En la empresa familiar GIN se elabora el conocido ginebra (gin). Este licor combina 20 productos nacionales, como hierbas aromáticas, que llega de 41 proveedores ecuatorianos. Foto: Armando Prado / LÍDERES

En la empresa familiar GIN se elabora el conocido ginebra (gin). Este licor combina 20 productos nacionales, como hierbas aromáticas, que llega de 41 proveedores ecuatorianos. Foto: Armando Prado / LÍDERES

Productos de las pymes ganan terreno en los supermercados

24 de abril de 2017 12:32

El abanico de productos ecuatorianos creció y se diversificó en las perchas de los supermercados del país. La oferta incluye alimentos frescos, procesados, los que están listos para servirse hasta insumos de limpieza, cosméticos, entre otros.

El año anterior se colocaron 115 tipos de productos en estos espacios, entre los que están aceites, frutas, fideos, confites y más. Esto es un 71% más que en el 2015, cuando se registraron únicamente 67, según informó la Superintendencia de Control del Poder del Mercado, en un comunicado enviado en febrero pasado.

El número de proveedores, que en su mayoría son micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), también creció.

El tipo de productos que sobresalen son los alimentos, en especial, las carnes y los pollos. Le siguen las legumbres, frutas...

Corporación Favorita, que abarca a supermercados como Megamaxi, Supermaxi y Akí, cuenta con una amplia línea de productos ecuatorianos, que van desde encebollados enlatado, maduros, tamales hasta patacones.

A estos se suman los alimentos de temporada. Por ejemplo, en Semana Santa se comercializa la tradicional fanesca lista para consumir y en el Día de los Difuntos, colada morada y guaguas de pan.

GIN es una empresa familiar que produce el conocido licor gin (ginebra). En esta bebida se mezclan productos frutales y otros; todos los componentes son de origen ecuatoriano.
La idea de esta pequeña empresa nació hace dos años, de la mano de la familia Jaramillo, que invirtió USD 25 000 para levantar una planta. No conforme con eso, los integrantes decidieron hacer una nueva inversión de USD 125 000, para reforzar dicha fábrica y aumentar su producción.

Esta decisión fue importante porque los catapultó a las perchas no solo de locales comerciales sino de cadenas de supermercados como Supermaxi. Por ello, esta familia espera alcanzar ventas de USD 250 000 este año, según explica Andrés Jaramillo, gerente de la compañía ecuatoriana.

Actualmente la firma, que se levantó en Carcelén, en el norte de Quito, produce 4 600 botellas al mes, pero en meses altos (como diciembre) alcanzan las 6 000 unidades producidas.
La exportación del licor es el siguiente paso para esta familia, que está en conversaciones con negocios de Suiza, Francia y Australia.

Jaramillo, además, destaca que este licor, que combina 20 ingredientes ecuatorianos, ganó algunos premios a la calidad y al sabor.

Hoy en día, la microempresa da trabajo a 49 proveedores, que se encargan de entregar el producto. Ese es otro de los valores agregados de GIN, expresa Jaramillo.

De los 180 agremiados en la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi), unas 40 empresas entregan sus productos en los supermercados. Hace unos cinco años atrás no había ni uno en las perchas.

Esto llevó a que los productores mejoraran sus procesos de calidad y su producción; incluso se llegó a ampliar la oferta de artículos. Cuando los productores comenzaron a ingresar a los supermercados solo llegaban con mermeladas; hoy hay alimentos precocidos, cocidos y otros, dice el director ejecutivo de Capeipi, Christian Cisneros.

Los ‘snacks’ nutritivos son otros grupos de productos que ingresaron en supermercados. Granola, barras energéticas y frutas deshidratadas son algunos bienes que pueden comprarse en estas cadenas comerciales para las loncheras de los niños y los adultos.

Frumix es una empresa de frutas deshidratadas (nueces, piña, almendras) que abrió sus puertas hace ocho años y hace cuatro ingresó a Supermaxi. El proceso tardó seis meses e implicó un esfuerzo para lograr que su pro­ducto esté a punto, explica

Cristina Ayala, gerenta comercial de la firma, detalla que el ingreso a esta cadena significó un importante incremento en los ingresos de este emprendimiento.

Productos con un plus resaltan en los supermercados

Patacones listos para servirse, sushi, el tradicional canelazo de naranjilla son algunos de los productos que llaman la atención en las perchas de los supermercados.

Su valor agregado, su presentación o su originalidad son algunos de los factores que los hacen diferentes.

Disprofood es una pequeña empresa que abrió sus puertas de la mano de dos jóvenes ingenieros: Pablo Rodríguez y Michelle Terán. Ellos apostaron a levantar su emprendimiento con un producto nutritivo y tradicional: patacones listos para servirse.

Su idea nació hace un año, con el objetivo de generar ingresos para ellos y para otras personas. Lo lograron. Hoy trabajan junto a ellos tres personas de forma directa y dos de forma indirecta (proveedores de Santo Domingo, que entregan el plátano).

Su producción inicial fue de 50 kilos mensuales; hoy alcanzan los 400 kilos al mes. Este aumento se debe a que ingresaron en las perchas de Supermaxi, en marzo.

