Pedro Maldonado. Redacción Quito / LÍDERES
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Ramiro Salazar: su lente brilla con la publicidad

Llegar de un colegio privado a una universidad pública, a finales de los años 80, llamaba la atención. Esa experiencia la vivió Ramiro Salazar, quien tras obtener su bachillerato en el Colegio Americano de Quito ingresó en la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central. En las aulas, en los primeros días de clase, cuando Salazar se presentaba ante los profesores, sus compañeros lo molestaban por su pasado colegial.

Así lo recuerda Carlos Villalba, amigo y colega de este fotógrafo ecuatoriano. "Pero siempre tuvo mucha personalidad; la demostró desde el primer día de clase. Eso y su amabilidad permitieron que Ramiro se integrara fácilmente con los demás estudiantes de la Facso. Además -agrega Villalba- era el 'pintón' de la clase y levantaba suspiros en los pasillos".

En esa época, Salazar era un apasionado de la lectura y de la escritura. La fotografía era un campo que no le llamaba la atención, a pesar de que su padre era un apasionado por la fotografía y de que su familia tenía una imprenta.

Pero eso cambió cuando este quiteño, nacido en 1972, tenía entre 20 y 21 años de edad. "En segundo año de la universidad me topé con la necesidad de la imagen". Entonces, con la ayuda de Villalba empezó a disparar sus primeras imágenes, así como a revelar en formato blanco y negro.

Usaba una cámara Olympus que le obsequió su papá y hacía fotos para la imprenta de su familia. "Fueron, indirectamente, mis primeros trabajos en la fotografía publicitaria", relata en una animada conversación en su estudio ubicado en el norte de Quito.

Hoy, Salazar cuenta con una hoja de vida profesional llena de reconocimientos. Sus fotografías han obtenido premios en festivales internacionales de publicidad como Cannes, Ojo de Iberoamérica, FIAP y Festival del Caribe. En el 2012 fue premiado en el concurso One Eyeland Awards (India), como Fotógrafo del Año en Publicidad.

También es profeta en su tierra. En Ecuador ha obtenido siete Cóndores de Oro (a la excelencia fotográfica de la publicidad ecuatoriana), entre el 2003 y el 2012. Este es uno de los reconocimientos más representativos en el mundo de la publicidad ecuatoriana.

Tras los años universitarios, este padre de tres menores se capacitó por su cuenta. Siguió tomando fotos, revelando y experimentando. Con trabajos para revistas de caballos de Ecuador y Perú de por medio, Salazar fue sentando las bases de su trabajo como fotógrafo publicitario.

A finales de 1997, con 25 años de edad, viajó a España para estudiar Escritura de Guión para Cine y Televisión, y Teoría y Práctica del Documental Creativo, en la Universidad Autónoma de Barcelona. Su sueño era regresar a Ecuador para incursionar en el mundo de la televisión.

Al regresar al país, en 1999, se encontró con una pesadilla: "Ecuador estaba destrozado por la crisis económica; intenté trabajar como guionista, pero me encontré con personas que eran un desastre, sin ninguna seriedad. Lo audiovisual, con contadas excepciones, estaba muerto en el país".

Salazar creó sus propias oportunidades para mantenerse a flote. Volvió a la fotografía comercial, editorial e industrial. Además, fue contratado como profesor en la Universidad San Francisco de Quito. En este centro de estudios, luego de impartir clases se quedaba revisando libros de fotografía. "Me aseguraba de aprender bien la teoría, antes de hacerlo en la práctica. Fui autodidacta, lo hice todo solo, no tuve profesor", admite sin poses.

Así llegó a trabajar para una cadena de comida internacional. Era el 2001 y la fotografía digital estaba en pañales en el Ecuador. Sin miedo a salirse del molde, contaba para entonces con una cámara digital Fuji; luego probó con una Kodak. Las posibilidades de trabajo aumentaron con las nuevas tecnologías, a pesar de que los clientes no estaban del todo convencidos de la imagen digital.

El destino tenía un nuevo reto para él. Un feriado del 2003, la naciente agencia de publicidad La Facultad, con sede en Quito, necesitaba un fotógrafo porque con quien contaban para un trabajo no se encontraba disponible. Xavier Barona, uno de los fundadores de La Facultad, recuerda que una persona cercana le recomendó el nombre de Ramiro Salazar.

Así nació la relación de trabajo que se mantiene 11 años después. Barona lo describe como una persona con la que es fácil trabajar, como un profesional a carta cabal. "Es un caballero. Domina el tema de la luz y la composición, pero más allá de la técnica que tiene, resalta su parte humana. Es un fotógrafo que se entrega por completo al trabajo".

En los trabajos que ha realizado se cuentan firmas y marcas como Chevrolet, Yanbal, Glemo, Tame, Nestlé... Sofía Albán, chef corporativa de Nestlé, comenta que la primera vez que trabajó con él fue en el 2007.

Albán cuenta que entre libros, recetarios, campañas y comerciales ya van siete años de trabajo en conjunto. Y agrega que ya ha perdido la cuenta del número de proyectos en los que ha contado con Salazar.

"Ramiro siempre está en la búsqueda constante de la mejor foto, se ha llegado a comprometer tanto que conoce muy bien mi marca. De hecho, lo considero parte fundamental para mi trabajo, porque como decía antes, somos un equipo. Una producción con él ya no es trabajo, es un momento de creatividad compartida". ¿Anécdotas? "Le encantan las almendras y los frutos secos que utilizamos en las producciones".

Actualmente, Salazar mantiene intactas sus ganas de seguir aprendiendo. Además, defiende con argumentos la situación publicitaria que atraviesa Ecuador. "Es un momento muy bueno. Los bancos de imágenes, a los que en alguna ocasión vendí fotos, destruyeron el trabajo del fotógrafo en este y otros países. Ahora con la Ley de Comunicación, que prohíbe el uso de estos bancos de imágenes, nos obligamos a pensar".

¿En cuántas campañas publicitarias ha trabajado? No lleva la cuenta. Lo dice en su estudio, que está lleno de muebles y rodeado de cojines de color, con escaleras colgadas del techo y cámaras colocadas en trípodes. Allí, en ese espacio, sabe que lo suyo es una buena mezcla de creatividad y negocios.

Estudios en el país y en España
Estudios.
Es Licenciado en Comunicación Social (Universidad Central del Ecuador) y estudió Filosofía en la Universidad Católica.

En el extranjero. Tiene maestrías en Escritura de Guión para Cine y Televisión y Teoría y Práctica del Documental Creativo, realizados en la Univesidad Autónoma de Barcelona.