En el local de comida trabajan 10 personas. Para su adecuación se requirió una inversión de USD 200 000. Foto : Alfredo Lagla / LÍDERES

En el local de comida trabajan 10 personas. Para su adecuación se requirió una inversión de USD 200 000. Foto : Alfredo Lagla / LÍDERES

La sazón esmeraldeña tiene un nuevo espacio en la capital

17 de enero de 2018 10:12

El mayor socio de Esmeraldas es Quito. Lo dice Rafael Erazo, oriundo de la provincia costeña.

Para Erazo, los quiteños ayudan a dinamizar la economía de esa localidad porque les gusta la playa, la cultura y, especialmente, la comida esmeraldeña.

Fue así que su familia se ideó la forma de llevar un “pedacito” de Esmeraldas al “corazón” de Quito, y el 26 de octubre pasado inauguraron El Esmeraldeño, un restaurante de comida típica de la provincia, localizado en las calles Luis Cordero y Juan León Mera, en el centro norte de Quito.

En la adecuación del local se invirtieron unos USD 200 000. El plato estrella del lugar es el Cangremix, que incluye un encocado de cangrejo, ceviche de camarón, patacones, arroz y de bebida una pipa (agua de coco).

Omar Dimitraki probó este plato el fin de semana pasado. Dice que quedó encantado: “El plato más rico que he probado hasta ahora. Llevaré a mi esposa la próxima semana para que lo pruebe”. También destaca la calidez del lugar y los precios de sus platos. Por el Cangremix pagó alrededor de USD 13.

Dimitraki no es quiteño. Es de Guayaquil, pero la semana pasada se encontraba en la capital y le atrajo el lugar, además de las ganas de comer mariscos.

En el local se exhiben los cangrejos azules vivos, por lo que los clientes pueden escoger, incluso, el que desean comer.

Otro plato de El Esmeraldeño es el encocado en sus distintas variedades: de pescado, camarón, pata ‘e burro (caracol grande), concha, langosta, langostino o mixto. También, ofrecen ceviches de camarón, concha, pescado...

Juan Fernando Almeida define su experiencia en el restaurante como “espectacular”. El plato que más le ha gustado es el encocado de camarón. “El sabor me hacía sentir en la playa de Esmeraldas”.

Almeida ha visitado el lugar en unas cuatro ocasiones, junto a familia y amigos. También ha probado otros platos como el Encocado mixto, el Cangremix y el Ceviche.

“Los precios son racionales. La gente es atenta y amable y sirven lo más pronto posible. Por supuesto que volvería a este lugar”.

Los insumos para los platos costeños se traen directamente desde Esmeraldas. De esa tarea se encarga Rafael Erazo.

La atención es de martes a domingo, a partir de las 11:00. Los días de mayores ventas son viernes, sábados y domingos. Los precios de los platos van desde USD 9 hasta USD 13.
“Aún nos estamos posicionando, pero en ocasiones las expectativas de asistencia se han rebasado”, comenta Erazo. Al mes están facturando USD 14 000.

Alex Erazo, hijo de Rafael, está a cargo del restaurante en Quito. Al mismo tiempo continúa ejerciendo su profesión de ingeniero en sistemas, en una empresa de software bancario. “Es algo nuevo para mí, un aprendizaje diario”, dice el joven de 28 años. En el local trabajan unas 10 personas.

Alex está contento de la buena acogida que ha tenido el lugar en sus primeros meses. “Queremos transmitir nuestra cultura. Somos gente alegre”.

La cultura esmeraldeña no solo la transmiten con la sazón de sus platos. Una vez por semana, El Esmeraldeño presenta un show musical en el que la marimba es protagonista, acompañada de otros instrumentos como el cununo, el guasá y el bombo.

Los músicos invitados entonan y bailan al ritmo de populares canciones afroesmeraldeñas como “Caderona”, “Andarele” y “Fabriciano”.