Sector construcción

La constructora Proaño Proaño levanta el edificio Plaza Garden en el norte de Quito. Foto: María Isabel Valarezo / LÍDERES

Reds. Quito, Guayaquil y Cuenca (I)
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El sector de la construcción está en riesgo de paralizarse

21 de June de 2015 16:48

Proyectos de vivienda que estaban por edificarse se encuentran detenidos. Las ventas en las ferreterías se han reducido, en algunos casos, a la mitad. Constructores que piensan en reducir la nómina de sus equipos de trabajo. Ventas de casas y departamentos canceladas. Así se visualiza el panorama de la construcción en el país, al concluir el semestre.

Este sector productivo llegó a su techo en el 2011, cuando tuvo un crecimiento de 17,6%. Desde ese año se registra una desaceleración que se agudiza en este 2015. En el 2014, el sector creció 5,5% y para este año la previsión del Banco Central del Ecuador (BCE) es que la construcción tenga un 0% de crecimiento.

Representantes de gremios productivos, constructores, empresas productoras y ferreterías consultadas coinciden en que existe un bajón. “Se vive una paulatina desaceleración del sector”, resume Pedro Ordóñez, constructor independiente.

Para Enrique Pita, presidente de la Federación Nacional de Cámaras de la Construcción, la contracción del sector se acentuó en las últimas semanas. Según el dirigente, los proyectos de la ley de redistribución de la riqueza, que propone un incremento del Impuesto a la Herencia, y la ley de plusvalía, que busca gravar las ganancias extraordinarias en la venta de inmuebles y terrenos, frenaron la actividad constructora a escala nacional en estos últimos días.

Pita mira con preocupación la actividad. “Las leyes de plusvalía y de herencia son alarmas para que los promotores no piensen en levantar nuevas obras y para que los compradores eviten comprar temporalmente”. El dirigente cita ejemplos: empresas que venden bloques, hormigón premezclado y cemento han registrado caídas de sus ventas de entre 20% y 40%.

En el norte de Quito, la constructora Proaño Proaño levanta un edificio de departamentos y oficinas. Su gerente, Joan Proaño, coincide en que la actividad bajó su ritmo. “Este año pensábamos crecer un 18% frente al 2014, pero la previsión cayó a 2% luego de conocerse los proyectos de las leyes de plusvalía y de herencia”.

Esta empresa constructora edifica en la actualidad dos proyectos que aportarán al mercado con 300 unidades de vivienda y locales comerciales. “Ahora estamos en una situación de espera. Los clientes están nerviosos y no se animan a comprar hasta el desenlace de los proyectos de ley”.

Otro factor que afectó al sector fue la aplicación de salvaguardias, desde marzo pasado. Pita comenta que la medida no afectó el desarrollo de la construcción, sino el precio de las viviendas. “Pero no fueron valores tan significativos, como para que el acceso a la vivienda sea prohibitivo”.

Joan Proaño cuenta que su empresa importa vidrio, piso flotante y gypsum, y que con las salvaguardias los costos de los departamentos se elevaron hasta un 5%. “Ese valor lo absorbimos nosotros y eso nos afectó económicamente”.

En Cuenca se encuentran más cifras. El año pasado, en la capital azuaya se edificaron más de 200 000 metros cuadrados en urbanizaciones, edificios de departamentos y oficinas, viviendas, entre otros proyectos privados, de acuerdo con datos de la Cámara de la Construcción de Cuenca.

Según el presidente de este gremio, Pedro Medina, para el 2015 se prevé que solo se ejecuten 120 000 metros cuadrados. La reducción se debe, dice, a factores como la situación económica del país que incidió directamente en el sector, porque hay menos inversiones o porque el interés por ejecutar proyectos se pospuso. Adicionalmente, en Cuenca aún no se aprueba la ordenanza de uso y ocupación del suelo, lo que genera incertidumbre entre los constructores.

El empleo

En el 2013. Se crearon 530 512 empleos en el sector de la construcción; es decir, aportó con el 11,7% del empleo total nacional.

El 2014. Fueron 534 552 empleos, representando un ligero incremento del 0,8% del total nacional.

El consumo de cemento. Este bajó de 6,6 millones de toneladas en el 2013 a 6,4 millones de toneladas el año pasado.

Las inversiones pública y privada, afectadas


La inversión en el sector de la construcción, al menos en los últimos cinco años, tuvo un protagonista principal: el Estado acaparó aproximadamente el 80% de la inversión y el sector privado tiene el 20% según coinciden dirigentes gremiales y constructores.

Pero la situación en lo que de este año cambió. Ya no se cuenta la ejecución de nuevas obras grandes públicas, como centrales hidroeléctricas o las carreteras.

Para Pedro Votruba, gerente comercial de Ideal Alambrec Bekaert, la inversión privada sigue caminando en el país, pero va a tomar un tiempo para que se equilibre frente a lo invertido por el sector público.

