Un ajuste poco técnico puede llevar a una ralentización de los procesos en determinadas firmas. Si se hace la gestión correctamente, la empresa obtiene liquidez. Foto: Pixabay.

Un ajuste poco técnico puede llevar a una ralentización de los procesos en determinadas firmas. Si se hace la gestión correctamente, la empresa obtiene liquidez. Foto: Pixabay.

El recorte de personal no siempre es la salida

7 de febrero de 2016 15:01

Realizar ajustes de personal puede ser contraproducente para una  empresa que se encuentra en una crisis financiera o en  el contexto de un panorama económico complejo para un país.

Las firmas de recursos humanos recomiendan a los representantes de las organizaciones determinar con exactitud el momento exacto de un recorte. ¿Cuándo lo es? Según AMS Andean Ecuador, es necesario cuando la generación de ingresos no crece al mismo ritmo que los costos de la nómina.

Roberto Estrada, socio de esta compañía, explica que el costo laboral puede ser significativo para determinado tipo de empresas que tienen intensidad en cuanto al número de personal. “En momentos de recesión económica, los ingresos se ven afectados y si los costos se mantienen o crecen, la rentabilidad se afecta”.

Si el proceso de recorte no se hace de manera técnica, el remedio puede ser peor que la enfermedad. Rafael Portilla, director ejecutivo de Navent, que aglutina a la firma Multitrabajos, explica que un primer impacto por el recorte de personal es la disminución de la calidad, rapidez y eficiencia en las empresas que ofrecen diferentes servicios, por ejemplo.

Esto, debido a que con menos personal pueden dificultarse los procesos hasta que se logren ajustar a los nuevos tiempos. Asimismo, si se prefirió mantener personal menos eficiente por otro más ágil, se podría generar una ralentización de las operaciones.

Un recorte, además, puede generar que salgan a flote problemas internos en empresas que no tienen procesos estructurados. Esto, porque no se tiene una claridad de qué hacía la gente que salió y qué van a hacer los que se quedaron.

De suceder este escenario, en un ambiente laboral complejo y en medio de una crisis económica, la gente que queda, sea o no eficiente, puede empezar a ‘ir buscando mayor estabilidad y tranquilidad’. Eso, nuevamente, impacta en los procesos productivos.

También lo hace si la carga de trabajo crece para los empleados que, finalmente, se quedaron. “La situación es que se tendrán que hacer quizás las mismas actividades (o más) pero con menos recursos. Haciendo una analogía, es como que si una persona con problemas de alimentación recurre a una dieta para bajar drásticamente su peso, pero no corrige sus malos hábitos alimenticios. Lo que sucederá es que en el tiempo, volverá a subir de peso y quizás con mayor intensidad”.

Por ahora, el peso de la coyuntura económica que rodea al país ha impactado a los sectores petrolero, automotriz y financiero, que son los que más recortes han aplicado en su nómina, según AMS Andean Ecuador. Las razones son conocidas, ya que sus respectivos segmentos de mercado atraviesan por recesiones. Los porcentajes oscilan entre un 15 al 25% de disminución de personal.

Daniel Dávalos, de la firma de recursos humanos Selecta, asegura que el recorte de personal para una empresa siempre es impactante, porque con la gente se va también el ‘know how’. Dice que se pierde tiempo y dinero, porque el personal que se quedó tiene que aprender a hacer las cosas que otros hacían e, incluso, a veces es necesaria una capacitación.

Sin embargo, un proceso de ajustes aplicado técnicamente sí puede generar beneficios, como el mejoramiento, a mediano plazo, de la liquidez de la empresa. Asimismo, puede traer una oxigenación dentro del grupo de trabajadores, siempre y cuando quienes se quedan respondan con eficiencia a las tareas encomendadas.

Dávalos recomienda que en el momento de hacer recortes las empresas tomen en cuenta el giro del negocio. Si es una industria, por ejemplo, y necesita personal operativo, el ajuste puede ir por la parte administrativa. No así, cuando el trabajo intelectual es más importante que el operativo.

La compañía también debe tomar en cuenta a la hora de recortar personal, si más impacto genera el pago de sueldos que las indemnizaciones. De contar con liquidez suficiente para pagar lo dispuesto legalmente, puede proseguir con el ajuste. Pero si no cuenta con el dinero, es mejor esperar, porque si no cumple con todas las regulaciones podría llegar a enfrentar procesos judiciales.

Para compañías comprometidas con la responsabilidad social empresarial, al hacer un recorte deciden, al mismo tiempo, dar un soporte a sus excolaboradores. Desde AMS Andean Ecuador, asimismo, se recomienda levantar la imagen de la empresa, que queda muy afectada en momentos económicos difíciles.

Estrada explica, además, que en esa coyuntura el estado anímico de los colaboradores que se mantienen debe tomarse en cuenta. “Quienes ven lo que ha sucedido con sus compañeros tienden a preocuparse y asumir un estado de intranquilidad, porque creen que también les puede pasar”.