto: Giovanni Astudillo / LÍDERES

Dávila escogió el nombre de Arawi porque significa poesía, en kichwa. Foto: Giovany Astudillo / LÍDERES

Los productos de Arawi se venden en cinco países

17 de agosto de 2016 08:08

Los productos de Arawi llegan al extranjero, concretamente a Canadá, Suiza, China, EE.UU. e India. Durante el 2016 se concretaron cinco exportaciones de polvo, pasta o licor, manteca, nibs y coberturas de cacao orgánico.

Hace tres años, el cuencano Carlos Dávila inició su empresa Arawi para elaborar estos productos con el fin de dar un valor agregado al cacao. “Ecuador tiene el mejor cacao fino de aroma del mundo y no quería que solo salga como una materia prima y que regrese como chocolate”.

Por ello, su objetivo fue no solo vender o exportar cacao al granel sino crear productos que sean reconocidos en el país y el exterior. Él y su padre son ingenieros agrónomos y están dedicados al cultivo de cacao desde hace una década. Su familia tiene las haciendas Guatemala y Peña Dorada, ubicadas en Balao (Guayas) y El Guabo (El Oro), respectivamente.

La inversión inicial alcanzó los USD 30 000. Ese dinero se destinó para adquirir maquinaria fabricada en el Ecuador, que se usa para seleccionar los granos, tostar, separar las cáscaras y un molino para obtener la pasta y el polvo.

Ese equipamiento fue instalado en una propiedad de Dávila, ubicada en el sector de Zhumir, en el cantón azuayo de Paute.

En la actualidad, en esta fábrica se producen, en promedio, cuatro toneladas mensuales de cada uno de los productos. Es decir, de polvo, pasta o licor, manteca, nibs y coberturas de cacao orgánico.

Es la capacidad máxima de la planta, por lo que ya se alista la ampliación con la importación de maquinaria, señala Dávila. No está definida la inversión.

Otro de los proyectos es el mejoramiento de los empaques.

El 80% de la producción se comercializa en el país a través de grandes supermercados, micromercados, hoteles, hosterías, pastelerías, tiendas, spa, chocolaterías, cafeterías, heladerías, gimnasios, entre otros negocios.

También promociona sus productos en ferias como la harina, café y chocolate. Esta se realizó a finales de mayo pasado en el Seminario San Luis de Cuenca. Allí, la azuaya Inés Tapia probó el polvo de cacao. “Me gusta su sabor y aroma y los adquiero frecuentemente”.
El 20% de la producción restante se destina a la exportación. “Al mercado internacional ingresé desde hace dos años con pasta, polvo, grano...”, señala Dávila.

Para ingresar al extranjero como un producto orgánico, concretamente, a Canadá, EE.UU. y la Unión Europea logró la certificación para las haciendas, la planta procesadora y la exportación per se. La empresa estadounidense Quality Certification Service entregó esta acreditación.
En la planta del cantón Paute también se realiza una selección del grano de exportación, “porque queremos enviar solo calidad con el nombre de Arawi”.

Dávila escogió el nombre de Arawi porque significa poesía, en kichwa. “Creemos que el chocolate es una pasión y brinda muchos beneficios para las personas. Libera endorfinas y brinda la misma sensación que el amor. Por eso es una poesía de aroma”.