Enrique Pita, presidente de la Federación Nacional de Cámaras de la Construcción, coincide y agrega que el bajón se siente en el sector privado, y también se nota una paralización en el sector público.

José María Fuentes, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles del Guayas, precisa que, en el caso de Guayaquil y sus zonas de influencia, se advierte un freno particularmente en proyectos inmobiliarios para el segmento socioeconómico alto.

Para este dirigente y constructor, esa desaceleración se debe a un ambiente de incertidumbre por los recientes proyectos de ley, sumado a un incremento de ­materias primas y equipos, tras a la apli­cación de salvaguardias a una serie de ítems que utiliza el sector.

Para los constructores cuencanos que se dedican a los proyectos y privados y públicos, este 2015 es un año de contracción, pero las causas son diferentes.

Los directivos de la Cámara de la Construcción de Cuenca hicieron una encuesta entre sus afiliados para conocer qué efectos ha traído el bajón de la economía. Se determinó que entre 20 y 30 proyectos privados de edificios de departamentos, lotizaciones, urbanizaciones fueron suspendidos este año. Los proyectos que estaban en las fases previas, como trámites de aprobación, búsqueda de inversión, análisis de costos, planificación… están paralizados, indicaron los constructores en una reciente encuesta.

Según el presidente de la Cámara de la Construcción de Cuenca, Pedro Medina, hay incertidumbre por la falta de ordenanzas para la aplicación del uso del suelo en el cantón, tardanza en la aprobación de ­planos, entre otras. Esto, indica, ha creado temor entre los constructores e inversionistas privados. “A eso se sumó la propuesta de modificación a la plusvalía, que aumentó la incertidumbre entre los promotores de la construcción”.

“En Cuenca hay carreteras del sector marginal que maneja el Gobierno Provincial que no se han ejecutado”, manifiesta Medina. Para el representante gremial, no hay esperanza de que, por ahora, la situación actual mejore sustancialmente. Él calcula que este año se construirán entre unos 60 000 y 80 000 m² menos que en el 2014, año que superó los 200 000 m² en ­proyectos privados.

Las empresas tienen expectativas diferentes

El primer semestre del 2015 hubo un resultado diferente para las empresas que producen materiales e insumos para la construcción. Dependiendo de su actividad, producto y mercado, sus ventas crecieron o disminuyeron en este período.

La Unión Cementera Nacional, por ejemplo, se planteó la meta de crecer un 10% en facturación y producción. Según la gerenta Noemí Pozo, la expectativa se cumple, pero hace una diferenciación. Ella señala que bajó un 8% la venta de sacos de cemento que, por lo general, son utilizados para proyectos privados o construcciones menores. En cambio, subió la venta de cemento al granel, que se destina a proyectos hidroeléctricos y obras grandes. “Por eso no hay un descenso en las ventas totales”.

El año pasado, la Unión Cementera, que produce las marcas Guapán y Chimborazo, vendió USD 100 millones y produjo un millón de toneladas. De ese total, el 55% corresponde a Chimborazo y el resto a Guapán. Ahora su expectativa es mejorar la tecnología para ser más productivos, para ello espera la inversión de USD 230 millones del Grupo Gloria, que es el nuevo accionista mayoritario de la cementera.

Alexis Muñoz, jefe de Producto de Línea Comercial de Cedal, firma que produce aluminio, las salvaguardias impuestas a los productos importados representan una oportunidad de crecimiento para la perfilería de aluminio. “Son 5 000 toneladas que se importaban y allí existe una oportunidad”.

Muñoz reconoce que existe una contracción en el sector de la construcción, pero en su caso considera que las expectativas son favorables. Cedal tiene una capacidad de producción de 20 000 toneladas anuales y el año pasado se produjeron 11 000.

Las salvaguardias también representan una oportunidad para Ideal Alambrec Bekaert. Para su gerente comercial, Pedro Votruba, la expectativa es crecer por lo menos un 10% este año, por la diversidad del portafolio. “En el 2014 no crecimos, pero nos mantuvimos estables”.

Pero no todos están conformes. El propietario de la fábrica de tejas El Pionero, Jairo Vallejo, comenta que este año ha sido complicado por varios factores y su facturación se redujo un 30%. Según él, además de la crisis económica, en Cuenca y Loja existe una tendencia por adquirir más departamentos en edificios y menos viviendas, lo que limita las ventas de tejas.
Otro factor, agrega, es la proliferación de fábricas pequeñas de tejas que ofrecen a precios menores, “pero son de menor calidad... Estamos sobreviviendo”.

La Procesadora de Arcilla Azogues (Parcazo) tuvo un semestre más complicado, por lo que paralizó sus operaciones y 32 personas se quedaron sin empleo. Según su gerente, Carlos Caranqui, ya no reciben el subsidio del diésel para la quema de ladrillo y su costo de producción subió un 350%, por lo que no son competitivos. Fabricaban 10 000 ladrillos al día y sus productos se usaron en 28 edificios de Cuenca. En la actualidad, vende el stock que le quedó.