Victoria Eastman, socia de Lulu Linens, en su tienda, en el norte de Quito. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
Redacción Quito
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Las sábanas de Lulu Linens, un negocio donde reina el blanco

La fascinación por los detalles la llevó a dejar el negocio de las ventas y a apostarle al diseño para, literalmente, "vestir a los dormitorios". Así fue como Lourdes de Eastman contrató costureras y empezó con la confección de sábanas, pijamas y otros productos.

Ella recuerda que todo empezó luego de un viaje a la India en el 2005, donde descubrió el mundo de las telas y el algodón. A su retorno al país, decidió empezar a hacer sábanas. Arrancó hace cuatro años con pequeñas ventas bajo pedido para un almacén y para amigos.

"Ahí descubrí que ir a un almacén de telas era lo mejor del mundo para mí. Me encanta vestir una cama", dice.

Victoria Eastman, su hija y socia, consideró que el negocio podía tener mayor potencial. También dejó su trabajo y decidió montar un taller. Así nació Lulu Linens. "Cuando empezamos no sabíamos qué máquinas debíamos comprar para elaborar sábanas, fui a la feria Colombia Moda y así empecé a investigar".

Conseguir a los proveedores de las telas fue el mayor reto, recuerda Victoria. "Sábanas se pueden hacer de cualquier tela, pero yo buscaba el mejor algodón", relata esta microempresaria.

El primer contrato fijo fue para elaborar pijamas para Fybeca. Esos primeros ingresos ayudaron a abrir el taller.

Luego llegó otro pedido de un pequeño hotel de Quito que buscaba insumos de alta gama. El contrato, que contempló la entrega de sábanas, 'cover duvet', fundas de almohadas, entre otros, permitió al negocio abrir un nicho de mercado en el sector hotelero. Actualmente, tiene 10 clientes en este segmento.

Uno de ellos es el Hotel San Agustín de Callo (Cotopaxi). Mignon Plaza, propietaria de este establecimiento, comenta que Lulu Linens es un proveedor cumplido. "Son serios y sus productos son de primera calidad. Tiene buen terminado y las telas son de gran calidad", dice.

Madre e hija nunca dejaron de soñar con, además de la venta al por mayor, abrir una tienda. "Yo quería vender sábanas de un excelente algodón, con detalles, con excelente acabado, de lujo", dice Victoria.

La acogida que tuvieron en la feria de emprendedores Grand Bazaar en el 2011 las animó a consolidar este proyecto.

Así, en mayo del 2013 abrieron su primer local, ubicado al norte de Quito, donde reina el color blanco y los detalles.

El emprendimiento hoy trabaja en abrir el mercado en Guayaquil. La firma ofrece también ítems personalizados.

Las ventas

Los productos. Además de pijamas y sábanas, oferta toallas de mano de lino, pantuflas, servilletas, bolsitas de lavanda y otros.

Ingresos. En el 2011, los ingresos fueron de USD 2 000 al mes. Hoy, oscilan entre 5 000 y 6 000 al mes.