El proceso para acceder a esta cadena duró cerca de siete meses, en los que se dedicaron a conseguir un producto de calidad. “El valor agregado es el sabor que imprimimos al producto. Hay un ‘snack’ similar pero no como nuestro patacón, que lo vendemos tal y como lo comemos en casa”.

Cuando ingresaron a esta cadena de productos tuvieron que incorporar a su equipo de trabajo a otra persona más. “Tenemos la capacidad productiva de 100 kilos diarios, hoy producimos 25 kilos, por lo que apostaremos por otros espacios”.

Disprofood sigue procedimientos de control minucioso durante el corte, fritura, empaque, etc. “Hay una persona encargada de cuidar la elaboración desde que se selecciona el plátano hasta su empaque”.

El precio que se cancela por cabeza es de USD 3,75. Cada semana se abastecen de 25 cabezas. “Buscamos pagarles el precio justo por su producto”, explicó Rodríguez.
Otro de los productos que alcanzaron un espacio en percha es el de Sebastián Maldonado, emprendedor que creó el licor Chawpi Pacha, un canelazo serrano.

Este producto es una propuesta que combina el sabor del canelazo y la creatividad de los artesanos ecuatorianos. La razón: la botella tiene paisajes nacionales o personajes (diablo huma, fragatas, tucanes, cucuruchos, tortugas de Galápagos, entre otros) elaborados por artesanos.

Maldonado asegura que su éxito se da porque su producto es diferente a los otros. Tiene una doble acción: se puede consumir la bebida y la botella como ‘souvenir’. “Es un complemento entre el contenido interior y exterior”, señala el emprendedor.

El proyecto lleva dos años, en los cuales han desarrollado este producto que satisface la necesidad de los turistas. “Se llevan un regalo que es ecuatoriano”.

Chawpi Pacha, que significa Mitad del Mundo, emplea a cinco trabajadores que realizan el trabajo artesanal y se encargan de la elaboración del licor que mezcla la naranjilla con la canela. Los procesos de calidad son minuciosos.


Manual buenas prácticas

Según el Manual de Buenas Prácticas de Supermercados, de la Superintendencia de Control de Poder del Mercado, los proveedores deben cumplir con diferentes requisitos para ubicar sus productos en las perchas.
La persona o empresa que proveerá a un supermercado debe estar domiciliada en el país, tener Registro Único de Contribuyentes (RUC) o Régimen Impositivo Simplificado Ecuatoriano (RISE), etc. Cuando ingresa a las perchas debe entregar documentos de producción con información sobre capacidad comercial, financiera, operativa, suministro y otros.

Innovación y calidad, el fuerte de las pymes

Calidad, innovación y valor agregado son los tres factores que inciden en el auge de las pymes, las cuales han ganado terreno en el último año. Alimentos de todo tipo encabezan la lista de tipos de productos enviada por la Superintendencia de Control del Poder de Mercado.
La categoría que sobresale es la de los cárnicos con productos provenientes de la res y el pollo. Le siguen los alimentos precocidos, legumbres, frutas, confitería y bebidas. Con una menor participación están los productos para la limpieza del hogar, el higiene y el cuidado personal.

En almacenes Tía hay, al menos, 150 tipos de productos, entre los que se encuentran humitas, tamales, entre otros.

Según José Muñoz, director comercial de esta cadena comercial, entre el 2015 y el 2016 número de unidades vendidas aumentó en 23% y el 13% en ingresos.

Para él, la decisión de abrir sus perchas a estos productos típicos y ancestrales permitió activar la economía de las pequeñas y medianas empresas. Además que “fortalecen nuestra vocación de ofrecer el mejor surtido y el mejor servicio a los más de 190 000 clientes que visitan diariamente”, explica vía correo electrónico.

Ofrecer un producto de calidad y diferente es uno de los factores centrales de los pequeños y medianos empresarios, lo cual destacan los compradores en los supermercados.

Pedro Romero, catedrático de Economía de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), indica que los emprendedores hicieron inversiones importantes para lograr un mejor producto, presentación y procesos productivos de calidad.

Romero, además, afirma que las restricciones a las importaciones es otro factor que impulsó a las pymes y sus productos, ya que se convirtieron en sustitutos de los importados. “Tras las salvaguardias y otros mecanismos, las cadenas prefirieron a los productores locales porque la importación resultó más complicada”.

En el caso de productos tecnológicos, el docente dice que aún falta potenciar esa industria pues las experiencias que se han dado no han dejado resultados positivos.

Hugo Montesdeoca acostumbra a comprar productos ecuatorianos cuando va al Megamaxi de la 6 de Diciembre, en el norte de Quito. Compra bolones, empanadas de verdes u otros productos típicos para su familia.

Montesdeoca prefiere estos alimentos por dos razones: su sabor, ya que puede consumir un producto de la Costa de forma rápida y sencilla y la calidad.

Cada producto que ha comprado es limpio y ordenado. Según él, los precios son convenientes y van acordes con la calidad del producto. “Son alimentos buenos y no tengo reparos en adquirirlos”.

En esto coincide Juana Bermeo, quien adquiere cada semana ‘snacks’ ecuatorianos. Los compra porque son saludables para sus hijos, quien acuden a la escuela. “Prefiero comprar productos como tostado, habas y otros para las colaciones de mis dos hijos”.